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Subjetividad del acto cognoscitivo


Enviado por   •  27 de Agosto de 2012  •  Trabajos  •  1.494 Palabras (6 Páginas)  •  451 Visitas

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OBJETIVIDAD Y SUBJETIVIDAD DEL VALOR (Y EN GENERAL DE

TODO OBJETO CONOCIDO) CON RESPECTO AL SUJETO COMO

COGNOSCENTE, Y ACASO ESTIMATIVO

1. Subjetividad del acto cognoscitivo

a) Consideramos subjetivo el acto cuando lo tomamos como algo perteneciente al sujeto, una parte real suya, algo no independiente ontológicamente de él (por ejemplo, cuando decimos que una estimación que yo hago existe en mí como un accidente mientras la hago realmente). En principio, es este un sentido esencialmente topológico, sencillamente los actos de conocimiento se dan en cada sujeto, y éste encuentra en sí mismo lo conocido. Pero ello, esa relatividad, no decide nada acerca de la validez ni del ser de lo conocido mismo. Dice Scheler a propósito de los valores morales:

“La esencia peculiar de los valores morales la hallamos merced a la percepción sentimental, pero ésta se encuentra en el hombre, al igual que las leyes todas de los actos de sentir valores, del preferir, del amar y el odiar, etc. Ahora bien, en principio, hallamos esa esencia ‘en el’ hombre no de otra suerte a como podemos, en definitiva, hallar también ‘en el’ hombre las leyes y proposiciones aritméticas, mecánicas, físicas y químicas, como también las proposiciones que tienen una validez general para toda vida”

Sin embargo, este hecho tiene por consecuencia que el único y definitivo testimonio del hallazgo de los valores sea la experiencia interna, la propia conciencia. Y esta parcial subjetividad mueve a algunos a trasladar ese carácter a los valores mismos, teniendo el juicio de conciencia por único juez de su valer. Pero “si la ‘conciencia moral’ fuera, naturalmente, una última y absoluta instancia a la que compete la última apelación en los problemas morales, debería concluirse que no era susceptible de engaño ninguno y quedaría libre de toda crítica hecha por otra vía de conocimiento, por ejemplo, por la inmediata intuición de lo bueno objetivamente y, tanto más, por la intuición que pudiera lograrse por los caminos de las formas de canonización del conocimiento moral, a saber: merced a la tradición y a la autoridad. Pero no le corresponde este papel a la conciencia moral. La “conciencia moral” es también más valiosa o menos valiosa según que sea o no sea lo aconsejado por ella lo bueno objetiva y evidentemente. Ella es también, a su vez, un depositario, no la fuente última, de los valores morales”

b) Llamamos a un acto subjetivo cuando se funda en motivos procedentes del sujeto, sean prejuicios o experiencias pasadas del sujeto (por ejemplo, cuando juzgamos de tal o cual manera a los procedentes de un país por las experiencias que hemos vivido en ese lugar o con personas de esa nación), sean intereses prácticos suyos, pues desde siempre ha sabido la filosofía moral que el saber práctico está expuesto a la desviación causada por otras inclinaciones: “el placer y dolor no destruyen ni perturban toda clase de juicio (por ejemplo, si los ángulos del triángulo valen o no dos rectos), sino sólo los que se refieren a la actuación”

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c) Llamamos también subjetivo a un acto en un sentido más radical cuando no es verdaderamente intencional, sino que consiste en una proyección psicológica del estado del sujeto, en una especie de autorreflexión egocéntrica (lo que Max Scheler llama en su ‘Ética’ el ‘egotismo’: “lo que entonces nos aparece engañadoramente en las cosas no son los valores de los objetos, sino las cualidades de valor de nuestros estados sentimentales. Continúan siéndonos dados los puestos de los valores de los objetos y del ser valioso objetivo en general; mas en esos puestos aparécensenos tan sólo las cualidades valiosas de nuestros estados sentimentales, que nos ocultan más o menos completamente las cualidades valiosas de las cosas respectivas. Creemos entonces que ‘la comida es mala’ porque nos hace mal; vemos hoy una cosa ‘problemática’ de color de rosa porque nos produjo alegría”)

d) Hay acaso otro sentido según el cual pueden llamarse subjetivos, relativos al sujeto, los valores en referencia a su conocerlos. Se trata de si su hacerse cargo de ellos, su captación, es dependiente y posterior al efecto de lo bueno en la sensibilidad del sujeto o si, por el contrario, hay una percepción de lo valioso como tal previa e independiente del eco afectivo (y a veces, sólo a veces, también previa e independiente de todo contenido representativo intelectual) que provoque en nosotros. Como se sabe, en este punto Scheler se destaca, con multitud de argumentos y ejemplos, de gran parte de la filosofía anterior, defendiendo así el carácter apriórico

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