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Pensamiento Politico Clasico El Mito Y La Republica


Enviado por   •  3 de Febrero de 2013  •  3.055 Palabras (13 Páginas)  •  487 Visitas

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Interpretemos el mito:

• El mito simboliza claramente los dos mundos platónicos: el mundo sensible (interior de la caverna) y el mundo inteligible (exterior de la caverna) ... Todos los objetos que se nos presentan en el mito, desde las sombras de la profundidad de la caverna hasta el Sol del exterior, tienen un claro significado ontológico y epistemológico: las sombras de la pared simbolizan las imágenes de las cosas sensibles; los objetos que son paseados por encima del muro simbolizan las cosas del mundo sensible (copias imperfectas de animales plantas, etc.); la hoguera simboliza el Sol; las imágenes reflejadas en el lago del exterior simbolizan las formas matemáticas; los animales, plantas, etc. simbolizan los seres ideales (=Ideas ejemplares del mundo inteligible); y, por último, el Sol simboliza la Idea suprema de Bien. ... (Igual que todas las cosas de la naturaleza deben su ser a la energía del Sol, el ser de todas las Ideas (y de todas las cosas), y su contemplación, sólo es posible gracias a la Idea de Bien.)...

• Lo que nos quiere mostrar Platón a partir del contraste entre la oscuridad de la caverna y la claridad del exterior es la relación que hay entre las cosas de la naturaleza y los “moldes” del mundo de las Ideas. No quiere decir que la naturaleza sea triste y oscura, sino que es triste y oscura comparada con la claridad de las Ideas. (Una foto de una muchacha hermosa no tiene por qué resultar oscura y triste, más bien al contrario, pero sigue siendo sólo una imagen.) ...

• Lo que Platón describe en el mito de la caverna es el camino que recorre el filósofo desde los conceptos vagos hasta las verdaderas ideas que se encuentran tras los fenómenos de la naturaleza ... Los moradores que se quedan en la caverna simbolizan a la mayoría de los seres humanos, que están satisfechos con su vida entre las sombras ... El personaje que se libera y luego regresa para liberar a sus compañeros simboliza al filósofo (seguramente Platón estaba pensando concretamente en Sócrates, a quien mataron sus conciudadanos, los “moradores de la caverna”, porque hurgaba en sus ideas habituales, queriendo enseñarles el camino hacia la verdadera sabiduría). De ese modo, el mito de la caverna se convierte en una imagen del valor y de la responsabilidad pedagógica del filósofo ...

LA REPÚBLICA:

Platón considera que lo que persigue la ética es la felicidad del individuo mientras que la política persigue la felicidad del cuerpo político. Ya que la felicidad del hombre es el fin del estado debemos conocer qué es el hombre para fundar el estado, la política de Platón se basa así en una antropología. En el hombre existen tres motivaciones que se corresponden a tres tipos de alma. En primer lugar el alma apetitiva que busca la satisfacción de los deseos como sexo, comida, etc. El alma irascible es en la que reside la agresividad y el deseo de lucha, generalmente está aliada al alma racional. Por último, el alma más importante, la racional, se identifica con nuestra inteligencia teorética y ética es decir, es aquella parte que construye argumentos y reflexiona sobre conceptos. La justicia para Platón es que la parte racional controle a la parte irracional y apetitiva con ayuda del alma irascible. Así la justicia queda definida como aquel estado de cosas en donde cada uno atiende a lo suyo y cumple su función. La justicia ética se produce cuando los apetitos son medidos y controlados por la inteligencia y los impulsos fogosos del alma irascible están igualmente supeditados al control de la razón.

Del mismo modo que existen tres almas en el hombre en el estado deben existir tres partes; el estado justo será aquel en el que sus partes cumplan sus funciones más armónica y estrictamente. La masa trabajadora se corresponde al alma apetitiva en el estado; el ejército se corresponde al alma irascible; y, por último, los filósofos son al estado lo que el alma racional es al individuo. La función de la clase filosófica es la de gobernar el estado, del mismo modo que el alma racional en el hombre justo debía controlar sus actos; los guardianes tienen como propósito defender el estado y auxiliar a los filósofos en la tarea de gobernar pero siempre estando a sus órdenes; finalmente, el pueblo trabajador tiene como función cumplir las órdenes que emanan de las otras clases superiores.

Los filósofos y guardianes carecen de propiedad privada y de familia, todo es de todos y todos los hijos se consideran comunes, así se evita la corrupción y el nepotismo. Hombres y mujeres tienen los mismos derechos y la posibilidad de llegar a gobernar la polis.

