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Sócrates, la esencia y el universal[


Enviado por   •  7 de Mayo de 2018  •  Informes  •  1.746 Palabras (7 Páginas)  •  245 Visitas

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Sócrates, la esencia y el universal[1]

Que se pueda atribuir a sócrates el descubrimiento de la esencia es cosa cierta, aunque no se entienda por esencia, en sentido fuerte, la Idea y la ousía en sentido platónico, o sea, en sentido ontológico. Sócrates podría haber hecho uso también del término éidos para expresar el qué cosa es de la cosa, como se podría extraer de los primeros diálogos platónicos; pero si esto es posible, o aún más también probable, no es sin embargo seguro. En todo caso, si hubiese hecho uso de aquel término, lo habría hecho, como ya hemos dicho, sólo en el sentido genérico del qué cosa es, o sea, una valencia metódica y no también metafísico-ontológica; o si también el qué cosa es socrático tenía una valencia ontológica, lo tenía en sentido sólo implícito y de ninguna manera reconocido y explicitado.

En consecuencia surge espontánea la pregunta: ¿Ha descubierto Sócrates el universal, como afirma Aristóteles?

El Estagirita escribe:”Por otra parte, ocupándose Sócrates de los problemas morales y no de la naturaleza en su conjunto, pero buscando en ellos lo universal, y habiendo sido el primero que aplicó el pensamiento a las definiciones (…)”

“Sócrates, que se dio al estudio de las virtudes éticas, fue también el primero que buscó acerca de ellas definiciones universales (…) Sócrates, en cambio, buscaba, con razón, la quididad; pues trataba de razonar silogísticamente, y el principio de los silogismos es la quididad (…). Dos cosas, en efecto, se le pueden reconocer a Sócrates con justicia: la argumentación inductiva y la definición universal; estas dos cosas atañen efectivamente al principio de la ciencia” (1078b).

En la pregunta “qué cosa es”, con la cual Sócrates martillaba a los interlocutores, bien se puede decir con Jaeger, “no estaba absolutamente ya contenida el conocimiento teorético de la esencia lógica del concepto universal”. Ciertamente Sócrates abrió el camino que debía llevar al descubrimiento lógico del concepto y de la definición, y aún antes, al descubrimiento ontológico de la esencia (de la Idea platónica), y ejercitó también un notable influjo en esta dirección; todavía no estableció cuál era la estructura del concepto y de la definición, así como no estableció cuál era la estructura ontológica del qué cosa es, faltándole todos los instrumentos necesarios para este fin, que presupone descubrimientos posteriores.

La misma observación vale a propósito de la “inducción”, que Sócrates ciertamente aplicó de hecho, con su constante llevar al interlocutor del caso particular al caso general, valiéndose sobre todo de ejemplos y de analogías, pero que no individualizó a nivel teorético y que, entonces, no teorizó y no explicitó en modo reflejo. Por lo demás las expresiones “principios de los silogismos” y “razonamientos inductivos” suponen las adquisiciones de los Analíticos.

Es necesario concluir entonces que Aristóteles, de puro teorético que era, incurrió en un error de prospectiva histórica, pretendiendo reencontrar en Sócrates algunos descubrimientos que sólo son suyos (…)

Esto no quita, sin embargo, que el método dialéctico de Sócrates haya explanado el camino para llegar al descubrimiento ontológico de la esencia y a la del concepto, y que, así, lo que de hecho él indagaba (el “qué cosa es”) fuese la esencia y aquello de lo cual de hecho hacía uso para expresarla fuera el concepto.

De esta manera se confirma de modo perfecto lo que habíamos señalado ya varias veces, o sea que él obraba una verdadera y propia transformación de la cultura fundada sobre la oralidad mimético-poética, que implicaba un pensar por imágenes y por mitos con una constante repetición y liberaba el camino a la cultura fundada sobre un pensar por conceptos y al razonar en función de  principios y de sus consecuencias. Y de esa manera imponía de manera definitiva aquel mundo que, para la mayoría de los griegos, era extraño todavía.

Y, precisamente como un revolucionario de ese tipo, Sócrates fue combatido por muchos atenienses, con Aristófanes a la cabeza.

Nietzsche reasume muy bien el sentido de esta revolución obrada por Sócrates. Mientras para los griegos comunes “el pensar era un repetir lo ya dicho y todo placer del discurso y del diálogo debía consistir en la forma (…), Sócrates fue aquel que descubrió el encantamiento antitético, el de la causa y del efecto, del fundamento y de la consecuencia” (Aurora 544). Era inevitable entonces “que un ser como Sócrates apareciera a los ojos de los atenienses como cierta cosa completamente nueva y extraña” (Fragmentos póstumos).

La mayéutica como cifra de la ambivalencia

de la dialéctica elénctica de Sócrates

La “Mayéutica” constituye una de las más famosas metáforas del socratismo, devenida un punto de referencia incluso en la moderna ciencia de la educación, bajo varios aspectos. Pero es bastante difícil entender su significado histórico-filosófico.

Comenzamos con la lectura del gran texto de Platón, que es un entreacto del diálogo Teeteto (148e-151d).

(…) (Leer)

Que este texto retrata a Sócrates de manera perfecta ha sido reconocido por la mayoría de los estudiosos. Pero no todos han retenido que la “mayéutica” sea una expresión del mismo Sócrates, y algunos piensan que se trata de una creación poética de Platón.

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