Personalidad.
pasnfjdhvbhfhfjsPráctica o problema14 de Abril de 2015
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PREGUNTAS GENERALES
Personalidad
1. Háblame de ti.
Mensaje de presentación. Siempre a nivel profesional, el entrevistador no nos está preguntando por cuestiones personales.
2. Defínete a ti mismo con tres adjetivos calificativos y justifícalos.
Se deben elegir siempre cuestiones positivas, es decir, los puntos fuertes profesionales que hemos debido detectar antes de acudir a la entrevista.
3. ¿Cuáles son tus puntos fuertes? ¿Y los débiles?
Hay que contestar esos mismos puntos fuertes como se nos está pidiendo y elegir puntos débiles que en realidad vistos de otra forma pueden ser puntos fuertes también. Por ejemplo, a veces soy excesivamente exigente conmigo mismo, perfeccionista, demasiado planificador u organizado, etcétera. Los presentamos como un punto débil bajo nuestro punto de vista, pero en realidad se le están trasladando al reclutador aspectos que gustan en sus empleados.
4. ¿Qué significa para ti el trabajo?
No es conveniente dar una respuesta vinculada al dinero porque el entrevistador quiere conocer con esta pregunta el orden de prioridades en la vida y a qué distancia se encuentra la esfera privada de la profesional. Sin llegar a alabar demasiado el trabajo, se puede comentar que es una forma de realización personal a la que el candidato dedica todos tus esfuerzos. Es una de las denominadas killer question. Es decir, las preguntas comprometidas y que más estrés generan en los candidatos entrevistados.
5. ¿Si ganara la lotería, seguiría viniendo a trabajar?
El entrevistador quiere saber cuál es la motivación del candidato, por lo que la respuesta ideal debería dejar claro que éste no sólo lo hace por dinero sino que el trabajo lo realiza como persona y que le gusta asumir retos.
6. Háblame de una situación en la que no actuaste de forma adecuada. ¿Qué has aprendido de ella?
Hay que elegir algún error que se haya cometido a lo largo de la vida profesional, pero que sea de poco impacto, una equivocación sin gravedad en cuestiones del día a día, y de la que hayamos sacado una lección. Por ejemplo, si un directivo perdió en una ocasión una inversión de un millón de euros en su banco por una mala actuación, no debe elegirse este ejemplo para contarle al entrevistador.
Se debe responder con naturalidad y sin recrearse en el error para centrarse en la respuesta rápidamente en el aspecto positivo, en aquello que se ha aprendió y cómo se corrigió aquella situación. Cómo se ha cambiado esa forma de actuar en nuestro quehacer profesional a partir de aquel momento, como evitamos ahora que vuelva a sucedernos.
7. Dígame algo de lo que se sienta un poco avergonzado.
Muchos entrevistadores formulan esta pregunta para tratar de cazar al candidato y comprobar si admite algo comprometido. Si no lo consiguen, analizan entonces si el candidato si es capaz de superar la sorpresa inicial e improvisar. Es otra killer question y si no estás bien preparado te puedes poner nervioso y salir del trance hablando de asuntos personales o de trabajo, y esa es la peor opción.
La mejor estrategia es hacer una pausa para reflexionar y ofrecer una respuesta similar a “a veces pienso que tengo que prestar más atención a algo, o hablar con alguien para evitar posibles confusiones, sobre todo cuando trabajo en equipo. Es cuestión de adelantarse a las situaciones en lugar de lamentarse después”. Una respuesta de este tipo nos da la oportunidad de transmitir apertura y sensatez, reconvirtiéndola en algo positivo.
8. ¿Cómo se siente reportando a alguien más joven o a una mujer?
Algunos entrevistadores formulan esta pregunta si detectan que el candidato puede tener algún tipo de prejuicio y desean controlarlo desde el principio. Ante todo deben evitarse afirmaciones que suenen paternalistas o insensibles. La respuesta ha de ser creíble y que no parezca automática. Un ejemplo de respuesta podría ser: “Me gustan las empresas que contratan y promocionan a las personas según sus méritos y la edad o el género a la que vaya a tener que reportar es indiferente”.
Formación
9. ¿Por qué elegiste tus estudios?
En realidad lo que quiere conocer el reclutador con esta cuestión no son detalles personales del candidato, sino si ha aterrizado en ese su sector o especialidad profesional por accidente, por obligación o por vocación. El entrevistador quiere comprobar que el candidato no haya ido cambiando de estudios o de carrera en varias ocasiones por falta de convicción o constancia. Hay que evitar una respuesta en ese sentido.
10. ¿Por qué abandonaste tus estudios?
