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Plan De Nacion

AGG040225 de Mayo de 2013

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Valores ciudadanos

Cultura de la Ciudadanía

Queremos hacer de Guatemala un país de ciudadanos. Soñamos con una nación en la cual los habitantes ejerzamos con responsabilidad y plena conciencia nuestros derechos políticos, civiles y sociales. Entendemos que para eso es indispensable entender a cabalidad cuáles son nuestros derechos e igualmente las obligaciones que éstos conllevan.

Principios de la Cultura de la Ciudadanía

Soñamos con una nación en la cual ejercemos, con responsabilidad y plena conciencia, tanto nuestros derechos como nuestras obligaciones ciudadanas, comprometiéndonos plenamente con nuestro país.

1. GUATEMALA, mi país

Debo ser digno representante y servidor de mi país.

2. CIUDADANÍA, ejercicio de responsabilidad

Me involucro en la construcción de una nueva Guatemala.

3. PARTICIPACIÓN, movimiento dinámico de vida

Exige mi presencia, acciones y pensamientos.

4. SOLIDARIDAD, apoyo ciudadano para avanzar

Promuevo soluciones para el desarrollo.

5. RESPETO, por encima de las diferencias

Actúo con base en la dignidad de la persona humana.

6. INCLUSIÓN, que nadie quede atrás

Valoro la unidad sobre las diferencias.

7. JUSTICIA, base de la convivencia

Ejerzo responsablemente mis derechos y respeto los derechos de los demás.

8. TOLERANCIA, para vivir en armonía

Manifiesto mis ideas y respeto la expresión de los demás.

9. PAZ, resultado de la satisfacción del bien común

Siembro armonía, acciones éticas y convivencia pacífica.

10. IDENTIDAD, Guatemala es una y solidaria

Pertenezco a una nación pluricultural, multiétnica y multilingüe.

El respeto

El Respeto es una de las bases sobre la cual se sustenta la ética y la moral en cualquier campo y en cualquier época. Tratar de explicar que es respeto, es por demás difícil, pero podemos ver donde se encuentra.

El respeto es aceptar y comprender tal y como son los demás, aceptar y comprender su forma de pensar aunque no sea igual que la nuestra, aunque según nosotros está equivocado, pero quien puede asegurarlo porque para nosotros; está bien los que están de acuerdo con nosotros, sino lo están; creemos que ellos están mal, en su forma de pensar, pero quien asegura que nosotros somos los portadores de la verdad, hay que aprender a Respetar y aceptar la forma de ser y pensar de los demás.

Pero no solo a las personas se les debe el respeto más profundo sino todo aquello que nos rodea, a las plantas y animales, a la pequeña hormiga y la gran ballena, a los ríos, lagos y mares. Todo como parte de la creación se lo merece.

Es aceptar y comprender al humilde y al engreído, al pobre y al rico, al sabio y al ignorante, es por pequeña o grande que sea, física, moral o intelectualmente situarla en el mismo lugar de comprensión y comprender su forma de ser pues se comprende que ese ser humano se merece toda tu atención, no importando su condición.

Si ahora hizo mal o está mal, respétala y trata de enseñarle el camino recto, nunca queriendo imponerlo, solo enséñale el camino e invítalo a recorrerlo, pero siempre, respetando su decisión de recorrerlo o no.

Porque esto, cada quien es un alma libre y tú al igual que lo hace el cielo debes de darle libre albedrío a esa alma, en el camino de la evolución debe recorrer su propio camino, mira qué grande es dios como quiera que lo concibas, deja que actúes a tu completa libertad te respeta como lo más sagrado ,ah pero eso si antes de actuar paras bien o para mal te dice las consecuencias de tus actos y de ti es toda la libertad de actuar a tu propia decisión sabiendo de antemano las consecuencias de tus actos, por eso no es propio reclamar al cielo por que nos castiga cuando obramos mal, analícelo.

Pero. ¡ Que pobre alma es aquella que no puede respetar, al los animales y a las plantas, a los ríos y lagos, al más humilde de los hombres, al pequeño que camina delante de él, a la mujer con la que comparte su vida, a aquellas con las que se relaciona, al hombre que lo cree menos por n tener incapacidades físicas, al basurero que por sucio y humilde que sea su trabajo, sin el su vida sería un basurero, al engreído porque gracias al conocerlo puedes evitar ser como él, al colérico, porque puedes comprender la importancia de saberse controlar, al feo porque te ayuda a comprender que la belleza se encuentra en el alma, al ignorante porque sabes que es el comienzo de la sabiduría ! .

