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Video Cuenta atrás Moderno Animado Negro


Enviado por   •  8 de Febrero de 2024  •  Documentos de Investigación  •  2.447 Palabras (10 Páginas)  •  58 Visitas

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Video Cuenta atrás Moderno Animado Negro

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Hola y bienvenidos a otro programa más de Descubriendo Filosofía. Para los que no me conocéis, me llamo Romaisa y estoy aquí un día más con mi compañera Sandra. Hola y buenos días, esperemos que disfrutéis de este capítulo.

Sin más dilación, empecemos. Dentro intro. Descubriendo filosofía.

Seguro que has oído muchas veces la expresión esto está científicamente probado o se ha publicado un estudio científico que dice que no es bueno comer tal o cual cosa. Con estas expresiones se da a entender que nos hallamos ante un conocimiento verdadero y que ha sido demostrado, pero ¿qué tiene la ciencia de especial para haber obtenido tal consideración? En este podcast vamos a tratar de responder a esta pregunta, indagando en eso que llamamos ciencia. Quédate, que seguro que no te arrepientes.

Para entender la ciencia debemos empezar por la ciencia antigua. Los primeros filósofos griegos intentaron sustituir el antiguo saber de la humanidad, los mitos, por un saber racional, al cual Platón llamó episteme, ciencia. Aristóteles desarrolló y modificó la concepción de su maestro Platón.

Simplificando un poco la cuestión, podemos decir que la ciencia para Aristóteles exige una demostración detectiva necesaria, partiendo de unas proposiciones o de unas cosas verdaderas, llegar necesariamente a una conclusión verdadera que explique determinados hechos. La ciencia es el conocimiento de las causas y también exige un conocimiento de la esencia de las cosas, conocer qué son las cosas. Teniendo en cuenta esta introducción a la ciencia antigua, pasamos a la ciencia moderna.

Este concepto de ciencia será recogido por la filosofía medieval, pero entrará en crisis en la época moderna. A partir del siglo XVII se adopta una nueva concepción, el mecanicismo. El mundo es ahora concebido como una gran máquina, esto es, como un conjunto de corpúsculos dotados de extensión en movimiento y fuerzas que los mueven.

Quedan excluidas de la ciencia, pues, las esencias, las cualidades y las finalidades, lo que supone la negación de la existencia de entidades espirituales. Asimismo, y a consecuencia de la crítica demoledora que realizó el filósofo David Hume, al concepto aristotélico de causalidad. La ciencia deriva hacia un fenomenismo, no es posible descubrir las causas reales de la producción de los fenómenos, ni tampoco establecer causas necesarias entre ellos.

El campo de la ciencia queda limitado a los fenómenos y sus leyes, entendidas estas últimas como regularidades, sólo probables de los fenómenos mismos. Ahora vamos con la ciencia actual. En la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX, nuevos acontecimientos modifican el panorama de la ciencia.

Por un lado, aparecen las llamadas ciencias humanas, historia, geografía, sociología, psicología, etc., las cuales parecen de otro tipo, que las ciencias naturales. Por otro lado, el mecanismo anterior es sustituido por la nueva física, que introduce conceptos revolucionarios, realidad, cuantos, etc., y acaba con el determinismo de la antigua física. ¿Cuál es entonces el concepto actual de ciencia? Alan Francis Chalmers, en un libro titulado ¿Qué es esa cosa llamada ciencia?, afirma sorprendentemente que no hay tal cosa llamada ciencia.

Es decir, que no es posible decir que es la ciencia de un modo inúbico, dada la enorme diversidad de ciencias existentes hoy en día. No hay una sola categoría de ciencia, y es posible fijar los criterios que deben ser satisfechos para que una área de conocimientos se considere aceptable o científica. Entonces ya, sabiendo un poco sobre el contexto de las ciencias en el pasado, podemos hablar de la clasificación de las ciencias.

Ya desde la época de Platón se han hecho ensayos de clasificación de los distintos saberes. Actualmente, la siguiente clasificación es aceptada por la mayoría de los autores. Están las ciencias formales y las ciencias empíricas, y estas ciencias empíricas se clasifican también en naturales y sociales o humanas.

Entonces, hablamos de las ciencias formales. Estas no se ocupan de los hechos o acontecimientos que ocurren en el mundo, sino de relaciones entre símbolos. No tienen contenido empírico ni se basan en la observación, sino en la coherencia interna del sistema.

Hay dos ejemplos muy importantes que son la lógica y las matemáticas. Hablando ahora de las empíricas, se ocupan de la realidad, de los hechos que ocurren en el mundo y de sus relaciones. Tienen contenido empírico que surge de la observación y la experiencia.

Además, sus afirmaciones han de ser comprobadas recurriendo a la experiencia. Estas están clasificadas, como ya he dicho, en naturales, las cuales se ocupan de la realidad natural, que son la física, la química, la biología. Y luego están las sociales o humanas, que se ocupan de la realidad social y humana, que son, por ejemplo, la sociología, la historia, la psicología.

Este cuadro es incompleto y se encuentra sometido a revisiones constantes, dado la aparición de nuevas ciencias y la evolución de las ya existentes. Además, habría que añadir también las llamadas ciencias aplicadas, la pedagogía, la medicina, etc. Parece, visto lo visto, que no es posible dar una definición breve de la ciencia, cabal que toda su diversidad y en la que todo el mundo esté de acuerdo.

Pero sí que se puede hablar de ciertas características comunes a toda ciencia, con el fin de que no llegar al extremo de hacer pasar cualquier cosa por conocimiento científico. Así, en principio, sólo puede ser llamado ciencia un conjunto de conocimientos que posea, al menos, las siguientes características. Estar formulado en un lenguaje riguroso y frecuentemente formalizado.

Constituir un conjunto sistemático de enunciados. Integrar diversos tipos de constructos, como leyes, teorías y modelos. Haber sido elaborado conforme a una metodología adecuada.

Poseer coherencia interna y, en las ciencias empíricas, contrastabilidad empírica. Poseer objetividad y comunicabilidad y ser susceptible de continuada autocorrección. Y es que, frecuentemente, la ciencia nos produce un sentimiento de extrañeza, es decir, parece rara.

Los científicos parecen hablar, en ocasiones, de un mundo diferente al mundo que experimentamos diariamente el resto de personas. El científico intenta perfeccionar nuestro conocimiento buscando la explicación de los fenómenos observados y, para ello, crea un lenguaje artificial que garantice la objetividad y precisión de sus conceptos, leyes y teorías. Los conceptos son los términos específicos de cada ciencia y estos términos son las partes objetuales constitutivas de un campo.

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