Es de vital importancia que los hijos de los guardianes y de los filósofos se eduquen mediante la gimnasia y la música; desde muy pequeño los niños aprenderán a coordinar sus movimientos a los ritmos agradables y suaves para que interioricen los principios de la armonía y el orden y para que además fortalezcan sus cuerpos haciéndolos ágiles para la lucha. En cuanto a la educación intelectual los primeros años de vida el guardián-filósofo los pasará estudiando matemáticas ya que esta disciplina permite familiarizarse con cosas inmutables y, además, despierta el intelecto. Poco después el joven estudiará astronomía para ser capaz de percibir la armonía que es la huella del demiurgo en el mundo físico. Por último, a los treinta años quienes hayan mostrado una mayor agudeza intelectual y fortaleza moral se les introducirá en el estudio de la dialéctica. La dialéctica es la disciplina que trata de conocer las cosas que son en sí es decir, en la metafísica platónica, las Formas; aquellos que avancen en el conocimiento de las Formas llegarán a la contemplación de la Forma suprema: la Forma de Bien. Aquellos que hayan experimentado el Bien serán los reyes-filósofos, en edad no menores a 50 años, mientras que todos aquellos que no hayan llegado a la total comprensión del Bien o carezcan de rasgos para evolucionar en su aprendizaje serán los que formen la casta de los guardianes.

Este estado ideal es llamado por el autor “aristocracia”, cuando en este estado ideal los guardianes guerreros empiezan a ocupar la posición que le correspondía a los filósofos aparece el primer sistema político degenerado: la “timarquía” (gobierno de los militares) que degenera en “oligarquía” (gobierno de pocos) en donde la clase dirigente está compuesta ya no por los guerreros sino por aquellos que poseen las riquezas pero los pobres se alían entre sí y arrebatan el poder a los más ricos estableciendo en lo posible un sistema igualitario de participación política y la mayor libertad política posible. El problema según Platón de la democracia es que los ignorantes tienen tanto poder como los sabios y la multitud se cree experta en todos los temas. La democracia, finalmente, degenera en el sistema político más alejado del buen gobierno: la tiranía. En el estado democrático un demagogo se presenta como salvador de los pobres, tras conseguir el poder político necesita una guardia que le proteja de las agresiones de sus enemigos, con esta guardia y con la connivencia de otros aliados de la ciudad o extranjeros se hace con el poder absoluto.

LAS LEYES:

“Las Leyes” es la obra más voluminosa de Platón y a juicio de la mayoría de los expertos también la última. En esta obra de vejez Platón se replantea la utopía construida en “La República” intentando darle un matiz más posibilista. “Las Leyes” se presenta como una adaptación realista del ideal de “La República”: ya no hay tres clases sociales sino que el poder político está repartido entre todos los ciudadanos; se abandona el comunismo a favor de un reparto proporcional de la riqueza; y se concede un papel central a las leyes en la vida política en vez de a la “buena voluntad” de los filósofos-guardianes.

Sin embargo, recordando a los filósofos-guardianes Platón instituye el “Consejo Nocturno como institución política suprema constituida por “hombres sabios” mayores de 50 años” encargados de vigilar el cumplimiento de la ley y hacer las reformas legales necesarias,. Es relevante que tanto la igualdad hombre y mujer como la importancia fundamental de la educación en la sociedad sean elementos que Platón conserve en esta obra de vejez.

“Las Leyes” supone una revisión del proyecto de “La República” pero la profundidad de esa revisión es algo aún objeto de controversia entre los estudiosos. Lo que es indudable es que el estado fuertemente jerarquizado ideado en “La República” ha dado paso a una división del poder político más democrática pero es igualmente obvio que para Platón las libertades individuales ocupan en sus dos proyectos políticos un papel muy secundario.

15. virtud ... en Platón el término `virtud´ adquiere tres sentidos, que no se dan por separado sino vinculados a su teoría de las Ideas y a su concepción del alma:

1. por influencia de Sócrates la virtud sigue siendo considerada como sabiduría (VIRTUD = conocimiento de la Idea Suprema -Idea de Bien);

2. por influencia del orfismo y el pitagorismo la virtud es considerada como purificación (VIRTUD = liberación de las bajas pasiones del cuerpo -pasiones sensuales); y

3. en virtud de su propia concepción tripartita del alma la virtud es considerada como justicia (VIRTUD = equilibrio interior –armonía entre las tres partes del alma) ...

