Teoria Del Poblamiento Americano
danicom17 de Septiembre de 2014
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Principales restos arqueológicos de los primeros pobladores del continente americano.
EVIDENCIAS ARQUEOLÓGICAS DEL PALEOLÍTICO AMERICANO
Las teorías sobre el poblamiento de América
Existen diversas teorías vigentes sobre el origen de los primeros habitantes de América. La más conocida es planteada por Alex Hrdlicka, la Teoría Asiática. Según ésta, fueron cazadores paleomongoloides de la Era del Hielo -Pleistoceno Tardío- quienes habrían cruzado el estrecho de Bering e ingresado por Alaska, en Norteamérica.
El antropólogo francés Paul Rivet plantea que, además de una inmigración asiática, también se produjo una oceánica, con oleadas de melanésicos y polinésicos, que habrían cruzado el Oceano Pacífico, para llegar por Centroamérica y Sudamérica, respectivamente. Otra teoría clásica es la del portugués Mendes Correa, quien sostiene una inmigración australiana por la ruta de la Antártida y la Tierra del Fuego.
Para conocer más sobre las teorías clásicas del poblamiento americano, ingrese a nuestra páginahttp://www.poblamerica.blogspot.com/
Recientemente, el antropólogo estadounidense Bruce Bradley plantea una remota inmigración europea. Navegantes de raza caucásica y de industria lítica solutrense habrían cruzado el Atlántico para arribar a las costas orientales de Norteamérica. Bradley se basa en esqueletos humanos (Kennewick y y Caverna del Espíritu) y puntas líticas (Meadowcroft) encontradas en el este de EE.UU. que se asemejan sorprendentemente a los europeos del Pleistoceno Tardío.
Los orígenes y las evidencias arqueológicas
Los arqueólogos buscan incesantemente restos líticos y óseos que puedan dar luces sobre la historia del poblamiento inicial del continente americano. En casi todos los países de América se han hallado restos arqueológicos con fechados sorprendentes, algunos sobrepasan los 30 mil años de antigüedad; sin embargo, la mayoría de los descubrimientos son desestimados por la comunidad científica cuando sus restos son escasos o no acreditan una clara intervención humana. Por ejemplo, en diversos lugares se han descubierto piedras con formas de raspadores , cuchillas o hachas de mano, pero al parecer tomaron esas formas casualmente, debido a desprendimientos en las cuevas ocasionados por temblores o terremotos. Además, el fechado preciso de un instrumento lítico depende del material orgánico encontrado en su contexto y éste ha sido alterado muchas veces por factores naturales o humanos.
Los sitios arqueológicos más cuestionados o rechazados son aquellos que han recibido un fechado mayor a 13 000 años a.C. entre los que se encuentran:
Dawson City (Canadá), Old Crown (Canadá), Cálico Hills (EE.UU.), Lewisville (EEUU), Santa Rosa (EE:UU), Tlapacoya (México), El Bosque (Nicaragua), Paccaicasa (Perú).
LAS TRADICIONES LÍTICAS DE NORTEAMÉRICA: CLOVIS Y FOLSOM
Las tradiciones líticas confirmadas más antiguas de América, corresponden a las puntas Clovis (11000 a.C.) y Folsom (9000 a.C.), encontradas en territorios de Estados Unidos.
Las puntas Clovis fueron halladas principalmente en Nuevo México. Son puntas líticas acanaladas de 10 a 12 centímetros de largo y son casi perfectamente simétricas. Son bifaciales y filudas, realmente mortíferas para los mamuts que recibían los lanzasos. De forma semejante a los modernos cazadores de elefantes, los cazadores de mamuts se dividían en dos grupos; unos distraían al animal y otros arremetían para herirle en el vientre o en las piernas. Las puntas Clovis han sido ubicadas en diversos lugares de Norteamérica como Alaska, California, Nevada, Mississipi y México.
Posteriormente los cazadores de Clovis, cedieron lugar a los hombres de Fólsom, fabricantes de puntas de lanza acanaladas pero de menor tamaño. Estas puntas eran eficaces para la cacería de bisontes lanudos que se convirtieron en la presa preferida de los cazadores norteamericanos ante la extinción de los mamuts. El bisonte, durante miles de años, se convirtió en el principal sostén de los amerindios paleolíticos. Se aprovechó al máximo su carne en la alimentación, su duro cuero para el vestido y la vivienda, su estiércol seco como combustible, sus grandes cuernos y dientes para fabricar utensilios, armas y adornos.
En otras regiones del continente se han descubierto yacimientos líticos contemporáneos a Clovis y Folsom, entre estos destacan: Lago Maden (Panamá), Tequendama (Colombia), El Inga (Ecuador), Huargo (Perú), Guitarrero (Perú), Viscachani (Bolivia), Cueva Fell (Chile). Estos sitios tienen entre 12000 y 8000 a.C. y cuentan con la confirmación de la comunidad científica internacional.
