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Los Hijos Me La Malitzi

thekrak824 de Octubre de 2014

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EL PACHUCO Y OTROS EXTREMOS

¿Quienes somos los mexicanos?, ¿a que le llamamos patria en verdad? ¿somos patrioticos? en el siguiente ensayo hablare segun mi criterio y el de octavio paz de como somos los mexicanos relmente, basandome en el ensayo de paz sobre " EL PACHUCO Y OTROS EXTREMOS".

En primer lugar Octavio paz busca respuestas a sus preguntas sobre ¿qué somos y como realizaremos eso que somos? a que se refiere con esto, el se preguntaba sobre el carácter de los mexicanos, que hace una comparación con la actitud del adolecente que no puede olvidarse de sí mismo.

Habla sobre que muchas de sus reflexiones sobre el mexicano, que en lugar de encontrarlas en México, como era de suponer, al contrario surgieron en Estados Unidos, y al intentar explicarse algunos rasgos de los mexicanos principia con quienes el solo serlo es un problema de verdad vital.

Y ya que vivió en los Ángeles donde habitan más de un millón de mexicanos, menciona que aunque el mexicano hable el mismo idioma ,use la misma ropa y sientan vergüenza de su origen , absolutamente nadie los confundiría con norteamericanos auténticos, y no es por el físico si no por el aire furtivo e inquieto de quienes se disfrazan y temen la mirada ajena, mas sin embargo son ellos quienes engendran al llamado “ pachuco” (que son bandas de jóvenes de origen mexicano que viven en E.U.A y se singularizan por su vestimenta, conducta y su lenguaje), menciona que ellos no quieren volver a su origen mexicano y tampoco desea fundirse con la cultura norteamericana.

hacia referencia a los negros quienes aunque perseguidos por la intolerancia racial,, se esfuerzan para ingresar a la sociedad, esto al contrario el mexicano que ha sufrido repulsa menos violenta pero lejos de intentar adaptarse afirman sus diferencias, las subrayan y procuran hacerlas notables. Por medio de un dinamismo grotesco y una conducta anárquica.

Menciona que el pachuquismo lejos de ser cerrada o una secta, es una sociedad abierta.

La novedad del traje reside en su exageración, la moda del pachuco lleva su límite hasta volverlo algo estético, y forma este una ambigüedad por que por una parte su ropa los aísla y los distingue; pero por otra esa misma ropa constituye un homenaje a la sociedad que pretenden negar, el pachuco niega a la sociedad de la cual procede así como a la norteamericana , el pachuco se lanza al exterior pero no para fundirse con lo que le rodea sino para retarlo, un gesto suicida ya que el pachuco no afirma nada, no defiende nada, excepto su exasperada voluntad de no ser. El pachuco es la presa que se adorna para llamar la atención de los cazadores.

¡Y me pregunto! si esto ocurre con personas que hace mucho abandonaron su patria, que apenas y hablan el idioma, que decir de los otros.

La existencia de un sentimiento de real o supuesta inferioridad frente al mundo podría explicar, parcialmente, al menos la reserva con que el mexicano se presenta ante los demás y la violencia inesperada con que las fuerzas reprimidas rompen esa mascara impasible.

La historia de México es la del hombre que busca su filiación, su origen, se siente solo perdido en un mundo que ha sido creado por y a semejanza del norteamericano, menciona que algunos dicen que la diferencia entre los norteamericanos y nosotros son solo diferencias económicas, que ellos son ricos y nosotros pobres.

* El realismo americano es como su ingenuidad, para el mexicano un realista siempre es un pesimista y una persona ingenua no puede serlo mucho tiempo si de veras contempla la vida con realismo,

* Los americanos no desean conocer la realidad antes que utilizarla, y da un ejemplo de unas ancianas que a su avanzada edad todavía tenían ilusiones y que hacían planes para el futuro, como si este jamás se fuera este a agotar.

* Así, pues el realismo americano es de una especie muy particular, y su ingenuidad no incluye el disimulo ni la hipocresía, sí una hipocresía pues consiste en la negación de todos aquellos aspectos de la realidad que nos parecen desagradables, irracionales o repugnantes.

* Uno de los rasgos mas notables del mexicano es la contemplación al horror, y aun la familiaridad y la complacencia en su trato, así como los cristos ensangrentados en las iglesias de pueblo, el humor macabro en ciertos encabezados de los diarios, lo velorios, la costumbre de comer el 2 de Noviembre pan dulce que fingen huesos y calaveras, siendo estos hábitos heredados de indios españoles, son también inseparables de nuestro ser. Nuestro culto a la muerte es culto a la vida, del mismo modo que el amor, que es hambre de vida, es anhelo de muerte.

