Tolerancia (Kant Y Hegel)

La palabra tolerancia proviene de la raíz indoeuropea tolteltla, de la que se derivan tollere y tolerare. Tollere significa levantar, quitar y a veces destruir.

Tolerancia, dícese de la capacidad de saber escuchar, aceptar y respetar a los demás, juzgando las diferentes formas de pensar y vivir la vida, con la condición de que no atenten sobre los derechos fundamentales de la persona. Es la aprobación de la diversidad de opiniones y condiciones de vida de todo tipo, por ejemplo, la preferencia sexual, ideología política, genero, raza, entre otros.

Una persona tolerante trata de no juzgar antes de conocer algo, trata de ser optimista todo el tiempo y controlar sus emociones y pensamientos cuando esté en desacuerdo o encuentre errores en las ideas o pensamientos de los demás. Siempre toma en cuenta el pensamiento de los otros, pero sobre todo se conoce a la otra persona y se respetan sus decisiones aunque no siempre sean las más acertadas.

No obstante, la mente humana es algo que puede variar y las personas con ideologías distintas a la mayoría, o las personas seguras de sí mismas, encuentran menos complicada la supervivencia del grupo, y de acuerdo a esto puede afectar de manera distinta al individuo. Las personas siempre dicen que hay que pensar de manera distinta a los demás. Pero hacerlo puede llevar a que el individuo se sienta rechazado o diferente, mientras que el ser humano siempre está tratando de encajar en un grupo donde los demás piensan como él.

¿Alguna vez has escuchado que la tolerancia es fácil de aplaudir pero difícil de practicar y muy difícil de explicar? La tolerancia se consideraría como una manifestación demasiado complicada de prudencia, que tiene su límite permitiéndose solo si este provocara un mal mayor o un bien superior.

Es debido a la intolerancia que se han generado las más absurdas y enormes guerras, catástrofes y las más horrorosas atrocidades supuestamente en nombre de la libertad y de la razón, pero está claro que solo se busca el poder y el control de alguien sobre algo u otro alguien, por lo tanto abordare este concepto a partir de las dos teorías del conocimiento propuestas por Immanuel Kant y Georg Hegel.

El pensamiento kantiano consiste en la creencia de la existencia de juicios sintéticos a priori, que por ser a priori no tienen su fundamento en la experiencia y son universales y necesarios, y por ser sintéticos, son extensivos, nos dan información nueva y eso cambia la percepción de la realidad. Para Kant, todos los conocimientos de la experiencia están sujetos a esas condiciones a priori, que llama trascendentales. Y para Hegel concibe la realidad como formada por opuestos que, en el conflicto inevitable que surge, engendran nuevos conceptos que, en contacto con la realidad, entran en contraposición siempre con algo.

Para Kant “el concepto de tolerancia es un concepto demasiado pretencioso porque parece sugerir que la verdad la tiene alguien que está en el poder, por ejemplo, y simplemente tolera que

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