Platón se aferró a la idea socrática de que la virtud es conocimiento y, por tanto, sostiene que es enseñable. Esta enseñanza de la virtud exige un doble esfuerzo:

1. Esfuerzo físico ... para conseguir dominar las inclinaciones negativas del cuerpo (= purificación)

2. Esfuerzo intelectual ... para conseguir alcanzar el conocimiento de la Verdad: la Idea de Bien (= sabiduría)

El esfuerzo físico e intelectual de que nos habla Platón será una constante del Humanismo Occidental, cuyo lema es “mens sana in corpore sano” ...

La Ética platónica tiene como eje central la idea de que la virtud es conocimiento y, por tanto, algo enseñable. A este respecto,. Platón piensa que sólo se puede actuar bien si se sabe lo que es el bien; y que sólo se puede actuar absolutamente bien si se sabe lo que es el bien absoluto (la Idea de Bien). ...

La purificación del alma a través del conocimiento situará a Platón en la línea del intelectualismo moral de su maestro SÓCRATES. Este intelectualismo se reflejará no sólo en su Ética, sino también en su Política...

Platón piensa que es mejor el bien de todos que el bien de uno solo, es por ello que, según él, la Ética debe desembocar necesariamente en la Política ...

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Platón distingue 4 clases de virtudes morales:

1. PRUDENCIA ... Es la virtud que consiste en la capacidad para distinguir lo que es bueno o malo, para seguirlo o para evitarlo ... = sensatez, buen juicio ...

2. FORTALEZA ... Es la virtud que consiste en la capacidad para vencer la cobardía y huir de la temeridad ... = fuerza, vigor ...

3. TEMPLANZA ... Es la virtud que consiste en la capacidad para moderar los apetitos y el uso excesivo de los sentidos, sujetándolos a la razón ... = moderación, sobriedad ...

4. JUSTICIA ... Es la virtud que consiste en la armonía que resulta cuando cada alma ejerce la función que le corresponde: el alma racional dirigiendo con prudencia a las otras dos, y el alma irascible y la concupiscible respondiendo con valor y moderación, respectivamente, a los dictados de aquélla ...

5. Clasificación de las virtudes en conformidad con la concepción tripartita del alma(de la Antropología a la Ética)

CLASES DE ALMA CLASES DE VIRTUDES

Racional

Irascible

Concupiscible PRUDENCIA (=sabiduría)

FORTALEZA (=valor)

TEMPLANZA (=moderación)

(armonía entre las tres almas)

JUSTICIA

7.

8. ________________________________________

9.

10. ... Platón nos ilustra la relación entre las partes (o clases) de alma y las clases de virtudes con el símil del auriga:

SÍMIL ALMAS VIRTUDES

Auriga = racional =PRUDENCIA

(razón) = ..... (armonía) JUSTICIA

Caballo blanco

(dócil) = irascible =FORTALEZA

(valor)

Caballo negro

(rebelde) = concupiscible =TEMPLANZA

(moderación)

11.

12. El auriga debe dirigir a los caballos con PRUDENCIA (sabiduría) y, si el caballo blanco responde con FORTALEZA (valor) y el caballo negro con TEMPLANZA (moderación), se consigue la armonía del conjunto: la JUSTICIA ... sólo si se “ajustan” las tres partes (almas), se lograrán llegar a la meta (=conocimiento de la Idea de Bien)

PRÁCTICA MORAL ENCAMINADA AL CUIDADO DEL ALMA A PARTIR DEL RECHAZO DE LOS DESEOS Y NECESIDADES CORPORALES.

Influido por la religión órfica, Platón defendió una concepción pesimista de la realidad humana: en este mundo el alma vive prisionera del cuerpo y sus urgencias o necesidades. En la medida en que el destino del alma no es el mundo corporal y sus valores sino el mundo espiritual, y que ambos mundos están enfrentados, la tarea moral, religiosa e intelectual del hombre consistirá en intentar liberarse de las exigencias del cuerpo y de sus limitaciones. La purificación o ascesis, es precisamente este proceso de liberación. Desde un punto de vista moral consiste en intentar eliminar o moderar los apetitos sensibles (apetito sexual, deseo de bienes materiales como la riqueza, gula...); desde un punto de vista intelectual consiste en intentar llevar una vida de conocimiento, de ejercicio de la razón. Esto es lo que parece indicar la extraña afirmación platónica según la cual filosofar es aprender a morir: la auténtica filosofía obliga al sujeto a dirigir los ojos del alma fuera del mundo corporal, hacia el mundo de las Ideas, separándose en cierta forma del cuerpo, "muriendo" en un cierto sentido.

Platón presenta en el siguiente texto de Fedón su idea de la filosofía como una forma de purificación del alma y preparación para la muerte.

