Yo soy Sócrates

Yo soy Sócrates, y la verdad es que yo sólo sé, que no sé nada, bueno a decir verdad es que soy tan ignorante como todos, pero  sé que en algún momento de todas estas exposiciones con mis amigos y colegas, hablaron de un tiempo presocrático, esto quiere decir que yo marque un antes y después en la historia de la filosofía. Se me suele considerar uno de los filósofos más importantes de todos los tiempos, fui el maestro de Platón y tuve una influencia enorme en la historia del pensamiento,  incluso Gandhi el mayor representante del pacifismo pedía a sus contemporáneos que vivieran según mis valores y el propio Martin Luther King reconoció toda la influencia que yo tuve respecto a su pensamiento. Es importante saber que hablar de mí es muy complicado, porque a mí me gusta la filosofía oral y no escrita, así es que desafortunadamente carecen de escritos para conocer mi forma de pensar, pero no se preocupen porque su amable maestra me pidió de favor que viniera de manera personal a contarles sobre mí. Lo que ustedes saben de mí lo conocen a partir de los textos de otros de mis seguidores,  pero que para nada coinciden, por ejemplo, Aristófanes hizo una comedia donde habla sobre mí, llamado las nubes, claro que él me ridiculiza y me muestra como un charlatán, me veía como un sofista más y la verdad es que normalmente a mí se me puede ver como un antítesis de los sofistas,  la segunda razón por la que soy complicado es porque Platón, mi discípulo escribía mis diálogos,  convirtiéndome en vocero de mis pensamientos,  Así es que a veces no queda muy claro poder diferenciar mis pensamientos a los de mi discípulo Platón, que ya lo invitaré después para que también venga darles una charla sobre mí. [pic 1][pic 2]

Yo soy hijo de un escultor y de una  comadrona, desde pequeño yo llamaba la atención por mí facilidad de palabra y mi gran inteligencia y por la agudeza de mis razonamientos. Me casé con una mujer que tenía un carácter fuerte,  es más alguna vez cuando discutimos mi esposa me tiró un cubo de agua por la cabeza, yo serenamente, solamente le dije que después de la tormenta siempre llega la lluvia.  La verdad yo siempre recomendaba a los hombres que se casarán porque pues sí lo hacían con una buena mujer, serían felices y sino seguramente serían filósofos.

 Ahora les voy a hablar sobre el intelectualismo ético, yo consideró que quienes hacen el mal es porque no conocen el bien, pero si se lo mostráramos, corregirían su propio error, les voy a poner un ejemplo,  un hombre descubre una forma de estafar y conseguir mucho dinero, pero, qué pasaría si  las personas que estafó se dan cuenta de lo que hizo, seguramente estas personas tendrían sentimientos negativos hacia el estafador y el propio estafador podría  tener una conciencia intranquila, yo digo que esta persona hizo el mal para conseguir un bien pero sin darse cuenta de que él estaba siendo una víctima de la ignorancia, seguramente si hubiera conocido el bien lo hubiera hecho sin pensarlo dos veces, si se hubiera dado cuenta de que hacer el bien a los demás, es hacerse bien a él, no habría actuado virtuosamente y se habría sentido bien consigo mismo y eso es algo que el dinero no puede comprar. Siempre digo que la mejor almohada para dormir es una buena conciencia.  Yo digo que es preferible sufrir una injusticia antes que cometerla,  pues sufrir una injusticia no nos hace injustos pero cometerla sí.

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