Utilitarismo Y Politiqueria

INTRODUCCIÓN

La felicidad, el bienestar individual, el bienestar de la colectividad, pensamiento planteado en su momento por la teoría utilitarista como medida para determinar lo justo e injusto, hoy en nuestra actualidad peruana es de gran importancia. La búsqueda de ello se convierte en una rutina diaria de todos, sin embargo a consecuencia de la falta de diversos factores, como la voluntad política, ello sigue siendo solo una mera aspiración.

Es sin lugar a dudas que el utilitarismo como una teoría normativa, una corriente del pensamiento ético, una filosofía y doctrina moral, ha tenido en los últimos tiempos una influencia tremenda en el pensamiento ético, político y jurídico. Teoría que sostiene además como valor supremo la “utilidad”. Tiene su origen en el mundo anglosajón, tal ha sido su importancia que ha influenciado en todo el occidente y en todo el mundo. Sus exponentes son: J. Bentham (1748-1832), y J. Stuart Mill (1806-1873). Sin embargo como toda teoría, ha sido criticado por diversos estudiosos como Jhon Rawls y por otras corrientes como son el deontologismo, la fenomenología.

El bienestar de la colectividad frase que se resalta de esta teoría, está relacionada directamente a la actividad política que tiene por finalidad la satisfacción de las necesidades de la sociedad humana. La teoría utilitarista señala que ese bienestar ya sea individual y colectivo o social son el objetivo último de toda actividad pública política. En ello es menester señalar que es muy cierto la posición dada, ya que la política es definida como una ciencia y la línea política, extraordinaria de la lucha por el poder político y el control del estado, para ejercer y aplicar en la práctica, la gobernabilidad democrática, dirigida por un partido, para ejercer un buen gobierno, para satisfacer las necesidades económicas, sociales, culturales y educacionales, de vivienda, salud, recreación de la sociedad humana.

La actividad política siempre está dirigida a la búsqueda de algo útil para la colectividad, la búsqueda del bien social, de la satisfacción de las necesidades de la población y con ello encontrar la felicidad del mayor número de personas.

Sin embargo en la realidad peruana, quizás no solamente en ella, se practica aquello que es superficial a la política en sí, se practica el desmedro de la política; la politiquería. La politiquería es pues un término derogativo de la política, es aquello que no alcanza a expresar la esencia de la política, por ello la politiquería está relacionado a la corrupción, empero no solo a ello sino que también a la adulteración, al engaño, la deformación, la falsificación, la astucia etc., la carencia de buenos políticos y la abundancia de los politiqueros hace que nuestra sociedad se vea tal como vemos ahora.

Es precisamente sobre estos temas que se va tratar en el presente ensayo, se hablara en un primer término sobre la teoría utilitarista, la política como ciencia y la politiquería. Además de ello se tocara temas como corrupción, la repercusión de la politiquería en la sociedad peruana, que consecuencias se tiene.

EL UTILITARISMO Y LA POLITIQUERÍA

1. EL UTILITARISMO

El utilitarismo viene a ser considerada como una teoría normativa, sin embargo otros autores la denominan como una doctrina de la moral, como una doctrina ética. Por ejemplo como indica Sánchez (2012). “el utilitarismo es una doctrina ética formulada explícitamente a finales del siglo XVIII. Y señala que como su nombre indica, su contenido esencial es definir la corrección de toda acción por su utilidad. De ahí que esta doctrina se conozca también con el nombre de consecuencialismo”.

Consecuencialista denominada también así esta teoría porque toda conducta, toda acción, será valorada por sus resultados o consecuencias que produzca ella. Es decir las acciones no tendrán un valor moral sino con relación a la bondad o la maldad de las consecuencias. Entonces el valor de las acciones humanas se miden por sus consecuencias y que, por tanto, la acción carece de valoración moral intrínseca. Por ello si las consecuencias son buenas, la acción será valiosa, siempre y cuando máxime la felicidad general de la sociedad y por ende útil.

El utilitarismo como concepción filosófica considera que la medida de lo justo e injusto es la felicidad, el bienestar individual y el bienestar de la colectividad. Sostiene que la felicidad de cada individuo no es más que la diferencia entre la suma total de sus placeres menos el cumulo de sus dolores, y que el bienestar de la colectividad es el agregado de los bienestares de los individuos que lo constituyen.

J. Bentham es el primer exponente de esta teoría y como señala Araujo, Bentham decía que “la naturaleza puso al género humano bajo el dominio de dos señores soberanos: el dolor y el placer (…) al trono de esos dos señores está vinculada, por una parte, la norma que distingue lo que es recto de lo que es errado y, por otra, la cadena de las causa y de los defectos.”

Araujo dice que “el principio de la utilidad es simple derivación de la proposición anterior, que es el principio que establece la mayor felicidad de todos aquellos cuyo interés está en juego como la justa y la adecuada finalidad de la acción humana, y hasta la única finalidad justa, adecuada y universalmente deseable; sobre todo en la condición de un funcionario o grupo de funcionarios que ejercen los poderes de gobierno”. “Aquellos cuyo interés está en juego” siempre componen una comunidad. ¿Qué es la comunidad? “si la palabra tuviese un sentido, sería el siguiente. La comunidad constituye un cuerpo ficticio, compuesto por personas individuales que se consideran como miembros. Entonces el interés de la comunidad seria la suma de los intereses de los diversos miembros que integran la referida comunidad.”

El principio de utilidad, establece la mayor felicidad de todos aquellos que integran una determinada comunidad. Es decir lo útil es aquello que da mayor felicidad a los integrantes de una determinada comunidad. Entonces para el utilitarismo lo bueno no es sino lo útil, convirtiéndose de esa manera la utilidad o lo útil como principio fundamental, como “valor supremo”. Que juzga la moralidad de los actos. Por ello la felicidad individual

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