Pensamiento

El autor habla sobre la necesidad de reformar el pensamiento y la enseñanza, intenciones sobre las cuales comenzó a expresar sus ideas en 1977, continuando su trabajo hasta materializar la publicación de su libro en 1999, fecha en que lo culminó a pesar de las múltiples resistencias de las cuales fue objeto.

¿Cuál es el Enfoque?

El hombre en el mundo actual vive inmerso en un gran cúmulo de información la cual genera caos y desorden cuando se procesa y se traduce en conocimiento, el que por fuerza propia se dispersa en parcelas individuales del saber, resultantes de multidisciplinarias ciencias, las cuales carecen de una conveniente organización y complementariedad.

Bajo los patrones actuales, la educación (Proceso formativo que conlleva al desarrollo humano) y la enseñanza (arte de transmitir el conocimiento para que quien lo reciba lo comprenda y lo asimile), no favorecen el desarrollo de las capacidades intelectuales ni las facultades para pensar con visión amplia, que vaya más allá del simple conocimiento especializado. Solo favorece las visiones limitadas de los problemas enmarcados en sus contextos.

Hay entonces la presencia de un tejido complejo en el saber, cuyos hilos entramados están representados por las fuentes que proporcionan el conocimiento, los medios de comunicación que permiten acceder a la información y las múltiples ciencias y áreas del conocimiento; red en la cual el hombre vaga sin lograr comprender ni terminar de aceptar que estos hilos son interdependientes y que requieren de la interacción y del conveniente relacionamiento para complementarse.

En este mundo global está entonces presente lo complejo: lo que está tejido no debe separarse y la comprensión de las partes debe coadyuvar para poder comprender el todo.

El hombre actual enfrenta tres grandes desafíos en lo que compete a la educación y a la enseñanza, entendiéndose por desafío lo complejo que debe enfrentar; la globalización es lo complejo y la expansión incontrolada del saber junto a la desorganización del conocimiento no es más que desorden. A estas complejidades se encadenan otras complicaciones resultantes que igualmente deben ser enfrentadas, hablamos de lo cultural, de lo sociológico y de la propia necesidad de enfrentar los aspectos ya nombrados.

Entre lo cultural, lo humano y lo científico, existe una brecha muy amplia, que deriva en consecuencias tanto para unas como para otras. Lo humano, a través del pensamiento, lucha por lograr la reflexión y a través de ella trata de integrar adecuadamente los conocimientos, en tanto lo científico solo se preocupa por continuar generando nuevos saberes, sin que lleguen a producirse acuerdos entre los fines que se persiguen por vías diferentes en ambos campos.

En lo sociológico se aprecia que no existe la percepción de la responsabilidad en el sentido amplio y global; cada ciencia solo asume su responsabilidad en cuanto le compete y le es particular. Se reserva el conocimiento especializado a los expertos y en estos se aprecia a la vez una gran incompetencia porque al ser poseedores del conocimiento especializado se tornan inmediatamente en dependientes de los nuevos conocimientos que surgen en las ya poseídas especialidades sin que se preocupen por ir más allá de sus campos de dominio.

El hombre tiene el derecho de acceder a todo conocimiento ajeno a su especialidad pero está poseído del sentido de pertenencia y de poca visión globalizadora. Al no poder alcanzar ese anhelado conocimiento por las restricciones de las ciencias y al no conseguir llegar a alcanzar sus objetivos de una manera organizada y acorde se patentiza que no existe una verdadera democracia cognitiva.

En definitiva hay en nuestro tiempo una marcada necesidad de emplear la inteligencia para atender y enfrentar estos desafíos, partiendo del principio de aprender a vincular las culturas divorciadas y de manera efectiva y cierta organizar el conocimiento en sus diferentes niveles y especialidades. Todo ello dependerá grandemente de la enseñanza.

¿Que Significa El Tener La Cabeza Bien Puesta?

Durante mucho tiempo los procesos de enseñanza han propiciado la acumulación del saber pero no han facilitado el relacionamiento del conocimiento de manera vertical u horizontal con otros conocimientos; los procesos de enseñanza por muchos años han colocado de lado el principio de la organización y de la complementariedad; no han contribuido a desarrollar aptitudes o habilidades en el ser humano para analizar y sintetizar, no han facilitado el desarrollo de aptitudes para aprender a organizar y contextualizar el conocimiento.

Esto ha traído como consecuencia que el hombre adquiera los conocimientos en gran volumen pero con una limitada visión de las realidades, lo que no le permite ir más allá de las individualidades propias de cada área del conocimiento y ciencia en particular, restringiéndose sus capacidades en cuanto al empleo del pensamiento para incursionar en lo complejo.

Nuestro pensamiento se ha desarrollado, acostumbrándose a no ahondar en los problemas, busca las verdades sin incursionar en las profundidades y con una muy limitada capacidad para establecer conexiones. Hay una marcada flojera para pensar, nuestra mente esta full de conocimientos a los cuales no sabemos clasificar, organizar, ni interrelacionar. Este fenómeno se origina básicamente como una consecuencia de la enseñanza, comenzando en la misma educación primaria y continuando hasta la educación superior.

Tener una cabeza bien puesta significa, más que tenerla repleta de conocimientos, el saber cómo disponer estos en su interior, de manera organizada y acorde, para poder entender o comprender sus alcances y poder así hacer uso de la inteligencia para resolver los problemas.

Así entonces el proceso de enseñanza amerita una reconsideración y una reformulación de fondo y de forma que vaya más allá de lo individual y de lo simple. La enseñanza no debe divorciar lo científico de lo humanista porque al hacer esto solo se reduce y se limita la capacidad de enfrentar lo global y lo complejo, la posibilidad de poder ver más allá de lo que simplemente sabemos por acción de la absorción de los conocimientos desde cada área del conocimiento particular.

El Hombre, La Cultura, La Ciencia Y La Vida

Filosófica y metafísicamente el hombre, como ser viviente, diferenciado del animal por su facultad para pensar y de poder hacer uso de la inteligencia, es parte de un cosmos infinito y complejo. Requiere, para poder vivir, del empleo de la racionalidad y de la conciencia como elementos esenciales de su propio ser.

La historia lo demuestra, la realidad de cada momento patentiza esta verdad, No hay en el Cosmo entes

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