Que Es Pensar De John Dewey
taniiamontze30 de Agosto de 2012
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¿Qué es pensar?
John Dewey 1. Diferentes significados del pensamiento
La mejor manera de pensar
Nadie puede decirle a otra persona cómo debe pensar, del mismo modo quenadie debe instruirlo en cómo ha de respirar o hacer que circule su sangre. Noobstante, es posible indicar y describir a grandes rasgos las distintas maneras en quelos hombres piensan realmente. Algunas de ellas son mejores que otras y se puedenenunciar las razones por las cuales son mejores. Quien comprende cuáles son lasmejores maneras de pensar y por qué son mejores puede, si lo desea, modificar supropia manera de pensar para que resulte más eficaz, es decir, para realizar mejor eltrabajo que el pensamiento es capaz de realizar y que otras operaciones mentales nopueden llevar a cabo con la misma eficacia. La mejor manera de pensar que seexaminará en este libro se denomina pensamiento reflexivo; es decir, el tipo depensamiento que consiste en darle vueltas a un tema en la cabeza y tomárselo enserio con todas sus consecuencias. Antes de ocuparnos de este tema fundamental,sin embargo, pasaremos brevemente revista a otros procesos mentales a los que aveces se da el nombre de pensamiento.
La corriente de la conciencia
Siempre que estamos despiertos, y a veces también cuando estamosdormidos, hay algo -como solemos decir- que nos viene a la mente. Si ocurre cuandodormimos, a este tipo de secuencias las llamamos «soñar». Pero tambiénexperimentamos ensoñaciones, ensimismamientos, construimos castillos en el aire ysomos asaltados por corrientes mentales aún más vanas y caóticas. A veces a estaincontrolada corriente de ideas que pasan por nuestra mente se le da el nombre de«pensamiento». Es automático y no está regulado. Más de un niño ha intentado«detener el pensamiento», es decir, detener ese proceso de estados mentales. Peroes inútil. Una parte de nuestra vigilia, mayor que la que casi todos estaríamosdispuestos a admitir, la pasamos en este ocioso vagabundeo por escenas mentales,recuerdos fortuitos, placenteras pero infundadas esperanzas, revoloteos constantese impresiones a medio desarrollar. De aquí que quien ofrece a
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Que alguien piense en una nube como si fuera una ballena o un camello -en elsentido de «fantasear»- no obliga a nadie a sacar la conclusión de que la personaque tiene esa idea querría cabalgar en el camello extraer aceite de la ballena. Perocuando Colón «pensó» que el mundo era redondo, en el sentido de que «creyó queasí era», él y sus seguidores se comprometieron con otra serie de creencias yacciones: con creencias acerca de las rutas hacia la India, acerca de qué pasaría silas carabelas viajaban por el Atlántico hacia el Oeste, etcétera, precisamente de lamisma manera en que el hecho de pensar que el mundo era plano había llevado aquienes sostenían tal cosa a creer en la imposibilidad de la circunnavegación y enque la tierra terminaba en las regiones de la pequeña parte civilizada que loseuropeos ya conocían, etcétera.El pensamiento anterior, la creencia en la naturaleza plana de la tierra, nocarecía de fundamento en la evidencia; se basaba en lo que los hombres podían verdentro de los límites de su visión. Pero no se examinó atentamente esta evidencia,no se buscaron nuevas evidencias. En última instancia, la creencia se apoyaba en lapereza, la inercia, la costumbre, la ausencia de valor y energía para la investigación.La creencia posterior se apoya en el estudio cuidadoso y amplio, en la voluntariaampliación del área de observación, en el razonamiento sobre las conclusiones apartir de concepciones alternativas con el fin de averiguar qué sucedería en caso deadoptar una u otra creencia, A diferencia del primer tipo, de pensamiento, hay enéste un encadenamiento ordenado de ideas; a diferencia del segundo, una voluntadde control y una finalidad; a diferencia del tercero, examen, análisis e investigaciónpersonales.Porque no aceptó ciegamente la teoría tradicional en boga, porque dudó einvestigó, precisamente por eso, llegó Colón a ratificar su pensamiento. Escépticorespecto a todo lo que, por puro hábito, se consideraba lo más seguro, y teniendo feen lo que parecía imposible, continuó pensando hasta que pudo deducir algunaprueba, tanto de su confianza como de su incredulidad. Aun cuando su conclusiónterminara por ser errónea, habría sido un tipo de creencia diferente de aquella a laque se oponía, pues se había llegado a ella por un método distinto. Lo que constituyeel pensamiento reflexivo es el examen activo, persistente y cuidadoso de todacreencia o supuesta forma de conocimiento a la luz de los fundamentos que lasostienen y las conclusiones a las que tiende. Cualquiera de las tres primeras clasesde pensamiento puede evocar este último tipo; pero, una vez en marcha, éste incluyeun esfuerzo voluntario y consciente para establecer la creencia sobre una firme basede evidencia empírica y de racionalidad.