Pero a veces se pierde el respeto a alguien ya sea porque lastimo a alguien de cualquier forma o por varias razones, casi se es inevitable, pero a lo que concierne este comentario, es solo para mencionar que cuando algo así pasa, se debe mantener ese respeto hasta donde sea prudente conservarlo si se tiene que actuar de una forma por demás imperiosa para resolver ese asunto aunque sea, algo reprochable ante los demás, hágalo, si en verdad intento, varios medios y no logro esa armonía, haga lo que tenga que hacer, que en nada es reprochable pues se tiene el derecho de tratar de convivir en paz, y si no hay otra opción, el cielo sabrá perdonar. Espero este comentario no sea mal interpretado pues es muy susceptible de entenderse mal, pero espero me entienda.

El respeto, debe ser nuestra relación con los demás, sería una agradable forma de conducirse por la vida, pero aunque lo parezca, respetar a los demás es relativamente difícil. Por la forma en que se nos ha educado a relacionarnos con los demás, que a veces tritura esta virtud desde sus comienzos, pero trate de cultivar en su corazón el respeto, poco a poco, aliméntelo con el ejercicio constante de la misma, y vera lo bien que se sentirá consigo mismo, a veces tambaleara, y pensara que no lo logra, pero manténgase firme, y al final el cielo sabrá recompensar su esfuerzo, hay tanto en la palabra de respeto y en su ejercicio, que preferiría lo meditara usted mismo y saque sus propias conclusiones, pues ellas se merecen toda su atención.

La Honestidad

Con toda seguridad, una de las cualidades que más buscamos y exigimos de las personas es la honestidad. Este valor es indispensable para que las relaciones humanas se desenvuelvan en un ambiente de confianza y armonía, pues garantiza respaldo, seguridad y credibilidad en las personas.

No debemos olvidar que, los valores deben primero vivirse personalmente, antes de exigir que los demás cumplan con nuestras expectativas.

Recordemos que el valor de la honestidad:

Es una forma de vivir congruente entre lo que se piensa y la conducta que se observa hacia el prójimo, que junto a la justicia, exige en dar a cada quién lo que le es debido.

La persona que es honesta puede reconocerse por:

• Ser siempre sincero, en su comportamiento, palabras y afectos.

• Cumplir con sus compromisos y obligaciones al pie de la letra, sin trampas, engaños o retrasos voluntarios.

• Evitar la murmuración y la crítica que afectan negativamente a las personalidad de los demás.

• Guardar discreción y seriedad ante las confidencias personales y secretos profesionales.

• Tener especial cuidado en el manejo de los bienes económicos y materiales.

Parte importante de nuestro esfuerzo personal para mejorar este valor, es reflexionar en nuestra actitud habitual hacia la honestidad:

• ¿Aprovecho el tiempo trabajando con intensidad? y profesionalmente evito aparentar ocupación para no recibir llamadas de atención?

• ¿Cumplo con la promesa de no revelar confidencias recibidas, sean personales o profesionales?

• ¿Evito aprovecharme de la ignorancia, el descuido, las debilidades o el exceso de confianza de los demás?

• ¿Devuelvo con oportunidad y en buen estado, todo lo que he recibido en préstamo?

• ¿Reparo el daño causado a los bienes ajenos por mi descuido o pereza?

• ¿Rechazo toda murmuración o comentarios que afecten a la reputación de los demás?

• ¿Procuro hablar siempre bien de las personas?

• ¿Es mi comportamiento igual con todas las personas y en todo lugar?

Para vivir con más cuidado y esmero el valor de la honestidad, es de gran utilidad poner en práctica las siguientes acciones:

• Debes ser fiel a tus promesas y compromisos por pequeños que puedan parecer.

• Lleva con claridad el manejo que haces del dinero, sin buscar quedarte con una parte alterando las cuentas, inventando gastos o argumentando extravíos.

• Si adquieres una deuda págala con oportunidad. No te escondas ni te molestes por el cobro, pues en justicia debes cumplir con ese compromiso.

• Aléjate de la pereza y cumple con tus deberes, así no tendrás necesidad de dar pretextos o mentir para encubrir tu falta de responsabilidad.

• Habla siempre con la verdad. No inventes ni exageres cosas sobre tu persona o sobre los demás. Lo mismo ocurre ante los problemas, situaciones laborales o de la vida cotidiana.

• No reveles aspectos negativos de la personalidad de los demás, aunque no te hayan pedido guardar el secreto, pues podrías caer en la murmuración, calumnia o difamación.

• Acepta serenamente los errores y fallas que has cometido, así como sus consecuencias; rectifica, y si

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