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Prometeo


Enviado por   •  12 de Noviembre de 2014  •  Tesis  •  1.132 Palabras (5 Páginas)  •  169 Visitas

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INTRODUCCION:

Prometeo mas que un benefactor, fue como el creador de la humanidad; titán poderoso que devolvió a los hombres el fuego que les calienta e ilumina, desafiando al hacerlo la tiránica crueldad de Zeus, quien había apagado el fuego como parte de su plan de exterminio total de la humanidad. Hazaña heroica de Prometeo al devolver el fuego, elemento vital, y con este la existencia de los hombres .

Lo divino el dios, siempre omnipotente. El hombre por su parte cargo con el peso abrumador de su impotente ignorancia frente a una naturaleza extremadamente compleja, que esconde celosamente los secretos de la composición y evolución del ser, secretos que solo algunos dioses conocen. El robar el fuego divino; la palabra capaz de formular las leyes de quienes rigen el ser del hombre de la naturaleza, equivale a construir un puente que lleve al simpe mortal de su impotente ignorancia al terreno de lo omnisciente y comunicable. Tiene sentido elegir al Prometeo-Moises metafóricamente dador de la palabra que revela misterios, como guía que dirigía los pasos en la difícil misión de trazar limites que nos manifiestan la invisibilidad del inconsciente, invisibilidad terapéutica que es lo que se trata aquí. Limites que se trazan con fragmentos de palabras y de textos. Prometeo no tan solo devolvió el fuego a los mortales sino que además les enseño las artes y las ciencias articuladas y transmitidas a través de la palabra. La palabra facilita la difícil labor de comunicar, al si mismo y al otro, el contenido de deseos, sentimientos, percepciones y tantas otras cosas: actos y experiencias que son esenciales para la vida.

El lenguaje fuego semántico y privilegio de los dioses, llego un Prometeo primordial para iluminar las tinieblas en las que se bate el conocimiento precario de la naturaleza y de la realidad. Sin embargo igual que el Prometeo del mito cargando a través de su eternidad pedazos de cadenas y de la roca a la que estuvo inmovilizado durante treinta mil años, el lenguaje cargo consigo pedazos corroídos de esas tinieblas que envolvían y envuelven todavía al reino de las cosas escondiendo y deformando las percepciones de lo real. Esas cosas necesarias que se encuentran por el mundo de lo cotidiano y por el mundo del deseo y del sueño. Debemos mantener vivo el fuego que ilumina las tinieblas que nos ocultan la verdadera esencia de lo cotidiano. Se debe evitar que ese fuego se enfrie y se cosifique, ya que se perdería la capacidad de ver mas allá de lo que esta frente a uno y el lenguaje, en vez de fuego que calienta e ilumina, seria una cosa amontonada y perdida entre otras cosas. Es decir que hay que interrogar sobre la estructura y la función del lenguaje, el fuego que utilizamos para iluminar nuestra percepción y nuestra representación de la cosa y el otro. De ese otro que en nuestro caso debemos llegar a conocer si es que esperamos llegar a tratarlo terapéuticamente. Hay que aprender a utilizar la palabra de la misma manera que los antepasados debieron aprender a utilizar el fuego, a no tocarlo ya que el contacto directo con el fuego quema y mantener distancia optima. Esto equivale a que hay que aprender a utilizar la palabra de manera que ilumine las sombras del desconocimiento, a ver la palabra de

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