¿Qué es el amor?

¿Qué es el amor?

Platón, un personaje que sin duda alguna tenía una opinión acerca de todo, dijo alguna vez que el conocimiento es un don divino de los poetas. A través del tiempo, distintos autores han dicho muchas verdades sin saber lo que en realidad están diciendo. Se dice que el amor es la trama por excelencia en todas las artes habidas y por haber, un universo lleno de innumerables posibilidades creativas, por lo que a lo largo de este ensayo haré hincapié entre algunas de las definiciones que han expuesto algunos de los tantos autores acerca de este tema, la mayoría encontradas entre las páginas de sus obras más íntimas y profundas. No menos importante, creo oportuno subrayar que, una de las funciones de la literatura ha de ser encargarse de darnos frases memorables que nos ayuden a comprender mejor el mundo, poder darle nuestra propia interpretación a la realidad y no tomar la de otros, así como a veces solemos hacer.

Después de leer una gran variedad de artículos respondiendo a la pregunta ¿Qué es el amor según grandes escritores?, me di la tarea de elegir entre las distintas ideas establecidas, aquellas que creí son importante considerar. A continuación, presentaré en forma de línea del tiempo las varias definiciones que le dan al amor y que me parecieron acertadas y francamente interesantes.

Aristóteles (384 a.C. - 322 a.C.), un científico, filósofo y lógico de la Antigua Grecia cuyas ideas han ejercido una enorme influencia sobre la historia intelectual, dice que “El amor se compone de una sola alma que habita en dos cuerpos”.

Antoine de Saint-Exupéry (1900 - 1944), un aviador y escritor, autor de la famosa obra El principito, escribió en Vuelo nocturno que “El amor no consiste en mirarse el uno al otro, sino en mirar hacia afuera en la misma dirección”.

Anaïs Nin (1903 - 1977), una escritora estadounidense nacida de padres cubano-españoles, en sus cartas a Henry Miller escribe: “¿Qué es el amor sino la aceptación del otro, lo que sea que el otro sea?”.

Henry Charles Bukowski (1920 - 1994), un escritor y poeta estadounidense nacido en Alemania, dice que “El amor es parecido a cuando ves una niebla en la mañana cuando despiertas antes de que salga el Sol. Es sólo un pequeño momento, y luego desaparece… El amor es una niebla que se incendia con la primera luz del día de la realidad”.

A pesar de las varias definiciones que podemos encontrar, dentro de mí hay una sensación de inconformidad e incompletud con respecto a lo que todos ellos (entre muchos otros) tienen que decir al respecto, por lo que esto me ha llevado a plantearme la misma pregunta, de otro modo, pues ahora me corresponde responder en primera persona, ¿qué es el amor para mí? La verdad es que, al tratarse de un termino tan complejo, me cuesta expresar lo que siento que el amor es. No obstante, me parece es mucho más fácil explicar lo que no creo que es, a intentar explicar lo que creo que es.

Con lo que a mí respecta, el amor no es colocar por encima a alguien más antes que uno mismo, pues no sólo es inmoral, sino que debería de ser algo imposible de considerar, de siquiera pensarlo. El amor no es sufrir por ver a los demás con una sonrisa en el rostro, hacer lo que se nos dicta, pues no amamos a las personas por lo que hacen por nosotros ni por lo que hacemos por ellas, las amamos por sus valores y virtudes que han alcanzado y fraguado poco a poco por mérito propio con su actitud, carácter y personalidad. No se ama sin causas ni se puede amar a todo el mundo indiscriminadamente, sólo se ama a aquellos que se lo merecen. Todo aquel que quiera amor, debe tomar responsabilidad y corregir sus flaquezas o sus fallas, luchar por lo que de verdad quiere, para así poder hacerse merecedor. Eso sí, nadie puede esperar lo inmerecido, pues querer es poder, únicamente hace falta tomar las riendas de nuestra propia vida y ver por lo que queremos para nosotros. Desafortunadamente son pocos los que son dignos del amor, sin embargo, está abierto a todos el poder hacerse dignos de él. Si nos interesa uno siempre encontrará la manera, mientras que, de otro modo, siempre encontraran la excusa perfecta para no comprometerse con lo que les compete.

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