"—...La razón no tiene más que un camino que seguir en sus indagaciones; mientras tengamos nuestro cuerpo, y nuestra alma esté sumida en esta corrupción, jamás poseeremos el objeto de nuestros deseos; es decir, la verdad. En efecto, el cuerpo nos opone mil obstáculos por la necesidad en que estamos de alimentarle, y con esto y las enfermedades que sobrevienen, se turban nuestras indagaciones. Por otra parte, nos llena de amores, de deseos, de temores, de mil quimeras y de toda clase de necesidades; de manera que nada hay más cierto que lo que se dice ordinariamente: que el cuerpo nunca nos conduce a la sabiduría. Porque, ¿de dónde nacen las guerras, las sediciones y los combates? Del cuerpo con todas sus pasiones. En efecto; todas las guerras no proceden sino del ansia de amontonar riquezas, y nos vemos obligados a amontonarlas a causa del cuerpo, para servir como esclavos a sus necesidades. he aquí por qué no tenemos tiempo para pensar en la filosofía; y el mayor de nuestros males consiste en que en el acto de tener tiempo y ponernos a meditar, de repente interviene el cuerpo en nuestras indagaciones, nos embaraza, nos turba y no nos deja discernir la verdad. Está demostrado que si queremos saber verdaderamente alguna cosa, es preciso que abandonemos el cuerpo, y que el alma sola examine los objetos que quiere conocer. Sólo entonces gozamos de la sabiduría, de que nos mostramos tan celosos; es decir, después de la muerte, y no durante la vida. La razón misma lo dicta; porque si es imposible conocer nada en su pureza mientras que vivimos con el cuerpo, es preciso que suceda una de dos cosas: o que no se conozca nunca la verdad, o que se la conozca después de la muerte, porque entonces el alma, libre de esta carga, se pertenecerá a sí misma; pero mientras estemos en esta vida, no nos aproximaremos a la verdad, sino en razón de nuestro alejamiento del cuerpo, renunciando a todo comercio con él, y cediendo sólo a la necesidad; no permitiendo que nos inficione con su corrupción natural, y conservándonos puros de todas estas manchas, hasta que Dios mismo venga a libertarnos. entonces, libres de la locura del cuerpo, conversaremos, así lo espero, con hombres que gozarán la misma libertad, y conoceremos por nosotros mismos la esencia pura de las cosas; porque quizá la verdad sólo en esto consiste; y no es permitido alcanzar esta pureza al que no es asimismo puro. he aquí, mi querido Simmias lo que me parece deben pensar los verdaderos filósofos, y el lenguaje que deben usar entre sí. ¿No lo crees como yo?

—Seguramente, Sócrates.

—Si esto es así, mi querido Simmias, todo hombre que llegue a verse en la situación en que yo me hallo, tiene un gran motivo para esperar que allá, mejor que en otra parte, poseerá lo que con tanto trabajo buscamos en este mundo; de suerte que este viaje, que se me ha impuesto, me llena de una dulce esperanza; y hará el mismo efecto sobre todo hombre que se persuada, que su alma está preparada, es decir, purificada para conocer la verdad. Y bien; purificar el alma, ¿no es, como antes decíamos, separarla del cuerpo, y acostumbrarla a encerrarse y recogerse en sí misma, renunciando al comercio con aquel cuanto sea posible, y viviendo, sea en esta vida, sea en la otra, sola y desprendida del cuerpo, como quien se desprende de una cadena?

—Es cierto, Sócrates.

—Y a esta libertad, a esta separación del alma y del cuerpo, ¿no es a lo que se llama la muerte?

—Seguramente.

—Y los verdaderos filósofos, ¿no son los únicos que verdaderamente trabajan para conseguir este fin? ¿No constituye esta separación y esta libertad toda su ocupación?

—Así me lo parece, Sócrates.

—¿No sería una cosa ridícula, como dije al principio, que después de haber gastado un hombre toda su vida en prepararse para la muerte, se indignase y se aterrase al ver que la muerte llega? ¿No sería verdaderamente ridículo?

—¿Cómo no?

—Es cierto, por consiguiente, Simmias, que los verdaderos filósofos se ejercitan para la muerte, y que esta no les parece de ninguna manera terrible. Piénsalo tú mismo. Si desprecian su cuerpo y desean vivir con su alma sola, ¿no es el mayor absurdo, que cuando llega este momento, tengan miedo, se aflijan y no marchen gustosos allí, donde esperan obtener los bienes, por que han suspirado durante toda su vida y que son la sabiduría, y el verse libres del cuerpo, objeto de su desprecio?"

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