Liberalismo En Mexico

El Porfiriato es una de las etapas más importantes de la historia mexicana. No solo por ser el desenlace de una etapa llena de rebeliones y levantamientos, originados por una división en las esferas de poder muy marcada, sino por ser el prefacio de un movimiento de relevancia no solo para el discurso político de los 50 años posteriores al mismo, sino como un levantamiento que nos da identidad como nación y del cual provienen muchas de las problemáticas que aún existen: La Revolución Mexicana, la primera en el mundo para muchos.

Dejando de lado la revolución de 1910, hay quienes consideran que la figura de Porfirio Díaz merece ser borrada, ya que resulta ser visto por la historia oficial como un dictador, dejando de lado o ignorando el desarrollo tecnológico logrado durante su gobierno y el orden imperante que –después de muchos años de rebeliones, a raíz del movimiento de Independencia de 1810- al fin existía. El objetivo del presente trabajo es ese: centrar la atención en este periodo, analizando desde 3 distintos ejes el desempeño de este “tirano” tan emblemático en la historia de México.

División de élites

En cuanto a lo que refiere a la división de élites, podemos notar diferentes periodos y cómo las negociaciones hicieron que estos conflictos se solucionaran, claro que no siempre respetando determinadas normas morales, o de manera completa.

Un ejemplo inmediato resulta ser la división de los treinta liberales en dos grupos, el grupo de los letrados y el grupo militar. una gran diferencia que los marcaba era su lugar de origen, los cultos provenían en su mayoría de una zona urbana mientras que los militares prevenían de rancherías y pueblos, otra era la barrera generacional de casi una década pues esto los ubicaba en contextos diferentes, los segundos tenían un origen más humilde mientras que los primeros venían de familias medianamente acomodadas por lo que los hábitos, la oportunidad de cultivarse en colegios prestigiados y de desarrollar determinadas, influyo para generar un pensamiento, una ambición, un camino y una lucha liberal pero diferente entre una clase y otra.

Prueba de lo anterior fueron las políticas y leyes que implementaron, puesto que en lo relacionado a la iglesia o al peonaje, Juárez separo a la Iglesia del Estado y eliminó los castigos corporales en las haciendas, iniciando así un conflicto con la institución eclesiástica.

Por otra parte los liberales lograron consolidarse después de una larga lucha tanto armada como política e ideológica, evidencia de esto es como Gabino Barreda quién era discípulo de Augusto Comte, defendió el liberalismo y sus planes a los cuáles, según el texto, los encapsula en tres: libertad, orden y progreso .posteriormente esto sería la base del gobierno porfirista

Hay que aclarar que no dejaron de existir conservadores, sin embargo, su actividad se redujo a la lucha periodística y posteriormente en el gobierno de días se negoció con ellos en la forma de repartición de tierras o cargos importantes en el gobierno.

Es importante señalar cómo parte de las élites de este periodo, al ejército mexicano, del cual provendría el presidente Díaz. Curiosamente siendo ya líder de la nación, el ejército se profesionalizó, pero a su vez se debilitó.

Por otro lado tenemos a la Iglesia que si bien, es la élite más conflictiva para el Estado, también es una de las más poderosas y con la que el general Porfirio Díaz pacto una momentánea paz. Es evidente la molestia que se manifestó ante el establecimiento de la ley Juárez ya que se les quitaron todos sus privilegios y su poder sobre el Estado.

División de élites

Mientras tanto, continuó la existencia de las clases sociales: clase Alta –hacendados, banqueros, empresarios y profesionistas eminentes; que tenían lazos de amistad, parentesco o por negocios-, Media –profesionistas, funcionarios, comerciantes, transportistas, artesanos prósperos y rancheros- y Baja –sirvientes, artesanos, obreros, dependientes de locales comerciales, ambulantes, comuneros y trabajadores del campo- continuando con la desigualdad.

Los hacendados fueron muy beneficiados, puesto que la desamortización

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