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Enviado por   •  12 de Mayo de 2015  •  2.375 Palabras (10 Páginas)  •  209 Visitas

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Narración de los hechos

En la ciudad de Bogotá el 26 de febrero 2011 a las 00:15 horas, debajo del puente vehicular de la venida Boyacá con 1D de mayo en el sector conocido como “ cuadra alegre”, diego armando morales, accede carnalmente mediante la penetración de su miembro viril por vía vaginal a la señorita valeri rossy.

El acceso carnal se realizó contra la voluntad de la señorita rossy mediante uso de amenaza de muerte a la víctima y uso de violencia física atreves de la utilización de una botella rota, golpeándola y colocándola en incapacidad de resistencia.

RELATO

Mi nombre es valeri rossy mora, tengo 24 años de edad soy estudiantes de artes visuales , cine y fotografía de la universidad de buenos aires, todas las vacaciones las paso en Bogotá y Medellín donde mi familia, pero este semestre decidí aplazarlos por unos problemas con el profesor de historia del arte Víctor Uribe.

Hoy en la tarde, aproximadamente a las 18:00 horas Salí de mi apartamento un poco disgustada con mi exnovio Antonio. Él es una buena persona pero muy ñoña, no le gusta salir y tampoco que yo tome unos chorritos. Me sentí sola y deprimida y decidí irme a tomarme algo en el bar “tardes rolas” en cuadra alegre. Llegue 21:15 horas, quería estar en plan de levante, como era noche caribe de carnaval, pedí una cerveza águila especial edición limitada, al momento llego un tipo que nunca había visto. Alto, acuerpado, de ojos verdes, y con acento costeño. Me dijo que era el encargado de atenderme esa noche, se presentó como diego morales, sabía que era estrategia de coqueteo, el me gusto y le dije que si no quería tomarse un roncito o un whiskey. De inmediato pidió una botella de whiskey muy fina “old parr 24 años” le acepte como unos 4 tragos e incluso bailamos. Me pregunto dónde vivía y le dije que por chapinero, también le di mi número de teléfono de lo cual luego me arrepentí porque Diego se estaba poniendo pesado, tanto que un momento trato de besarme, le reclame y recuerdo que dijo que qué me creía, me ofendió mucho y discutimos, porque me dio a entender que yo era una buscona, que estaba allí buscando programa, la verdad casi le doy una bofetada, ese boludo es detestable.

Me retire y me fui de nuevo a la barra, otra abogado me envió con la mesera unos tragos de whiskey, acepte uno y hable con un joven muy parecido a Diego. En ese momento Diego inicio una pelea, tal vez por celos, al otro joven lo sacaron del bar y Diego se fue a pagar la cuenta, yo por metida, al momento de tratar de separar a los dos abogados recibí un golpe pero realmente no pude determinar quien fue.

Como a las 00:05 horas el portero también saco a Diego, quede aburrida, ofendida, y decidí irme también. Salí del bar y me compre una botellita de vodka (aperitivos), camine hacia la avenida Boyacá para coger el colectivo y seguir la rumba en un bar afrocolombiano que queda en chapinero donde tomo de dia clases de danza contemporánea.

Cuando estaba esperando el colectivo debajo del puente de la Boyacá, estaba oscuro el lugar y había humo de una basura que estaban quemando unos indigentes al otro lado. Tenía miedo porque no había gente y en ese instante un tipo me agarra por la espalda y me toma fuerte por el cuello. Me decía “corazón no te pongas yuca o si no te voy a quebrar” “es mejor que te quedes calladita y lo disfrutes” yo estaba paralizada del pánico y él me iba a llevando al interior del puente (debajo) mientras me tocaba por debajo de la falsa y la blusa, me rompió la pañoleta. Allí me tiro fuerte al piso, caí y me pegué en la cara contra un muro de ladrillo, seguí gritando, pero el tipo me pegaba y me puso la mano derecha en la boca para que no gritara. Fue en ese momento. Que le vi el anillo de oro, grande, bien grueso como una insignia de la justicia o algo así, y me di cuenta que era el mismo que el que tenía el tipo del bar.

Yo empecé a gritar más fuerte. El despico una botella y me la pone en la cara. Su mano está sangrando, me asusto más, tengo terror y pánico, me decía “corazón esto no es un juego” me insultaba y me levanto la falda y empezó a violarme. Yo estaba aterrada y no grite más, solo lloraba por un imbécil que me tenía como un animal, lloraba por la impotencia, por indignación, por la injusticia, fue el momento que sentía que mi honor, mi dignidad se fundía con la lagrima que salía de mi ojo y moría en mi vientre, es así como mi pudor termina por un boludo, que no tenía los huevos para ser un hombre. El se detiene y me logro zafar por un instante, cuando levanto la mirada y observo su rostro, era el mismo hombre del bar, era Diego. Vuelve a sujetarme burlándose que pronto tendría noticias suyas, porque le había gustado y hasta el descarado me pregunto que cuando nos veíamos nuevamente. Yo solo lo escuchaba en ese momento y me fije bien en su voz y era el mismo acento costeño que horas antes me estaba cortejando, además tenía ese mismo anillo. Luego se fue de allí y me dijo que no me moviera en 30 minutos, escuche un carro salir rápido. Y fue cuando apareció un señor creo que vendedor de dulces, me ayudo a levantarme y a llamar a la policía.

Fueron los 10 minutos más horribles de mi vida. Lo que me parece una confidencia fatal es que hace dos meses me intentaron violar, pero gracias a unos punk eros no lo pudieron hacer. Capturaron a dos sujetos como sospechosos, pero yo iba muy tomada, y no los pude reconocer.

RELATO RAFAEL ROBAYO VENDEDOR AMBUL

Mi nombre es Rafael Robayos. Tengo 35 años y trabajo desde hace cuatro años como vendedor ambulante en el sector de la cuadra alegre. Mi territorio es en la avenida Boyacá con primera de mayo y me ubico siempre en el paradero norte a unos cincuenta metros del puente vehicular al lado del aviso de nucita me gusta trabajar denoche, aunque esa zona es muy peligrosa por la cantidad de personas que van a parrandear siempre me hago mis buenos pesitos.

En la madrugada alrededor de las 00:15 horas escuche unos gritos de mujer, de inmediato pensé que se trataba de un robo, ya que había visto unos indigentes haciendo una fogata en el lado izquierdo del puente, yo conozco esas pintas y sé que les gusta el vicio y se aprovechan de las mujeres, no me gusta meterme con ellos, por eso no hice nada cuando escuche el escándalo. No puede ver quien gritaba porque había un humo de una fogata que me impedía ver qué pasaba.

Aunque el puente tiene buena visibilidad y hay muchos postes de luz, es dar papaya a esa hora de la noche cuando se sintió el silencio decidí ir al lugar para

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