Recensión Los posibilismos de la Teoría del caos por Antoni Colom.

CAPÍTULO 6. Antoni J. Colom

Profesora: Serrana Bornia.

4to. Año A. Magisterio

Paulo Freire.

        Hoy en día cuando se hace referencia a educación se debe tener presente que sus bases epistemológicas son endebles pues en el campo educativo se manejan diversas concepciones que responden a distintos paradigmas.

        Por más que se pregone que estamos en el paradigma de la complejidad, lo cierto es que seguimos estando en una base epistemológica tradicional. Se intenta innovar, en las prácticas educativas, pero lo cierto es que los docentes  terminan por aferrarse a los métodos tradicionales por la seguridad que estos brindan  al momento  de enseñar. Esto  se relaciona con la biografía escolar, según Susana Savé, los docentes son el producto de un largo proceso formativo y de socialización, el que les permitió ir integrando supuestos, creencias, teorías científicas. En ese proceso como alumnos fueron conformando concepciones propias, bajo la influencia de su formación educativa, y esto de algún modo condiciona a maestros y profesores al momento de presentar propuestas de enseñanza.

        Una de las discusiones más polémicas dentro de la educación es la dicotomía que existe entre teoría  y práctica que expone  el capítulo estudiado y busca dar una explicación a través de la teoría del caos. Esta nos presenta un modelo crítico y demoledor de la tradición, permitiendo nuevas formas de pensar la realidad, implica el no adoptar dogmas y normas preestablecidas. Esta visión caótica del mundo nos presenta una realidad compleja, dinámica y cambiante. La cual produce un desequilibrio y abre nuevas perspectivas que no escapan al conocimiento, sino que forman parte de él y pone en tela de juicio cualquier concepción elaborada con anterioridad.

        Según Antoni J. Colom la teoría del caos nos proporciona una epistemología revolucionaria. El hombre siempre ha perseguido el orden, ante una situación caótica, trata de encontrar por medio del saber el equilibrio de la realidad.

        De acuerdo con el autor la teoría del caos destruye las teorías educativas actuales, desacredita sus planteamientos, pues a lo largo del capítulo se puede visualizar como en realidad lo que se presenta como un orden estático y sistemático, es en  realidad complejo sujeto a sucesivas trasformaciones, falseando las teorías  existentes.

        Ante este planteamiento no se ha de olvidar que la Investigación Educativa sufre un proceso de divergencia pues por un lado están las cuestiones teóricas y por otro los planteamientos prácticos, pues aquellos que teorizan no consideran las cuestiones  prácticas, no conocen la interna del aula, y mucho menos practican sus teorías. Lo mismo sucede con aquellos que practican, no toman en consideración la teoría, pero tampoco logran articular teoría y práctica. Dicha situación puede explicar el divorcio que se produce entre ambas, esto está influenciado por el régimen burocrático del sistema cuyo accionar administrativo condiciona el saber educativo.

        Está teoría propone la posibilidad de construir el conocimiento educativo de igual forma que logra la construcción del conocimiento en el niño. Para ello se debe erradicar las teorías  establecidas, y por consiguiente se elimina de la misma manera las prácticas, esto permite reformular teoría y práctica. Para lograr la articulación de ambas es necesario que se rijan por una misma base epistemológica, ya que es indispensable que la práctica parta  del conocimiento pero a su vez esta debe posibilitar la extracción del mismo.

        En la actualidad lo que se observa en las aulas difiere completamente de la realidad teórica, no existe ninguna teoría que refleje esta realidad, pues el mundo escolar es caótico, colmado de particularidades y muchas veces las teorías ofrecen generalidades de las que poco se puede inferir para el trabajo con los alumnos.

        La teoría del caos es vista como la mano que sacará la venda que cubre los ojos del sistema educativo, para poder ver la realidad tal cual es, demostrándonos que se dan diversos fenómenos cargados de una gran diversidad, tanto sociales, como biológicos, culturales y psicológicos; y es con esta situación con la que se debe lidiar al momento de  trabajar en las aulas, donde converge la heterogeneidad de los niños.

        Para lograr la unión entre teoría y práctica no es necesaria una ideología determinada, para poder explicar lo antes mencionado el autor toma de Popper los tres mundos; el mundo 1) es un conjunto de estados tantos físicos o materiales que podría entenderse como el mundo de las ideas propuesto por Platón en su modelo del Crátilo; el mundo 2) es el conjunto de procesos mentales conscientes o inconscientes, completamente subjetivo y el mundo 3) es donde se produce el conocimiento objetivo, mediante el análisis de los procesos mentales del mundo 2. La teoría del caos nos introduce en el mundo 3, porque su discurso debe ser coherente, abarcador y explicativo de los procesos educativos, donde entra  en juego el mundo 2.

        Entre los distintos paradigmas, surge P. Freire como el único que logra aunar teoría y práctica, quien desarrolla la Pedagogía del oprimido, ya que, la libertad solo cobra sentido en un contexto de opresión, podría relacionarse con la obra, “La Ilustración” de I. Kant en donde propone la liberación del hombre de su incapacidad de conocimiento, pues solo será libre cuando logre razonar por sí mismo  sobre la realidad en la que está inmerso. Es este el anhelo que deberían perseguir los futuros docentes, lograr que sus alumnos alcancen la libertad que les ofrece el saber.

        La teoría del caos exige rever la realidad, pues a través de ella se descubre nuevos aspectos de este escenario. Para lograr esto es necesario posicionarse en un  modelo investigativo, así lo plantea Mathew Lipman en su libro “Pensamiento Complejo y Educación”, se debe convertir el aula en un espacio de deliberaciones y debates, en pro de una comunidad deliberadora y democrática, esto permite saber si el ámbito educativo puede ser definido o determinado como un sistema caótico.

        ¿Es la teoría del caos la solución a los problemas de la educación? ¿Son los docentes quienes deben articular o establecer el nexo entre teoría y práctica?

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