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Epoca Del Salitre


Enviado por   •  20 de Julio de 2011  •  1.474 Palabras (6 Páginas)  •  1.420 Visitas

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El empleo del salitre peruano desde la década de 1830 significó un éxito de proporciones. Desplazadas así la nitrerías artificiales, se inició una dura competencia entre el salitre de Tarapacá y el proveniente de Bengala (India), que hasta entonces abastecía necesidades de los campos europeos.

El bajo precio del salitre tarapaqueño desplazó al producto hindú. Frente a la sostenida demanda en Tarapacá se instalaron "Oficinas de Paradas". Estas era un fondo de cobre o fierro donde se disolvía a fuego directo el caliche, un estanque para clarificar el caldo, y bateas en que se efectuaba la cristalización.

En cuanto al comercio del salitre se realizaba en el Callao, pasado hacia 1840 a efectuarse en Valparaíso, sede de habilitadores y de agencias comerciales inglesas.

A partir de 1850, la industria salitrera de la Primera Región atrajo a ingleses y chilenos. Personajes como Tomás y Angel Custodio Gallo, la firma Cousiño y Garland y Pedro Gamboni introdujeron el empleo del vapor en el proceso de lixiviar el salitre, base de las oficinas de

máquina, capaces de trabajar con caliches de escasa ley.

El comercio y la banca de Valparaíso habilitaron a numerosos

industriales para la renovación tecnológica y la construcción de plantas

de avanzado diseño. Esto es el caso, de la empresa Gibbs y Cía.,

contribuyó al nacimiento de la Compañía de Salitres de Tarapacá.

Además se solucionó el problema de transporte a través del ferrocarril.

Las veinticinco oficinas de la región de La Noria fueron unidas al

puerto de Iquique por la sociedad Ramón Montero y Hnos., amparada

con un privilegio exclusivo del gobierno peruano.

En 1875 el gobierno peruano expropió las salitreras de Tarapacá y

emitió Certificados Salitreros. Durante la Guerra del Pacífico dichos

certificados decayeron el 10 por ciento de su valor, oportunidad

aprovechada por el inglés John T. North quien compró la mayoría de

los papeles con créditos de bancos chilenos y los aportó como activo

a sociedades formadas en Londres. Se le llamó el "Rey del Salitre".

Capitales ingleses controlaban hacia fines del siglo XIX el 60 por

ciento de la industria del salitre.

Para movilizar la producción salitrera a puertos y subir el

abastecimiento de alimentación, combustible y agua necesarios para

la población e industria, se construyeron entre 1870 y 1903

ferrocarriles que servían a todos los cantones de producción.

Con el comienzo de la Primera Guerra Mundial y el consiguiente cierre

de los mercados tradicionales, la crisis industrial salitrera adquirió

caracteres de extraordinaria gravedad. Alemania, principal importador

europeo y, Francia estaban dedicados a acondicionar sus economías

a las necesidades surgidas del conflicto. El transporte, monopolizado

por los beligerantes, dificultó el despacho del abono. Además, fueron

drásticamente restringido los créditos extranjeros.

También se introdujo el nitrato sintético lo que desencadeno el fin de la historia salitrera. La creciente necesidad mundial de abonos

nitrogenados y la guerra, incentivaron a que los países europeos, en

especial Alemania desarrollara su propio abastecimiento sobre la

base de sulfato de amonio sintético.

El éxito de éste alcanzado desplazó paulatinamente a la producción

chilena la que en 1910 representaba el 65 por ciento de los abonos

nitrogenados consumidos en el mundo. Esta bajó al 30 por ciento en

1920 y al 10 por ciento hacia 1930. En los años 50 la producción de

salitre en Chile representaba sólo el 3 por ciento del consumo

nacional.

En la actualidad la explotación salitrera está en manos de la Sociedad

Química y Minera de Chile (Soquimich), empresa privada que

mantiene en explotación dos oficinas en la Región de Antofagasta.

Se estima un nuevo auge de esta industria debido al alto precio

alcanzado por el yodo y la revalorización mundial de los abonos de

origen natural.

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