NUEVOS Y SORPRENDENTES HALLAZGOS
Como ya mencionamos, los sitios arqueológicos con fechados anteriores a 13 mil años a.C. tienen muy escasa aceptación en la comunidad científica internacional, principalmente entre los especialistas estadounidenses seguidores de Alex Hrdlicka. La mayoría de arqueólogos, entre ellos el reconocido Tomás Lynch de la Universidad de Cornell, han rechazado tradicionalmente todos los sitios Pre-Clovis, aunque últimamente las excavaciones en Meadowcroft (EE.UU.) y Monteverde (Chile) les obligan a replantear el problema. Estos y otros descubrimientos recientes en Norteamérica y Sudamérica sugieren que la presencia humana en nuestro continente es anterior en miles de años a los hombres de Clovis.
EL HOMBRE DE MEADOWCROFT
Fue descubierto y estudiado por James Adovasio, en Pennsylvania, cerca de la costa atlántica de EE.UU. En la caverna de Meadowcroft se descubrieron abundantes utensilios líticos como cuchillos y puntas bifaciales, lascas y raspadores. En el sitio se encontró, además, abundante material orgánico producto de la flora y fauna que sirvió de alimento a los hombres de Meadowcroft. Los arqueólogos extrajeron setenta muestras de estos restos y contrataron distintos laboratorios. Los resultados fueron sorprendentes: Hasta 16000 años a.C. sobrepasando en cinco mil años a las famosas puntas Clovis. Instrumentos semejantes, con una antigüedad de 13 000 años a.C., fueron ubicados en Cactus Hill y Topper; también al este de los EE.UU.
Las puntas de lanza de las costas atlánticas norteamericanas no tienen la forma de las clásicas armas acanaladas de los Clovis. Más se asemejan a las puntas solutrenses halladas en España y Francia, del periodo Paleolítico Superior. Basándose en esto los especialistas Bruce Bradley y Dennis Stanford, del Departamento de Antropología del Instituto Smithsoniano de EE.UU., plantean una sorprendente hipótesis. Sin negar la inmigración paleomongoloide por la ruta de Bering, sostienen que hace 18000 años grupos de cazadores europeos habrían llegado en embarcaciones rudimentarias cruzando el Atlántico por el lado oriental de América del Norte.
EL HOMBRE DE KENNEWICK
En el nor-oeste de EE.UU. se descubrió, en 1998, el cráneo del Hombre de Kennewick. Sorprendentemente no se asemeja a un indio americano. Tiene la cara estrecha, la nariz prominente, mandíbula superior sobresaliente y su frente es larga y angosta. Los especialistas sugirieren que este hombre de 8000 años de antigüedad, se parece a un cruce entre los ainos del Japón y los polinésicos, sin embargo otros sostienen que sus rasgos son caucásicos. En una cueva de Nevada, al oeste de EE.UU, llamada Espíritu Cavernario se descubrió recientemente otro cráneo muy semejante al de Kennewick.
Basándose en estos restos óseos algunos científicos como Richard Jantz, de las Universidad de Tennessee, sugieren que grupos no mongoloides (Ainos del Japón) llegaron por vía transpacífica a las costas occidentales de Norteamérica y se habrían extinguido; sin embargo, otros, como el antropólogo Francisco Mena, de la Universidad de Chile, consideran que esta hipótesis se debilita con tres argumentos: “En primer lugar, la muestra de esqueletos es mínima y en muy pocos ejemplares se ha analizado el ADN, como para determinar su dotación genética. En segundo lugar, hay que considerar que en toda población existe una amplia diversidad. En tercer lugar, la morfología mongoloide, que caracteriza a las razas americanas no existía hace más de 10 mil años, ni siquiera en Asia, por lo que perfectamente estos primeros habitantes pudieron provenir de Siberia y tener otra apariencia que fue cambiando con el tiempo". Además, precisa que “ las diferencias entre los indios actuales y los cráneos antiguos no implicarían necesariamente una extinción y ni siquiera un reemplazo poblacional, sino tal vez solamente la desaparición de rasgos arcaicos por hibridaje con una mayoría diferente recién llegada".
HOMBRE DE TAIMA TAIMA
Taima Taima es una cueva ubicada en el estado de Falcón, en Venezuela. Su principal estudioso es Alan Bryan de la Universidad de Alberta (Canada) y tiene una antigüedad fechado de 13 000 años a.C. Los hombres de Taima Taima subsistieron con la cacería de enormes mamíferos y la recolección de frutos silvestres, habitaban en cuevas o en campamentos no permanentes y sus instrumentos eran de hueso y piedra. En el sitio arqueológico se han hallado puntas de proyectil lanceoladas, artefactos cortantes o lascas obtenidas al golpear trozos de cuarcita, raspadores, hojas bifaciales usadas como hachas y hojas con pedúnculo. Estos restos fueron ubicados junto a osamentas de mastodontes y megaterios de finales del Pleistoceno.
EL HOMBRE DE PEDRA FURADA
Pedra Furada es un abrigo rocoso ubicado al nordeste de Brasil
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