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Ética y Moral Cuadro Comparativo

Luiger SalcedoTrabajo28 de Marzo de 2023

4.008 Palabras (17 Páginas)98 Visitas

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 Universidad Nacional Abierta[pic 1]

Centro Local Sucre

Trabajo Práctico

Objetivos 1.I, 1.II y 2.I

Asesor(a):                                                                                Realizado por:

Mercedes Mago                                                                           Luiger Ortíz

Cédula de identidad:

28.725.176

Correo electrónico:

Luigersalcedo29@gmail.com

Número telefónico:

04248912107

Cumaná, Febrero 2023

Objetivo 1.I Cuadro Comparativo

Cuadro Comparativo

Ética

Derecho

Moral

Religión

Semejanzas

1. Trata de dar orientaciones a las acciones y conductas del ser humano.

2. La ética analiza y reflexiona sobre las costumbres de la conducta humana.

1. Código de normas lícitas destinadas a orientar las acciones de los ciudadanos.

2. La costumbre es la fuente del derecho.  La costumbre es la forma espontánea y popular de la creación del derecho. De hecho, con el tiempo, se ha perdido primacía de la costumbre sobre la ley, en derecho antiguo, se puede observar como la costumbre se oponía incluso a las leyes imperiales.

1. Normas que connotan un tipo de obligación interna que se impone el humano así mismo, a partir de su reconocimiento en conciencia del individuo.

2. Se fundamenta en la reflexión de la ética para ser constituida, además, la moral es la valoración de la conducta humana como hábito o costumbre.

1. Doctrinas morales muy elaboradas que guían al creyente-religioso  a través de un conjunto de ideales, virtudes y normas. El código religioso, por naturaleza, afecta directamente en el código moral del individuo que adopta la concepción moral del grupo religioso al que pertenece

2. La religión no se refiere únicamente a la relación de los seres humanos con sus dioses, apunta, al igual que la ética, la moral y el derecho, a una inteligibilidad más global, busca con tenacidad el sentido para la vida del humano, un sentido que no conocemos y por lo tanto, no sabemos para que servimos. La religión, en muchas ocasiones, nos acerca a esta respuesta, basando sus normas en costumbres divinas.

Diferencias

1. Elecciones/acciones universales y conscientes

2. La fuente de la normativa de la ética es la sociedad civil

1. Reglas escritas y aceptadas de la conducta

2. La fuente de la normativa del derecho es el parlamento y/o el estado.

1. Principios del bien o mal en base a la razón de la sociedad

2. La fuente de la normativa de la moral es la consciencia personal.

1. Creencias y comportamientos determinados en relación a una deidad.

2. La fuente de la normativa de la religión es Dios, el libro de dicha religión o bien, la institución a la que pertenece dicha religión

Objetivo 1.II Reporte Escrito

La tradición ética de Aristóteles: razonar para una vida feliz.

Aristóteles se convirtió en el referente filosófico de la llamada “cultura occidental” durante sus años de vida, es decir, entre (384-322) a.C, y mucho más aún durante los años posteriores a su muerte, de hecho, en el año 349 antes a.C, desarrolla un conglomerado de escritos de nombre “Ética a Nicómaco”, donde reflexiona sobre la conducta de las personas para procurarse una eudaimonía/vida feliz. Despeja de las acciones su fin en sí misma y su inevitable procura hacia bien, advirtiendo que le desconocimiento de ese fin en sí mismo, conlleva a emprender acciones sin objeto y vanas. Para Aristóteles, el obrar moralmente es lo mismo que obrar racionalmente, siempre que se entienda por razón a la “razón prudencial”, que nos aconseja a elegir los medios oportunos para ser feliz, de dichos medios, el propio Aristóteles nos comenta, mostrándonos una forma ideal para ser “prudente”.  En resumen, el planteamiento de Aristóteles se podría decir que es “Una acción es correcta, si me hace feliz; mientras que una acción no es correcta si no me hace feliz” por lo tanto, para el filósofo griego, debemos procurar nuestra felicidad.  Por lo tanto, para procurar dicha felicidad, dejemos no solo saber diferenciar entre lo bueno y lo malo, si no también poner en práctica los ejercicios de nuestras virtudes diariamente, para alcanzar el máximo entendimientos de las mismas. Virtudes que según Aristóteles se dividen en dos conjuntos: virtudes intelectuales y virtudes del carácter.  Estos dos conjuntos, son un importante alcance metódico para el desarrollo de la ética que se suma a la razón prudencial que le atribuye el filósofo griego.