Cuando el currículum del candidato indica esta circunstancia puede ser interrogado acerca de los motivos que le llevaron a hacerlo. En realidad lo que quiere conocer de nosotros el entrevistador con esta pregunta es nuestro nivel de conformismo o de confort. Si los estudios que se abandonaron no tienen que ver con el puesto al que se opta se puede contestar con tranquilidad que se dejaron los estudios porque se descubrió que no era su verdadera vocación, no te aportaba lo que buscabas o alguna respuesta similar. Si el trabajo si está relacionado con los estudios que se dejaron hay que señalar que se debió a la inmadurez de la edad o, si es el caso, las circunstancias personales que nos forzaron a abandonarlos. Pero siempre señalar que vas a retomarlo (y hacerlo de verdad).
11. ¿Qué cursos o seminarios has realizado en el último año?
Las empresas quieren comprobar si el candidato se recicla, si se preocupa por mejorar profesionalmente y por aumentar su valía. No les gusta el conformismo. Si no se han hecho cursos recientemente, hay que darle un mensaje positivo a la respuesta: no se ha podido hacer por la intensidad del trabajo en el que estábamos ocupados pero se tiene en mente hacerlo ahora (y hacerlo verdaderamente). También se puede destacar si se ha formado en cursos internos en sus anteriores empresas o, incluso, las herramientas o técnicas que se han adquirido de manera informal (fuera de un curso, en el trabajo diario).
12. ¿En qué áreas crees que necesitarías reciclarte?
Con esta cuestión el reclutador busca que el candidato realice un ejercicio de autoanálisis. Lo más socorrido, si los idiomas no son algo clave e imprescindible en el puesto al que se opta, es decir que hay que perfeccionar el nivel de inglés u otras lenguas. En España el nivel medio general no suele ser óptimo y casi siempre es preciso mejorar en este aspecto. Es una respuesta para no tener que incidir en otras lagunas o carencias que puedan ser consideradas más importantes por el entrevistador. Eso sí, siempre hay que explicar que ya se están poniendo o se van a poner los medios para mejorarlo. Nunca hay que contestar aspectos que puedan ser motivos de descarte por su importancia para el puesto al que se opta.
Trabajos anteriores
13. Hábleme de su último puesto de trabajo, ¿qué hacías, cuál era tu función?
En esta cuestión hay que intentar dirigir la descripción de nuestras anteriores ocupaciones profesionales en aquellos aspectos o tareas que más estén relacionadas con el puesto al que se está optando. Se trata de convencerle de que somos el mejor candidato para esa posición.
14. ¿Qué experiencia tienes en relación con este trabajo?
Al igual que en la anterior pregunta, hay que destacar aquellas tareas o responsabilidades que hemos desempeñado con anterioridad y que mejor pueden ser percibidas por el entrevistador para ocupar con eficacia el empleo por el que se está compitiendo en ese proceso de selección.
15. ¿Cuál ha sido la tarea más aburrida que has tenido? ¿Cómo lo realizaste?
En esta pregunta nunca se deben contestar los trabajos similares a los que se desempeñarán en el empleo al que se está optando, sino aquellas que no tengan relación con él.
16. ¿Cuál ha sido la tarea más interesante que has tenido?
Al contrario que en la anterior hay que destacar aquellas relacionadas con la ocupación a la que se aspira o no resaltar las que no tienen nada que ver con ella.
17. ¿Cuáles son los aspectos de tu anterior empresa con los que no estabas conforme?
Ésta es una de las preguntas delicadas en una entrevista de selección. Hay que intentar pasar por ella de puntillas. Nunca se debe criticar directamente a la dirección de tu anterior compañía ni su política de empresa. Pero tampoco tenemos por qué estar de acuerdo con todo si queremos resultar creíbles porque casi todo el mundo tiene algún desacuerdo con estos aspectos.
Se puede contestar, por ejemplo, que no estabas muy conforme con la política de promoción interna o con alguna otra cuestión que esté relacionada con tu cambio profesional, pero nunca aludiendo a ninguna persona concreta de tu anterior empresa y sin ahondar, siendo políticamente correctos. Por ejemplo, “mi anterior compañía no evolucionaba al ritmo del mercado”.
18. ¿Cómo te actualizas a nivel profesional? Cuéntame algo nuevo que hayas tenido que aprender recientemente.
Se puede señalar conocimientos o competencias que se hayan adquirido en cursos de formación recientes o también en el desempeño del anterior trabajo.
19. ¿Cómo era la relación con tu jefe, con los iguales, pares o compañeros, o con los subordinados?
No se debe entrar en ataques, críticas o descalificaciones personales hacia ellos y señalar siempre los aspectos positivos, aunque reconociendo que en el día a día siempre pueden surgir pequeñas diferencias para resultar creíbles en la respuesta. Pero sin profundizar en esos aspectos que puedan ser más negativos.
20. ¿Por qué te marchaste de la empresa o por qué te despidieron?
Cuando
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