Trascendentales Del Ser
eabz18 de Septiembre de 2011
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I) Los trascendentales del ser (del ente)
II) La causalidad
Índice
I) Los trascendentales
1. El esse p. 2
2. El ente p. 4
3. El bien p. 7
4. El uno p. 10
5. La verdad p. 13
6. La pluralidad p. 20
II) La causalidad p. 25
Texto: De principiis rerum naturae
Apéndices: p. 27
Heidegger, texto de “Ser y tiempo” p. 27
Santo Tomás, De Veritate, 1, 1.
Santo Tomás, Distingue los modos del ente per accidens. Mf5.9.2; c.7; p. 28
Santo Tomás, El uno en el libro V de la Metafísica de Aristóteles sobre el uno. p 31
I) Los trascendentales del ser
“Hay una ciencia que estudia el ente en tanto que ente y los accidentes propios del ente. Esta ciencia es diferente de todas las ciencias particulares, porque ninguna de ellas estudia en general el ente en tanto que ente. Estas ciencias sólo tratan del ente desde cierto punto de vista, y sólo desde este punto de vista estudian sus accidentes; en este caso están las ciencias matemáticas”. ARISTÓTELES, METAFÍSICA, libro IV, c. 1.
(La mayoría de los textos son de Santo Tomás de la Suma Teológica)
(La relación de los trascendentales no coincide con el que suelen hacer los manuales)
1. El esse (no se suele mencionar en los manuales)
Suma Teológica, I, q. 3, a. 4. En Dios son lo mismo su esencia y su ser (esse).
2. El ente (no se menciona como trascendental, pues los demás lo son de él)
Texto de De ente et essentia
3. El bien
Suma Teológica, I, q. 5, a. 1. Si el bien y el ente son lo mismo.
Suma Teológica, I, 5, 2. El ente es un concepto anterior al bien
Suma Teológica, I, 5, 3. Todo ente es bueno.
Suma Teológica, I, 5, 4. El bien tiene carácter de causa final. Lo bello.
Suma Teológica, I, 5, 6. El bien se divide en útil, deleitable y honesto.
4. El uno
Suma Teológica, I, 11, 1. Lo uno añade algo al ente.
Suma Teológica, I, 11, 2. Oposición entre lo uno y lo múltiple.
5. La verdad
Suma Teológica, I, 16, 1. La verdad está sólo en el entendimiento.
Suma Teológica, I, 16, 2. La verdad está, propiamente, en el juicio.
Suma Teológica, I, 16, 3. Ser y verdad.
Suma Teológica, I, 16, 4. El bien es posterior a la verdad.
Suma Teológica, I, 16, 5. Dios es la verdad.
Suma Teológica, I, 16, 6. Acerca de las verdades.
Suma Teológica, I, 16, 7. Eternidad de la verdad.
Suma Teológica, I, 16, 8. Inmutabilidad de la verdad.
6. La pluralidad (no se suele mencionar en los manuales)
Suma Teológica, I, 7, 4. Si puede haber una pluralidad infinita.
Suma Teológica, I, 28, 3. Las relaciones de las personas divinas
Suma Teológica, I, 30, 3. La pluralidad de las personas divinas
Suma Teológica, I, 50, 3. Hay muchos ángeles.
1. El esse (o “actus essendi”)
ST, I, q. 3, a. 4. Si en Dios son lo mismo su esencia y su ser (esse).
Utrum in Deo sit idem essentia et esse.
Respondo: Dios no es sólo su esencia, como quedó demostrado (a.3), sino también su exis-tencia (esse). Lo cual se puede demostrar de muchas maneras.
Respondeo dicendum quod Deus non solum est sua essentia, ut ostensum est, sed etiam suum esse.
1) Porque todo lo que se da en un ser (in aliquo) y no pertenece a su esencia, tiene que ser causado,
1.1) bien por los principios de su esencia, como ocurre con los accidentes de la especie. Ejemplo: El poder reír es propio del hombre y brota de los principios de su esencia.
1.2) O bien por algo externo. Ejemplo: El calor del agua está causado por el fuego.
Si, pues, en un ser su existencia es distinta a su esencia, es necesario que la existencia de dicho ser esté causada por algo externo a él o por los principios propios de su esencia.
1.2) No obstante, es imposible que los propios principios de la esencia de un ser causen su existencia, porque todo ser creado no es causa de su propio existir; por eso, siendo distintas en él esencia y existencia, la existencia tiene que ser causada por otro. Nada de todo esto se puede aplicar a Dios, pues sostenemos que Dios es la primera causa eficiente.
Por lo tanto, es imposible que en Dios una cosa sea su existencia (esse) y otra su esencia.
2) Existir es la forma o naturaleza en acto (esse est actualitas omnis formae vel naturae).
