DOCTRINA DE LA SEGURIDAD NACIONAL

DOCTRINA DE LA SEGURIDAD NACIONAL

La Doctrina de Seguridad Nacional (DSN), fue una ideología infundida por Estados Unidos, al inicio de la Guerra Fría, ya que América Latina estaba pasando por innumerables aniquilamientos de masas de población, esta doctrina consistía, en que las verdaderas luchas no tenían fronteras territoriales, sino solo un choque de ideologías.

Esta doctrina fue un conjunto de concepciones que derivaban de supuestas verdades, valores, normas y principios que un Estado, que a través de sus propias experiencias o basándose en la de otros Estados, y de acuerdo a su Constitución Política, esta garantizaba el desarrollo integral del hombre y de una colectividad nacional.

Cubrió diversas áreas desde el desarrollo económico, hasta el religioso, así mismo determino ciertos criterios que eran fundamentales que deberían ser tomados en cuenta, para poder combatir con inteligencia al enemigo.

Tiene un origen desde Argentina, con la aplicación del Plan Conintes (Conmoción Interna del Estado), esta proponía, un acercamiento del conflicto que se centraba en el enemigo político interno, este plan se aplicó a finales de la década de los cincuenta, como respuesta a los opositores políticos en Argentina.

Se empezaron a realizar las Reuniones de Ejércitos Americanos, fue un ámbito importante en la Doctrina de la Seguridad Nacional, ya que esta se difundió a través del todo el continente en los militares, comenzando a expandirse esta ideología estadounidense acerca del conflicto en América Latina, y esta se centraba en una guerra contra el comunismo.

Esta doctrina se basó en dos postulados, la bipolaridad y la guerra generalizada. La bipolaridad fue la división del mundo en dos grandes ejes opuestos, el bien y el mal. Esta afirmaba en la existencia de una guerra entre el oriente comunista y el occidente cristiano, se marcó por la imposibilidad de un enfrentamiento armado mundial.

Este enfrentamiento se manifestó a través de la subversión interna que permitía el desenvolvimiento del conflicto, sin el riesgo de una guerra de aniquilamiento suicida.

Entonces América Latina, en la medida que se iba conformando el bloque del occidente cristiano, la respuesta surgía inmediatamente por parte del bloque comunista, por lo tanto la seguridad nacional estaba en riesgo, en consecuencia no quedaba otra opción más que asumir la conducción política del Estado, en defensa de esos valores, preservando su seguridad.

Esta doctrina se fundamentó en que todo individuo, podría considerarse como amigo o enemigo, tal fuese el caso y que América Latina se encontraba en estado de guerra contra el comunismo mundial, y que pretendía ser sustituido por el mundo occidental, por ende la guerra tenía un nuevo sentido, el comunismo comenzaba a filtrarse por diversas partes.

La lucha contra el comunismo no solo implicaba medidas nacionales, sino también colectivas, entendidas por el Estado como el mantenimiento por la acción común, para garantizar la seguridad de todos los miembros de una asociación de naciones. Esto implicaba acuerdos internacionales, planes comunes, y la preparación común para poder combatir contra el enemigo que era el comunismo.

En 1947 se establece un tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, en Río de Janeiro, fue denominada la Conferencia Interamericana para el mantenimiento de la seguridad y la paz continental. Así que la influencia de Estados Unidos se ve reflejada en la formulación de la Seguridad Externa, uno de los principios fundamentales de la Doctrina de Seguridad Nacional, para poder enfrentar las presiones provenientes del exterior, ante este tipo conflictos ideológicos.

La Doctrina de la Seguridad Nacional planteo la existencia no solo de enemigos externos, sino también internos, así como la existencia de enemigos externo-interno, tal como el caso de la subversión comunista y que no solo debe enfrentarse a través del medio militar, sino también político, económico, social y psico-social.

La Doctrina de la Seguridad Nacional es la base ideológica, de sustentación de un Nuevo Modelo Político en Latinoamérica.

Esta doctrina fue la que sostuvo ideológicamente a los gobiernos autoritarios en América Latina, durante los años sesenta y setenta, aunque cabe

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