Reflexión sobre Filosofía aquí y ahora: “Sacar la filosofía a la calle”

Reflexión sobre Filosofía aquí y ahora: “Sacar la filosofía a la calle”

Los sujetos estamos inmersos en una realidad cambiante y como se menciona en la clase número uno, en el contexto del proyecto moderno, dónde la visión está puesta en el hombre y ya no en Dios. Dentro de este contexto el ser humano se destaca por ser finito, es decir que muere, con esta idea digerida y aceptada nos proponemos transitar la vida de la manera más amena que queramos y sobre todo podamos.

Decididos a dejar huella nos adentramos a la vida aceptando la muerte, pero disfrutando cada atisbo de felicidad que aparezca, disfrutando las pequeñas cosas, como menciona Federico Moccia en Ese instante de felicidad; “Ese instante de felicidad son unos fuegos artificiales que te iluminan y te recuerdan que lo que tienes es importante. El instante está ahí, sólo tienes que aprovecharlo”

Conocer la finitud de nuestra existencia sin dejar de aceptar cada paso dado, sabiendo que todo ello forma parte de nuestro paso fugaz por la vida. Se trata de dejar una huella, una impronta propia en nuestro camino, aunque sea complejo, intentar tener un pensamiento autónomo para cada decisión de nuestra vida.

 En la actualidad este propósito puede quedar trunco ya que, usualmente, solemos repetir cada y una de las cosas que escuchamos y/o vemos en los medios de comunicación, defendemos a capa y espada ideas que, probablemente, las escuchamos de alguien más. Somos portavoces de ideas ajenas, olvidándonos de las nuestras; en mi opinión personal puedo decir que soy partidaria de mis convicciones la mayor parte del tiempo, aunque éstas a veces no me lleven a ninguna parte. Sin embargo, sería ilógico rechazar la realidad en la que estamos inmersos, como menciona José Pablo Feinmann somos sujetos sujetados por el poder; dónde vivimos por la exterioridad, por lo que se impone, lo último que sale en la moda, por ejemplo, vivimos una existencia inauténtica.

Éste último concepto mencionado en el video es para meditarlo y observar nuestro día a día, ya que uno tiende a mirar lo que hace el otro y no uno mismo, dónde siempre el problema radica en el otro; ¿Por qué tendría la culpa uno de lo que nos imponen? Esa negación extrema a cometer un error, ese miedo a equivocarnos que nos rodea y no deja que las cosas nos interpelen, nos muevan, pero sobre todas las cosas nos hagan reflexionar al punto de cambiar la manera de transitar el resto de nuestra existencia.

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