Origen del hombre americano.

El origen del hombre americano

• Teorías sobre el origen del hombre americano (amerindio)

Existen diversas versiones acerca del origen del hombre americano, éstas se han dividido de acuerdo con sus hallazgos y estudios.  

Florentino Ameghino sostenía que el hombre americano es “autóctono” y que apareció en Sudamérica a fines de la Era Terciaria basándose en la teoría del “origen múltiple” de la humanidad, sin embargo, su teoría es inaceptable, desde el punto de vista científico no es posible admitir esta hipótesis, porque no existen en América los “monos antropoides” que se consideran el antecedente inmediato del hombre, según la teoría evolucionista.

Otra teoría es la del origen único, entre quienes la apoyan destacan Pablo Martínez del Río y Ales Hrdlicka, quienes argumentan que el hombre americano procedía de Asia y cruzó los hielos del Estrecho de Bering hacia el año 40 000 a 20 000 a. de C. en persecución de las bestias de caza que huían hacia el noreste y así penetraron al Continente Americano.

Esta hipótesis se apoya en las semejanzas “étnicas, lingüísticas y culturales” que existen entre los “mongoloides asiáticos” y ciertos grupos de indios americanos, tales como el color de piel, los ojos oblicuos, la forma y el color del cabello, los pómulos salientes y la forma de los labios.

Pero hay otros grupos de indios americanos que muestran diferencias en su estructura física respecto a los mongoloides asiáticos, tales como la nariz primordialmente de algunos indios de Norteamérica y la alta talla de los Patagones: lo cual hace pensar, justificadamente, que tienen distinto origen.

En apoyo de esta teoría como ya se ha mencionado el parecido físico entre el oriental y el amerindio,  y la corta distancia, de 90 km. entre las costas de Siberia y de Alaska, por donde se supone se introdujeron los inmigrantes al continente americano para posteriormente dispersarse desde el norte hacia el sur.

Paul Rivet, por otra parte, explica que el hombre americano tuvo su “origen múltiple”; es decir, que tuvo que haber llegado de diversas regiones, tanto de Asia, Polinesia y Oceanía.

Rivet ha comprobado que entre los indígenas de Patagonia existen algunos caracteres “australoides”, y que en ciertos lugares de Sudamérica aparecen elementos culturales de origen “malayopolinésico” (como la hamaca, las danzas rituales), y en la raza de Lagoa Santa, Brasil, encuentra afinidades étnicas con los habitantes de Melanesia.

Para apoyar esta teoría, hace algunos años se realizó la expedición de Konti Ki, que en una balsa de papiro cruzó el Océano Pacífico desde Polinesia hasta desembarcar en tierras americanas. Rivet,  y los que apoyan su teoría, afirman que el poblamiento de América pudo haberse  efectuado  durante  la fase final de la “última glaciación”, o sea un período no mayor de 25 000 años a. de C.

Entre las causas a las que se atribuyen las oleadas de migración hacia América se encuentran la búsqueda de sustento y la vida precaria en sus lugares de origen debido al cambio climático.  Una vez en América la recolección de frutos, la cacería y la pesca fueron sus medios de subsistencia.  Sin embargo, fueron grupos que por lo dispersos y poco numerosos carecían de organización compleja.

                         En la zona del norte de América se han encontrado vestigios de estos grupos, como la Folsom, aunque también se encontraron en otras regiones de América, como en Argentina y Lagoa Santa, en Brasil.  En la región de Mesoamérica también ha habido hallazgos como el de la mujer de Tepexpan, que durante mucho tiempo se pensó que eran restos de un varón, el hombre del Peñón y otros más.

ORIGEN DEL HOMBRE AMERICANO

[pic 1]

[pic 2][pic 3]

[pic 4]

• La sedentarización como base del período civilizado de la humanidad

Debido a grandes sequías que transformaron las estepas herbáceas en desiertos estériles, los grandes mamíferos fueron disminuyendo hasta extinguirse completamente.  Las cacerías se redujeron a los animales más pequeños.  Entonces el alimento fue motivo de grandes preocupaciones y absorbió las energías del hombre.

...