Que Es El Hombre

En la aportación anterior hemos develado algunas respuestas que diversos pensadores han dado ante la cuestión ¿Qué es el hombre? No obstante, tal pregunta planteada por Kant no ha quedado únicamente en la época que ha vivido sino que ha traído consigo una serie de respuestas por parte de algunos pensadores modernos como Hegel y Marx, así como también Feuerbach y Nietzsche, los cuales han dado otra óptica a dicha cuestión.

III Hegel y Marx

El sistema de Hegel ha favorecido la desposesión de la persona humana concreta en favor de la razón del mundo, de sus procesos dialécticos y de sus formaciones objetivas, la persona se presenta en continua dialéctica, como un desenvolverse de lo estético a lo ético y de aquí a lo religioso; por otro lado, en Marx, quien penetra en la realidad de la sociedad humana, considera su desarrollo a través de la dialéctica hegeliana, pero no a modo de Hegel sino a través de la transformación de la economía común en propiedad privada y de ésta en socialismo.

Hegel manifiesta su concepto de hombre a partir de la razón del mundo, para él “el hombre no es más que el principio en que la razón del mundo llega a su autoconciencia plena y, con ello, a su consumación; todas las contradicciones que se dan en la vida y en la historia de los hombres no conducen a la problemática antropológica sino que se explican por una mera astucia de que se vale la idea para llegar a su propio colmo mediante la superación de la contradicción”[1]. Por tanto, según Hegel la cuestión kantiana ¿Qué es el hombre? Es respondida en forma definitiva, pero, según Buber ha sido opacada, ya que Hegel no habla de un concepto general de hombre sino de cada hombre. Así también, Buber manifiesta que la pregunta hecha por Kant ¿Qué puedo saber? Con Hegel no habrá límite alguno para lo que el hombre puede saber, dado que según la idea, el hombre lo sabe todo. Asimismo, el hombre moderno que, a partir de la revolución copernicana se sentía invadido por el terror y fuera del mundo cósmico, en Hegel tiene un lugar seguro a través de lo que el llamó tiempo, en el tiempo el hombre “podrá, ahora, encontrar sosiego; y si el cosmos no se hace familiar su corazón por su inmensidad infinita y por su pequeñez infinita, el orden seguro de la historia lo acoge hogareñamente, pues no es ella más que la realización del espíritu”[2].

Por otro lado, Buber manifiesta que Marx ha realizado frente al método de Hegel una reducción sociológica. por ello, Marx pretende ofrecer a los hombres de su tiempo no una imagen del mundo sino una imagen de la sociedad: “la imagen del camino a través del cual podrá llegar la sociedad humana a su perfeccionamiento”[3]. En lugar de la idea o de la razón del mundo hegeliano, tenemos las humanas, es decir, las relaciones de producción, lo que resulta la trasformación de la sociedad. Tales relaciones son para él, lo esencial, aquello de donde arranca y adonde nos vuelve a conducir; para él, no hay ningún otro origen ni ningún otro principio. Por tanto, para Marx el mundo del hombre es la sociedad, el hombre es producción y transformación.

De esta forma, podemos ver que Marx toma la dialéctica de Hegel, pero difiere con él en la idea del “cada hombre”, dado que propone una concepción del hombre a partir de la colectividad, de unas “relaciones de producción”, afirmando que el hombre es trabajo y es por esta actividad que se hace más persona.

IV Feuerbach y Nietzsche

Buber expresa que la reducción sociológica de Marx ha sido precedida por la reducción antropológica de Feuerbach, éste afirma que el punto de arranque de la filosofía está en el “hombre entero”, tal y como lo expresa en su obra Los principios de la filosofía del porvenir (1843) “no el espíritu absoluto, es decir, abstracto, no, para decirlo en una palabra, la razón en abstracto, sino el ser real y entero del hombre”[4]. Feuerbach fundamenta su postura a partir del capítulo dos del Génesis, en el cual se manifiesta la existencia de un mundo, el

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