* Así menciona que no terminan aquí nuestras diferencias porque ellos son crédulos en cambio nosotros somos creyentes, ellos aman los cuentos de hadas y las historias policiacas, nosotros los mitos y las leyendas, nosotros los mexicanos mentimos por fantasía, por desesperación o para superar su vida sórdida, ellos los norteamericanos no mienten, pero sustituyen la verdad verdadera que es siempre es desagradable, por una verdad social.

* Nosotros nos emborrachamos para confesarnos, ellos para olvidarse.

* Ellos son optimistas, nosotros nihilistas (solo que nuestro nihilismo no es intelectual, si no una reacción instintiva).

* Los mexicanos son desconfiados ellos abiertos.

Nosotros somos tristes y sarcásticos ellos son alegres y humorísticos.

* Ellos quieren comprender, nosotros contemplar.

* Ellos son activos y nosotros quietistas.

* Disfrutamos de nuestras llagas como ellos de sus inventos.

* Ellos creen en la higiene, en la salud, en el trabajo, en a felicidad pero tal vez no conocen la verdadera alegría.

* Ellos son modernos nosotros puritanos, (creemos que el pecado y la muerte constituyen el fondo ultimo de de la naturaleza humana).

Me pregunto ¿cuál es la raíz de tan contrarias actitudes? Y me contesto, que para los norteamericanos el mundo es algo que se puede perfeccionar, y para nosotros el mundo es algo que se puede redimir.

El sistema americano solo quiere ver la parte positiva de la realidad.

La historia contemporánea anula la creencia en el hombre como una criatura capaz de ser modificada fundamentalmente por estos o aquellos instrumentos educativos sociales.

El hombre no es solo fruto de la historia y de las fuerzas que la mueven, como pretende ahora, tampoco la historia es el resultado de la sola voluntad humana, el hombre parece que no está en la historia: es historia.

En cada hombre late la posibilidad de ser o, más exactamente, de volver ser, otro hombre.

Este capítulo trata sobre cómo se nos revela nuestra identidad desde niños. Cuando nacemos nos podemos sentir solos; pero niños y jóvenes podemos olvidarnos de nuestra soledad a través del juego o trabajo. Es en la adolescencia cuando nos preocupamos por encontrar nuestra identidad, el adolescente se asombra por la riqueza que encuentra en su entorno, se pregunta si verdaderamente es el.

A los pueblos en crecimiento también les pasa lo mismo. Muchas veces las respuestas son cambiadas por la historia y con esta el carácter nacional. Los pueblos deben entregar su conciencia a si mismos. La máscara del viejo es la historia. Un pueblo se distingue por sus creaciones, hay quienes comparten una misma población y diferentes etapas históricas y cada día se va modelando; se puede tomar como ejemplo que todos pueden llegar a sentirse mexicanos, puede bastar con cruzar la frontera para sentirse así.

Muchas de las partes de este ensayo se escribieron durante la estancia de Octavio Paz fuera de México. Al estar en E.U.A. trataba de explicarse el porqué para unos el ser mexicano es cosa de vida o muerte. Al vivir en los Ángeles se dio cuenta que estaba habitada por muchos mexicanos, pero no se pueden mezclar totalmente con los norteamericanos ya que aunque vistan iguales y sientan vergüenza de su origen, no se pueden confundir con los norteamericanos, ya que los mexicanos son masa activos, a estos hombres se les llama pachucos.

Los pachucos se distinguen por su lenguaje, su vestuario, y conducta. Son jóvenes mexicanos que no olvidan sus orígenes y que luchan por no ser iguales a los que están a su alrededor. El pachuco es uno de los extremos del mexica, hasta la palabra “Pachuco” no tiene una definición en si. No desean entrar a la esfera de la civilización como los negros, quienes son perseguidos por la ola racial. El pachuco lucha por ser distinto o tal vez único; no le queda más que su cuerpo y alma a la deriva y dice ser una sociedad abierta. El norteamericano considera al pachuco como un ser peligroso. Es como un modelo grotesco que llama la atención de la gente con su vestuario, que vive al margen, se obstina por ser distinto, se le atribuyen virtudes eróticas. El norteamericano también lo ve como algo fascinante o misterioso. El pachuco aparenta no pertenecer a una raza, pero la realidad es que se alegra de su sociedad para poder ingresar a la sociedad norteamericana de manera arriesga, se esconde de si mismo. Al estar en un país diferente al nuestro nos encerramos en nosotros mismos, no buscamos a los demás por temor a reflejarnos en ellos. Las soledad del mexicano está llena de dioses y busca su origen; esta no ha sido levantada a comparación de los norteamericanos que se ven confusos en medio de máquinas y conciudadanos. Creen que el mundo fue hecho por y para ellos, que han nacido de la democracia, que son ricos y nosotros pobres… se encuentran solos entre sus obras y perdidos en un páramo. La diferencia entre los norteamericanos y los mexicanos es muy amplia; nos caracterizamos por nuestras costumbres y tradiciones. Ellos viven en una sociedad

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