Revolucion Desde Los De Abajo

CAPITULO 1

LOS REVOLUCIONARIOS

El objetivo de este capítulo es que mostrare al lector las causas de la revolución así como explicare como son como se dividían los ejércitos revolucionarios como estaban conformados sus ejércitos y las causas principales que son la de la agricultura ya que esta es la que mencionan en la novela de los de abajo.

1. CAUSAS DE LA REVOLUCIÓN

México el país que aparenta tener prosperidad y un ambiente de paz ante los demás países, el verdadero pueblo que si bien ya tenía paz, se habría logrado ante varias injusticias sociales, el país necesitaba una verdadera democracia el trabajador necesitaba una mejor calidad de vida y los revolucionarios se encargarían de obtenerla.

Entre numerosas causas la más importante y por la cual se llevo a cabo la revolución mexicana eran los problemas agrarios. Donde la mayor parte de los campesinos no eran dueños de la tierra y existían enormes terrenos que eran propiedad de unas cuantas familias.

En estos años en que la población total de México era de 15, 160,269 había

En la republica 830 hacendados; 410,345 agricultores y 3, 125,975 jornaleros

Del campo que trabajaban en 8,431haciendas y 4,433 ranchos. Las cifras in-

dican que el 80% de la población dependía del salario rural, siendo este de

18 a 25 centavos cantidad q apenas permitía mal comer.

Los peones que trabajaban enormes jornadas y no les alcanzaba prácticamente para nada y se le aunaba que el trabajo de la tierra no estaba modernizado conforme a otros países esto era un mayor cansancio del trabajo de la tierra. Las industrias que cada vez estaban más interesadas en invertir en México para explotar la materia prima se necesitan de obreros los cuales eran igualmente tratados que los campesinos pero los obreros hicieron 2 huelgas las cuales eran brutalmente reprimidas la primera en el norte y la segunda en Veracruz.

México vivía una época de total desequilibrio que por su puesto perjudicaba a las clases más pobres. En 1910 el país estableció una revolución concreta ya que años antes se habían intentado levantamientos pero brutalmente reprimidos. Existían numerosos latifundios, y el 80% de la población mexicana dependía del salario rural. Además, las tiendas de raya consistían en una práctica común en estos lugares, en los que se otorgaban los salarios de los trabajadores en mercancía.

Mediante este sistema se lograba que los trabajadores alcanzaran tal cantidad de crédito, que quedaban endeudados de por vida. Este sistema, junto con prácticas que eran cotidianas como la contratación por engaño o la adjudicación de una deuda inexistente, es conocido como enganche, sistema que involucraba elementos coercitivos, extraeconómicos y extralegales. La penosa situación de muchos campesinos y grupos indígenas.

Las leyes de la nación raras veces se aplicaban dentro de las haciendas, donde los trabajadores eran vistos como esclavos u objetos de propiedad, existiendo prácticamente una especie de feudalismo. En el campo además actuaba el llamado Cuerpo de Rurales, el cual era un grupo policíaco encargado de «resguardar la paz», generalmente a través de métodos brutales. Otra práctica de este grupo era la leva, o reclutamiento obligatorio.

En las ciudades, a partir de 1906 comenzaron a surgir numerosos movimientos obreros —son representativas en este rubro las huelgas de Cananea y Río Blanco—, que habrían de ser reprimidos por el gobierno mediante el uso de la fuerza militar.

El casco de la gran hacienda, ósea lo que podemos llamar el centro de los propiedad rustica estaba rodeado por altos y sólidos muros protectores (...) se componía de de la gran zona del propietario, la casa del administrador, la casa o casas de los empleados, las oficinas o escritorio como se llamaba la tienda de raya, la iglesia y la cárcel.

Con esto podemos decir que México o los campesinos estaban ya hartos del mal trato que recibían por parte de sus jefes el miserable sueldo y las inútiles tiendas de raya y trato de los obreros que eran igualmente tratados.

1.1 QUIENES ERAN LOS REVOLUCIONARIOS

La fuerza revolucionaria estaba constituida por 3 líderes que eran: Emiliano zapata, francisco villa y Venustiano Carranza en este trabajo nos enfocaremos más en los dos últimos ya que de ellos hablan en la novela. Ellos se situaban al norte del país, el primero fue pobre y tenía un carácter explosivo en cambio Carranza gozaba de buena posición económica, sabía lo que quería era una persona asegura de sí mismo.

Los campesinos constituían una parte esencial de las fuerzas villistas, aunque esto no significa que la División del Norte fuera un ejército agrario, pues en ella convivían individuos de múltiples procedencias y ocupaciones: colonos a quienes se les prometió recuperar sus tierras, pastores, mineros, trabajadores se industriales, desempleados de fábricas, plantaciones y minas, así como una respetable cantidad de migrantes que intentaban ir a Estados Unidos en busca de fortuna.

El fin de la lucha de los villistas también poseía sus peculiaridades: los carrancistas lo hacían con el único fin de destruir el régimen de Victoriano Huerta, los villistas lo hacían para sobrevivir, por la buena paga que recibían como soldados, por la alta probabilidad de victoria y, sobre todo, por el simbolismo que desde el inicio de la lucha rodeó a su líder.

Las diferencias del villismo con los otros ejércitos revolucionarios no se limitan a lo antes dicho: Francisco Villa sus movimientos fueron más populares y ellos unos verdaderos caudillos que despertaron el fanatismo de las masas . Comprendía de una manera diferente el sentido de la tierra: si los zapatistas anhelaban recuperar las tierras comunales para fraccionarlas en ejidos, el jefe de la División del Norte proponía mantener en operación las grandes haciendas con el fin de destinar sus ganancias a los veteranos, las viudas y los hijos de la Revolución. Incluso, las haciendas que estaban en su poder y eran espléndidamente administradas se convirtieron en una fuente de recursos fundamental para mantener y abastecer a la División del Norte.

1.2 CONTRA QUIEN LUCHABAN

Ya mencionamos

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