De hecho, la bondad o la humanidad no estarían en acto si no tuvieran lo que nosotros en-tendemos por existir (esse). Es necesario, pues, que entre la existencia (esse) y esencia en un ser veamos la misma relación que hay entre la potencia y el acto. Como quiera que en Dios nada es potencial, como quedó demostrado (a.1), se deduce que en Él no hay distinción entre su esencia y su existencia.
Así, pues, su esencia es su existencia (Sua igitur essentia est suum esse).
3) Así como lo que tiene fuego y no es fuego es fuego por participación, de la misma forma lo que tiene existencia y no es existencia (illud quod habet esse et non est esse), es ente (ens) por participación. Por su parte, Dios es su esencia, como quedó demostrado (a.3). Si, en cambio, no fuera su propia existencia (esse), sería ente (ens) por participación, no por esencia. Tampoco sería el primer ente (ens); y sostener esto es absurdo.
Por lo tanto, Dios es su propio existir y no sólo su esencial.
(Est igitur Deus suum esse, et non solum sua essentia.)
A las objeciones:
1. Algo a lo que no se añade nada es una expresión que puede entenderse de dos maneras.
Una, cuando por naturaleza no se admite algo. Ejemplo: Propio del animal irracional es que no tenga razón.
Otra, cuando no se añade nada a algo porque por naturaleza no hay por qué hacerlo. Ejem-plo: El animal en general no tiene razón porque no es de su naturaleza tenerla, como tam-poco no tenerla.
El primer sentido expresado, ser (esse) sin adición, corresponde al ser (esse) divino; el segundo, al ser en general (esse commune).
2. Ser puede tener dos sentidos (esse dupliciter dicitur).
Uno, con el significado de existir (actum essendi);
otro, con el significado de unión en una proposición, esto es, cuando el entendimiento une el predicado con el sujeto.
Con la primera acepción de ser (esse) no podemos conocer el ser de Dios, tampoco su esen-cia. Pero con la segunda acepción sí, pues sabemos que la proposición que hacemos de Dios al decir Dios existe, es verdadera (cum dicimus Deus est, vera est). Esto lo sabemos por sus efectos, como quedó dicho (q.2 a.2).
2. El ente
Tomás de Aquino, De ente et essentia.
0) Teniendo en cuenta que —según advierte el Filósofo en el primer libro de Los cielos y la Tierra — un error pequeño al principio es grande al fin, y que —según dice Avicena al comienzo de su Metafísica — el ser (ens) y la esencia es lo primero que el entendimiento capta; para evitar las dificultades que el desconocimiento de estas nociones ocasionaría, se ha de establecer el significado de los términos "esencia" y " ente" (ens), su relación con las nociones lógicas de género, especie y diferencia, y el modo en que el ente (ens) y la esencia se manifiestan en las diversas cosas. En esta materia nos vemos obligados a empezar por lo más inmediato, desde la noción de ente (ens) a la noción de esencia, porque es mejor apren-der siguiendo el camino más fácil y, dado que lo secundario se nos presenta primero, los conceptos simples se deducen de los compuestos
Capítulo primero.
1.1. De acuerdo a lo señalado por El Filósofo en el libro quinto de la Metafísica, la palabra " ente" (ens) tiene dos acepciones: el ser clasificado en las diez categorías y el ser que equivale a la verdad de las proposiciones.
1.2. La diferencia entre ambas consiste en lo siguiente: según la segunda, se denomina "en-te" (ens) a todo aquello de lo que se puede afirmar algo, aun cuando no se trate de cosa re-al alguna; así, por ejemplo, cuando se dice que «la negación es opuesta a la afirmación» y «en el ojo está la ceguera», las privaciones y las negaciones son tratadas como entes (ens);
1.3. según la primera, en cambio, sólo se llama " ente" (ens) a aquello que tiene alguna rea-lidad, de manera que ni la ceguera ni las privaciones ni las negaciones son entes (ens).
1.4. Por lo tanto el término "esencia" no deriva de " ente" (ens) en su acepción secundaria, porque si así fuera se podría llamar " entes" (ens) a cosas que no tienen esencia, como las privaciones; el término "esencia" deriva de " ente" (ens) en su sentido primario. De ahí que en el mencionado pasaje
1.5. El Comentarista advierta que la palabra " ente" (ens), en su primera acepción, es la sustancia de la cosa. Y puesto que el ente (ens) —según se ha dicho—, cuando se entiende en este sentido, se divide en diez categorías, es preciso que la esencia sea lo que es común a todas las naturalezas por las cuales los entes (ens) corresponden a los diversos géneros y especies; así, por ejemplo, la esencia del hombre es su humanidad.
1.6. Y, dado que lo que sitúa a una cosa dentro de
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