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Principio Antropico


Enviado por   •  25 de Junio de 2014  •  3.084 Palabras (13 Páginas)  •  265 Visitas

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¿Está hecho el Universo para el hombre? Sobre el Principio Antrópico

Mariano Artigas

Cfr. El hombre a la luz de la Ciencia, Libros MC. 1992

Sumario

El lugar de la Tierra en el universo.- Vivimos de milagro.- ¿Otras formas de vida?.- El principio antrópico.- Críticas al principio antrópico.- Ciencia y teleología.- El paradigma científico vigente.- Ciencia y creencia.- La objetividad científica.

Las condiciones físicas que hacen posible la vida humana son enormemente específicas. ¿Son el resultado de un proceso necesario?, ¿demuestran que existe un plan superior?

Estos interrogantes constituyen un aspecto de la pregunta, vieja pero siempre actual, sobre el puesto del hombre en el cosmos. En nuestra época, han dado lugar a discusiones que se centran en torno a lo que se ha denominado el principio antrópico. Este principio ha provocado polémicas y se ha interpretado de modos diversos. De algún modo, es un eco de la sensación clara de que el hombre ocupa un lugar rector en el mundo. La novedad estriba en que ahora es posible concretar esa sensación mediante conocimientos científicos detallados.

El lugar de la Tierra en el universo

¿Ocupa la Tierra un lugar privilegiado en el universo? Así se creyó en la antigüedad. Se pensaba que la Tierra estaba quieta en el centro del universo, y esta idea parecía ir de acuerdo con el puesto central que el hombre ocupa en el mundo.

Sin embargo, el geocentrismo recibió un primer golpe cuando se publicó en 1543 la teoría heliocéntrica del canónigo polaco Nicolás Copérnico. En su modelo del sistema solar, la Tierra giraba alrededor del Sol, como los demás planetas. La mecánica de Isaac Newton, publicada en 1687, proporcionó una explicación científica de ese hecho, a través de las leyes que determinan el movimiento de los cuerpos.

Más tarde se supo que el Sol es una estrella más entre otras. Por fin, en el siglo XX, la perspectiva se extendió a una escala mucho mayor. En efecto, Edwin Hubble demostró en 1925 que existen galaxias diferentes de la nuestra. La conclusión es que vivimos en un planeta que gira alrededor del Sol, el cual es una entre los miles de millones de estrellas de nuestra galaxia, la cual es, a su vez, una entre los miles de millones de galaxias que hay en el universo. Parece, por tanto, que somos unos seres perdidos en la inmensidad. Sin embargo, ésta no es toda la historia, ni mucho menos. La ciencia tenía preparadas nuevas sorpresas.

Vivimos de milagro

A pesar de todo, realmente nos encontramos en un lugar privilegiado. Por ahora, no conocemos otro que se le parezca. La Tierra es un paraíso para la vida, puesto que su atmósfera tiene un 20 por ciento de oxigeno, y una capa de ozono que protege de las radiaciones perjudiciales. Los valores de la temperatura y la presión oscilan dentro de un estrecho margen y son bastante moderados. Hay agua en la superficie, y otras condiciones físicas y químicas a las que estamos acostumbrados, que sin embargo son bastante especiales y únicas, por lo que sabemos.

Tales condiciones son el resultado de procesos muy singulares. Dependen de leyes físicas altamente específicas. Si la fuerza de la gravedad fuese un poco mayor de lo que en realidad es, las estrellas consumirían rápidamente su hidrógeno; en consecuencia, el Sol no habría existido de modo estable y durante un tiempo suficiente como para permitir el desarrollo de la vida que conocemos. Si la gravedad fuese algo menor, el Sol sería demasiado frío, y el resultado hubiese sido igualmente funesto para la vida.

La intensidad de las fuerzas básicas, que determinan el mundo en el que vivimos, dependen de las circunstancias del universo primitivo. La vida, tal como la conocemos, está relacionada con los resultados de la Cosmología, que estudia el origen del universo. Por ejemplo, la expansión del universo parece depender de la relación que existía entre el número de fotones y el de partículas nucleares en una fase primitiva del universo. Si la expansión fuese más rápida, no se habrían formado las estrellas, y por tanto no existirían el Sol ni la Tierra. Algo semejante sucede con los valores de ciertas magnitudes básicas de la Física. Si se alterase ligeramente la relación entre las masas del protón y del neutrón, de modo que el protón fuese más pesado que el neutrón, los átomos de hidrógeno no serían estables. Como el hidrógeno constituye las tres cuartas partes de la materia conocida, el universo sería muy diferente. Los ejemplos pueden multiplicarse.

Incluso vivimos en una época privilegiada de temperaturas moderadas. La cantidad de calor que recibimos del Sol depende del tamaño y de la forma de la órbita de la Tierra, así como de la inclinación de su eje. Estos factores cambian con el tiempo y provocan grandes cambios de temperatura, como ha sucedido en las glaciaciones. La fase actual es, en conjunto, una auténtica primavera.

En definitiva, la vida humana es posible gracias a la coincidencia de muchos factores que remiten, en último término, al universo primitivo. Vistas así las cosas, vivimos de milagro.

¿Otras formas de vida?

¿Existe vida en otros lugares del universo?, ¿puede darse una vida diferente de la que conocemos?

Hay tantos miles de millones de estrellas, que puede parecer presuntuoso pensar que sólo hay vida en la Tierra. ¿Es así? La verdad es que no sabemos casi nada sobre ello. Roman Smoluchowski, del Consejo de Ciencias del Espacio de los Estados Unidos, y destacado especialista en el estudio del origen y evolución de los planetas, ha escrito al respecto: «Las diferentes ecuaciones que se han propuesto para calcular la probabilidad de que exista vida, y especialmente vida inteligente, en otros sistemas planetarios sólo sirven para poner de relieve las profundas incertidumbres que tenemos acerca de la vida y de su evolución. Dependiendo de las preferencias personales, los científicos adoptan, para las diversas cantidades y probabilidades que aparecen en esas ecuaciones, valores que pueden ser centenares, miles o millones de veces diferentes de los adoptados por otros» '.

¿Hay otras formas de vida? Veamos de nuevo lo que escribe Smoluchowski: «Todavía no se ha contestado de manera decisiva a la pregunta de si podrían existir otras formas de vida bajo otras condiciones, pero la respuesta probablemente será negativa».

Existen opiniones diferentes. En la ciencia ficción, aparecen incluso vivientes bajo formas gaseosas. Hay también científicos que proponen la existencia de otros universos. No parece

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