La Iglesia Tras La Conquista

El poder de la Iglesia en los años posteriores a la conquista:

Montesinos y el cronista Cieza

Fray Antonio de Montesinos dio su famoso sermón de Adviento en el año 1511, solamente 19 años después de que Colón llegara a América. Llama la atención la fecha tan temprana en la que Montesinos, junto a otro grupo de frailes dominicos, tuvo la lucidez de plantear la explotación indígena como un problema.

Montesinos se erige ante los poderosos de la isla de La Española como la voz de Cristo en la misma («Para os los dar a cognoscer me he sobido aquí, yo que soy voz de Cristo en el desierto de esta isla, y por tanto, conviene que con atención, no cualquiera, sino con todo vuestro cora¬zón y con todos vuestros sentidos, la oigáis; la cual os será la más nueva que nunca oísteis, la más áspera y dura y más espantable y peligrosa que jamás no pensasteis oír») y partiendo de esta posición privilegiada pregunta al público qué autoridad es la que tienen para tratar de una forma tan despreciable a los indios, matándolos y explotándolos.

La Conquista del Nuevo Mundo partía de una base errónea: los aborígenes del lugar no tienen alma racional y por lo tanto no tienen derechos y pueden ser esclavizados. Esta falacia estaba basada en que los conquistadores eran racionales y los aborígenes, al no tener alma racional, eran “algo” a caballo entre el hombre y el animal.

A partir de esta idea es cuando surge el pensamiento humanista de los frailes dominicos del lugar, y la voz de Montesinos será quien la expanda.

En mi opinión, las dos ideas claves del sermón son, por un lado la deconstrucción de un pensamiento que justifica la esclavitud que viene dada por la irracionalidad del esclavo; y por otro lado la construcción de la racionalidad del hombre por el mero hecho de serlo.

Es interesante ver cómo Montesinos plantea en un mismo plano de injusticia que los comendadores explotaran a los indios haciéndolos incluso morir, con que no estuvieran siendo evangelizados y conociendo a Dios. Esta idea de que los indios tienen derecho a ser evangelizados es tratada por Fray Bartolomé de las Casas en “De unico vocationis modo” y dice que esta evangelización ha de ser pacífica. De ninguna manera justifica la violencia contra los indios incluso cuando la práctica de estos es contraria a los derechos humanos (“sus” derechos humanos) practicando la antropofagia y los sacrificios humanos. Su gran razón para querer evitar un conflicto violento frente a estas prácticas es creer que esto llevaría a los indios a odiar y rechazar el evangelio, generando la idea contraria a lo que se quería.

Esta idea de Fray Bartolomé de las Casas es la misma que la de Montesinos, la de la evangelización como misión principal de la conquista.

Gracias a las críticas de Montesinos se promulgan las Leyes de Burgos de 1512, donde la Corona ordena el buen trato de los taínos y su protección.

Si bien Montesinos en su sermón defiende la vida de los indios y su libertad parece que la justificación sea porque son potenciales personas

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