La Mujer En El Voto

El voto femenino en el Ecuador fue no de los postulados de la doctrina liberal en el contexto de las reformas introducidas por la Revolución de Alfaro. Ecuador fue el primer país en América Latina en consagrarlo. La revolución Alfarista había sentado las bases legales para que las mujeres ecuatorianas pudieran acceder al derecho al sufragio, así como para su incorporación a la educación, al trabajo y a la protección de los derechos de la mujer casada. El tema "El derecho al voto y la participación política de las mujeres" es tratado por Lilia Rodríguez, dentro del análisis de los procesos electorales publicados por el Tribunal Supremo Electoral. La autora recuerda que en 1929, el Ecuador reconoció el derecho de la mujer al voto y se convirtió en el primer país de América Latina en hacerlo. Matilde Hidalgo de Prócel, una médica que venció los prejuicios de la época, en 1924 se acercó al Registro Electoral de Machala con el fin de inscribirse para votar. Esto -recuerda- motivó una consulta al Parlamento y al Honorable Consejo de Estado, el 9 de julio de 1924, para dilucidar si las mujeres tenían o no derecho a votar. No había ningún impedimento. La primera Constitución liberal de 1896 había eliminado uno de los requisitos establecidos en la Constitución de 1861, expedida durante el gobierno de García Moreno, la que pese a su tinte democratizador establecía que para ser ciudadano era necesario "ser varón, mayor de 21 años y que supiese leer y escribir". La resolución del Consejo de Estado con respecto al derecho de las mujeres a elegir y ser elegidas fue positiva, pasando doña Matilde a ser la primera mujer votante en las elecciones de 1925. Posteriormente, este derecho se incorporó en la Constitución de 1929, en el marco de las reformas de la Revolución Juliana y se mantuvo obligatorio para los hombres y facultativo para las mujeres hasta 1967, año en que se estableció la obligatoriedad del voto femenino. El reconocimiento de este derecho de las mujeres ecuatorianas en términos de su participación formal en la política no fue resultado precisamente de su movilización y presión, como lo fue para las norteamericanas y europeas que, en las cruzadas sufragistas del siglo XIX y principio del XX, levantaron las banderas del voto para las mujeres, exigiendo democratizar la base electoral de los estados burgueses de aquel entonces. Cada sociedad determina los ámbitos de acción de hombres y mujeres, y puntualiza la diferencia entre las tareas de unos y otras. Las funciones de hombres y mujeres se han ido modificando al compás de los cambios sociales y económicos de los pueblos y de su quehacer histórico. FECHAS DEL ESTABLECIMIENTO DEL DERECHO AL VOTO FEMENINO EN AMERICA LATINA 1929 Ecuador, 1932 Brasil, 1934 Cuba, 1942 República Dominicana, 1945 Guatemala, 1947 Argentina, 1949 Chile, Costa Rica, 1950 El Salvador 1952 Bolivia, 1953 Jamaica, México, 1954 Colombia, 1955 Perú, 1957 Haití,

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