No obstante, este apoyo en la práctica de virtudes, constituye también un límite de esta ética aristotélica. Existen otras tradiciones éticas donde la inteligencia prudencial y el carácter de la persona no marcan su conducta moral, tradiciones donde es prioritario un criterio propio o un principio objetivo para evaluar las acciones que se realizan. Se puede inferir que, fundamentar y a la vez limitar con base a las virtudes el criterio evaluador  de la ética, es producto del contexto cultural de la antigua Grecia, sin excluir de esa cultura el ámbito social y política. Aquella sociedad esclavista, entregaba mayores méritos a aquellas personas cuyas virtudes eran excelsas en el desempeño de sus funciones particulares, aunque, la moral vivida por los griegos obviamente contenía algunos conceptos que serían piezas básicas de las primeras teorías éticas, en este caso, la aristotélica. La teoría ética de las virtudes, tiene una preferencia evidente por la realización individual de la felicidad, que se mantiene sujeta a la realización de una vida buena a través de virtudes desarrolladas de manera individual, por lo que podemos decir que en este segmento del reporte se pone de manifiesto otro de los límites de la tradición aristotélica, destacando por la apuesta de una ética de las virtudes individualizada y por supuesto, egoísta. ¿Tiene razón entonces Aristóteles al completo? En absoluto. Estamos hablando de un autor de hace veinticuatro siglos, y que sentó las bases de la teoría ética sin una tradición en la cual apoyarse, más que en las enseñanzas de Platón y el ejemplo de Sócrates, todo lo demás, fue desarrollado por el medio cultural en el que vivió, influenciado por los prejuicios asentados en su ambiente social, algo que le llevó a grandes errores en su compresión absoluta del mundo, una comprensión totalmente ajena a la del mundo contemporáneo.

El epicourismo: Tradición del hedenismo.

Para Epicuro de Samos, de quien surge el epicureísmo, lo que mueve nuestra conducta es la búsqueda del placer, por lo tanto, será sabio aquel que mejor sepa administrar su placer y tomar decisiones teniendo en cuenta factores como la duración y la intensidad del placer. Entonces para Epicuro de Samos, obraba moralmente aquel que manejaba la llamada razón calculadora, es decir, aquel que tomaba sus decisiones basándose en cuál de ellas le generaría más placer prolongado y lo alejaría más del dolor, si dichas acciones, no tenían como consecuencia placer y ausencia de dolor, entonces no eran moralmente correcta. En este punto es importante aclarar que para el pensamiento de Epicuro, esta búsqueda de placer era individual, no en grupo, algo que para el utilitarismo de hoy en día ya no es así, si no que buscan el mayor placer para la mayor cantidad de personas posibles. Hedoné, es la raíz etimológica de “placer”, por lo que la teoría de Epicuro puede considerarse una ética hedonista. Pero ¿a qué llamamos placer? ¿Cómo sabemos que los hay y cuando pueden durar?  Pues para Epicuro, los placeres se distinguían entre los placeres estables y los placeres positivos; los placeres estables consisten en la armonía producida por ausencia de dolor en el cuerpo y de turbación en el alma, mientras que los placeres positivos son producidos por presencia de sentimientos como la alegría.

El utilitarismo rompe con ese individualismo, al anteponerle a los intereses personales los de la comunidad. Tal como lo escriben Cortina y Martínez (2001), el utilitarismo constituye una forma renovada de hedonismo, donde el fin de la moral es, por tanto, alcanzar la máxima felicidad, es decir, el mayor placer para el mayor número de seres vivos. Por su parte, Jeremy Bentham propone medir el placer a través de ciertas variables capaces de cuantificarlo, como la intensidad, duración, proximidad y seguridad, reafirmando la búsqueda calculadora del placer del propio Epicuro. Regresando a los criterios y principios que rigen el hedonismo, John Stuart Mill puntializa que la moralidad está cimentada en el principio de utilidad y este deviene consecuencialidad. Esto último afirmado por Hoyos cuando establece que el criterio empleado por Mill para evaluar la corrección de las acciones es un criterio consecuencialista. Esta idea de la consecuencialidad, considera de suprema importancia solo las consecuencias que acaben en bienestar, o que lo provoquen. Surgiendo con esto un límite para ese criterio evaluador de las acciones ética. De ese principio de utilidad se desprende también la previsibilidad de los actos y las reglas morales con base a la probada utilidad de esas acciones para provocar el máximo placer y el menor dolor. Esto ata y limita la moral a acciones de consecuencias previsibles. En este segmento del reporte escrito, he presentado algunos alcances y límites de la tradición hedonista. Siendo más concreto, uno de esos alcances, es haber superado la evaluación ética a partir de las virtudes por criterios objetivos. Esto último aporta a su vez, nuestro segundo alcance, la posibilidad cuantificadora de esos criterios y también, no menos importante, el carácter social de la ética. En cuanto a los límites, nos hemos referido a dos: el criterio consecuencialista y la previsibilidad de las acciones a causa del criterio antes mencionado.

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