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Redefiniciones de la modernidad


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2018  •  Apuntes  •  1.569 Palabras (7 Páginas)  •  173 Visitas

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Redefiniciones de la modernidad

A lo largo de las tres últimas décadas, el mundo intelectual ha gastado no pocas energías en proponer, criticar y volver a proponer un concepto de modernidad.  

Las dos surgieron como crítica al estado del debate en la sociología alrededor del año 1970: la primera consiste en que la sociología anterior había sugerido que, una vez alcanzada, la modernidad permanecería inalterable y no sufriría más cambios. Esta primera cuestión apunta que la modernidad necesitaba ser redefinida a partir de su temporalidad e historicidad, es decir, de su capacidad para sufrir transformaciones. La segunda cuestión parte del hecho de que la sociología anterior había asumido que la modernidad se originó en Europa, se desarrolló en el Viejo Continente y en Norteamérica, y que solo después se propagó al resto del mundo. Mientras que el primero de los dos temas tiene que ver con la temporalidad de la modernidad, el segundo versa acerca de su posición espacial, de su espacialidad. Las dos logran señalar con éxito los defectos y las debilidades del pensamiento predominante acerca de la modernidad. Sin embargo, las alternativas que proponen, o algunos de los elementos que las componen, son mucho menos convincentes.

Los estudiosos a los que ahora nos referimos como sociólogos de la modernidad trataron de comprender el siglo XIX europeo. La canonización de la sociología ha olvidado que los estudiosos eran personas, que tenían unas intenciones y escribían en un determinado contexto. Como consecuencia de esto, la tendencia ha sido confundir la “modernidad” con el siglo XIX europeo. El razonamiento recorrerá seis etapas. La primera: En esta presentación, el surgimiento de la sociología europea se asociará al “largo siglo XIX” (Eric Hobsbawm), que va desde la Revolución Francesa hasta la Primera Guerra Mundial, en vez de adoptar la concepción más habitual y estrecha de la “sociología clásica”, que acota el período entre 1890 y 1920. En una segunda etapa, las características claves de las sociedades europeas durante ese mismo período, los recientes trabajos acerca de la “historia mundial” que sitúan a Europa en un contexto global, y lo hacen de forma mucho más explícita de lo que lo había hecho la historiografía anterior. De esta confrontación entre la historia intelectual de la sociología y la historiografía de la región, sobre la que se supone trataba esa sociología. La tercera etapa explorará así la cuestión de hasta qué punto el diagnóstico sociológico de las sociedades europeas y las transformaciones que estas han sufrido durante el siglo XIX ha supuesto la confección de una teoría sociológica de la modernidad. La cuarta etapa se planteará la cuestión de si las experiencias europeas del siglo XX modificaron en algo el análisis de la modernidad que había sido elaborado a partir de las experiencias del XIX. En quinto lugar, será preciso hacerse la pregunta de cómo han relacionado los sociólogos de la modernidad la experiencia europea con la de otras partes del mundo. Tras intentar contestar brevemente a estas tres cuestiones, las conclusiones tendrán como objetivo explorar qué características puede tener hoy en día una sociología mundial de la modernidad que con toda probabilidad se verá obligada a recurrir y también a superar a la sociología europea de la modernidad

Según la perspectiva actual, a finales del siglo XVIII, la vida económica y social no era muy distinta en Europa y en otras partes del mundo, en particular, en Asia. Para poner remedio a esta situación, trataron de importar y adoptar los conceptos procedentes de Europa que les permitieran reordenar la vida social, incluyendo aquí conceptos propios de la sociología europea. En nuestro días, contamos con buenas razones para suponer que “la gran divergencia” (Pomeranz) entre Europa y otras regiones del mundo que surgió a lo largo del siglo XIX se trataba de un suceso contingente. Sea cual sea el impacto que algunos de los factores pudiesen llegar a tener, su influencia es minúscula si se la compara con los efectos del nuevo régimen de comercio atlántico. Es más, parece perder fuerza la idea de que la “causa” de la ruptura histórica está en la combinación de un acontecimiento socioeconómico y uno intelectual; concretamente, el ascenso de la burguesía, y la aparición de la economía política y la idea asociada de libertad de mercado. Independientemente de si concebimos el primero de estos hechos como causante del segundo, o el segundo como un factor que allanó el camino del primero, se ha exagerado la capacidad transformadora tanto de uno como del otro.

 Así, el cambio fundamental entre 1800 y 1900 fue el ascenso de Europa a la dominación del mundo, un ascenso basado en la explotación de las nuevas posibilidades técnico-económicas que surgían gracias a la aparición de la división atlántica del trabajo.

Para la sociología europea de la modernidad hubo dos observaciones que fueron cruciales. la sociología europea de la modernidad diagnosticó una destrucción radical de la fábrica existente de relaciones sociales, hecho que desataría a su vez unas dinámicas sin precedentes. Como consecuencia de esto, la sociología europea de la modernidad llevó a cabo predominantemente un análisis de movimiento; ofreció unos pocos “retratos” de la modernidad. La razón de que la sociología europea de la modernidad hiciera hincapié en ciertas tendencias en vez de proporcionar un modelo institucional de sociedad es algo que se puede entender fácilmente si se piensa en el contexto de la época.

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