2. El factor capital del pensamiento
La sugerencia de algo no observado
Sin embargo, entre las operaciones que se acaban de esbozar no hay líneasdivisorias tajantes. El problema relativo a la adquisición de hábitos de reflexióncorrectos sería mucho más sencillo si las diferentes modalidades de pensamiento noestuvieran imperceptiblemente relacionadas entre sí. Hasta aquí hemos tenido encuenta ejemplos más bien extremos de cada clase, a fin de desbrozar el camino.Invirtamos ahora la operación y consideremos un caso de pensamiento rudimentario,entre el cuidadoso examen deja evidencia y un mero e irresponsable flujo defantasías. Imaginemos un hombre que camina en un día caluroso. El cielo estabaclaro la última vez que él lo había observado; pero ahora advierte, a pesar de estarmás atento a otras cosas, que el aire es más fresco. Se le ocurre que probablementellueva; al levantar la vista, ve una nube negra que está ocultando el sol y acontinuación aprieta el paso. ¿A qué se puede llamar pensamiento en esta situación,si es que hay algo que merezca tal nombre? Ni el acto de caminar, ni la percepcióndel frío, son pensamiento. Caminar es una orientación de la actividad; mirar y percibirson otras modalidades de la actividad. Sin embargo, la probabilidad de lluvia es algosugerido. El caminante siente el frío; primero piensa en las nubes, luego mira y laspercibe, y más tarde piensa en algo que no ve: una tormenta. Esta posibilidadsugerida es la idea, el pensamiento.Si se cree en ella como en una auténtica posibilidad, estamos en presencia dela clase de pensamiento que se incluye en el ámbito del conocimiento y que requiereconsideración reflexiva.Hasta cierto punto, se produce la misma situación cuando alguien que mirauna nube recuerda una cara o una figura humana. En ambos casos -el de la creenciay el de la fantasía- el hecho de pensar implica el de advertir o percibir, seguido dealgo más que no se observa, pero que viene a la mente, sugerido por lo percibido.Una cosa, como suele decirse, nos lleva a la otra. Sin embargo, junto a este factor deconcordancia, hay en ambos casos de sugerencia un factor de acusadadiscrepancia. No creemos en la cara que la nube sugiere, no tenemos en modoalguno en cuenta la probabilidad de que se trate de un hecho concreto. No haypensamiento reflexivo. El peligro de lluvia, por el contrario, se nos presenta como unaauténtica posibilidad, pues es un hecho de la misma naturaleza que el fríoexperimentado. Dicho de otra manera, no consideramos que la nube signifique oindique una cara, sino que, simplemente, la sugiere, mientras que sí consideramosque el frío puede significar lluvia. En el primer caso, al ver un objeto, nos limitamos apensar, como suele decirse, en algo más; en el segundo caso, consideramos la
posibilidad y la naturaleza de la conexión entre el objeto percibido y el objetosugerido. La cosa percibida es considerada en cierto modo como el fundamento o labase de la creencia en la cosa sugerida; posee la cualidad de evidencia.
La función de significar
Esta función, por la cual una cosa significa o indica otra y nos conduce así aconsiderar hasta qué punto puede concebirse como garantía de la creencia, en laotra, es, pues, el factor capital de todo pensamiento reflexivo o característicamenteintelectual. Recordando distintas situaciones en que se aplican términos cornosignifica e indica, el estudiante puede aprehender por sí mismo los hechos realesdenotados. Son sinónimos de estos términos: «señala», «habla de», «anuncia»,«pronostica», «representa», «simboliza», «implica»
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. También decimos que unacosa segura otra, presagia otra, o es un síntoma, o bien una clave de ella, o (si laconexión es muy oscura) que da un indicio, contiene una insinuación o unasugerencia. La reflexión no se confunde con el mero hecho de que una cosa indiqueo signifique otra cosa. La reflexión comienza cuando comenzamos a preguntamospor la veracidad, por el valor, de una indicación cualquiera; cuando tratamos deprobar su autenticidad y de ver qué garantías hay de que los datos existentesseñalen realmente la idea sugerida, de modo tal que justifique la aceptación de estaúltima.
La reflexión implica la creencia en la evidencia
La reflexión, por tanto, implica que se cree en algo (o no se cree en algo), nopor ese algo en sí mismo, sino a través de otra cosa que sirve de testigo, evidencia,prueba, aval, garante; esto es, de fundamento de la creencia. En una ocasión, sesiente realmente o se experimenta directamente la lluvia; en otra oportunidad,inferimos que ha llovido a partir de la apariencia del césped y los árboles, o de queestá a punto de llover,
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