ALEJANDRO MAGNO UNO DE LOS MÁS GRANDES Y LEGENDARIOS

[pic 1]

[pic 2]

[pic 3]

ALEJANDRO MAGNO

UNO DE LOS MÁS GRANDES Y LEGENDARIOS

GENERALES DE TODA LA HISTORIA

Esta frase, que se atribuye a Alejandro Magno, define en gran parte lo que fue su vida: “No tengo una sola parte de mi cuerpo que no tenga cicatrices; no hay arma que no se use de cerca, o que se lance de lejos, de la cual no lleve marca. He sido herido por espada, mano a mano; con flechas; he sido herido por catapulta y, muchas veces, he sido golpeado por piedras y garrote”.

Nació en Pella, Macedonia (hoy Grecia) en 356 a.C. y murió en Babilonia (hoy Irak) en el año 323 a.C.

Desde los 18 años hasta su muerte (33) se dedicó a expandir su imperio.

El escritor romano Quinto Curcio Rufo escribió sobre Alejandro III: “En él concurrieron todas las prendas de talento y fortuna que se pueden desear en un príncipe que ha de llegar a tan alto grado de autoridad y poder”. En muchas ocasiones se le definió como joven, atractivo, con talento, atrevido, valiente y vanidoso… En la figura de Alejandro III de Macedonia se dan todas las características del héroe de todos los tiempos, desde la literatura de caballerías a la romántica e, incluso, hasta la actual. En su tiempo, y en siglos posteriores, se le llegaron a adjudicar hasta poderes sobrenaturales. La épica de su figura es semejante a la de los héroes de la mitología griega y, muchas veces resulta difícil separar la realidad histórica el personaje.^[1][pic 4][pic 5]

PRIMERAS ACCIONES MILITARES

Alejandro pronto mostro algunas facetas determinantes de su carácter. Curcio relata que, en ausencia de su padre, que estaba en sitio de Bizancio, el joven Alejandro con 16 años, acudió a sofocar una revuelta en la región de Tracia, si que su progenitor se lo pidiera, obteniendo un gran éxito. Parece ser, pese a que Aristóteles le aconsejaba esperar para participar en batallas Alejandro afirmaba: “Si espero, perderé la audacia de la juventud”.

SED DE GLORIA[pic 6]

En el combate final contra atenienses y tebanos, en la batalla de Queronea, Alejandro tomó el mando de ala izquierda del ejército macedonio. Su ímpetu juvenil le llevó a ser el primero en tomar la iniciativa y atacar al enemigo, sin que estuviera previsto en los planes de su padre. El rey de Macedonia Filipo II. En la contienda, Alejandro se enfrentó al cuerpo de elite del ejército tebano, y su victoria abrió el camino para que las tropas de Filipo II se llevarán el triunfo y pasaran a dominar Grecia.[pic 7]

Posiblemente, éste es el momento en el que el rey macedonio vio la posibilidad de hacer realidad su sueño: conquistar el Imperio persa.

COMIENZA LA CONQUISTA DE PERSIA: LA BATALLA DE GRÁNICO

Nada más cruzar el Helesponto (verano de 334 a. C.), Alejandro hizo varios sacrificios a la diosa Palas Atenea y a Príamo, en Troya. Al poco de abandonar esta ciudad al frente de su caballería (a cuya retaguardia seguía a marcha lenta el resto del ejército), atravesó el río Gránico, donde estaba esperando el ejército persa con su poderosa caballería y sus mercenarios griegos como infantería. El río Gránico era una zona favorable para la forma de batallar de los persas, ya que era un terreno llano, donde actuaba mejor su caballería.

El historiador alemán Franz Hampl afirma que, en contra de todas las reglas de la estrategia, Alejandro atacó a la caballería persa, que era muy superior en número. En el combate posterior de la infantería, estuvo a punto de perder la vida. Los hoplitas griegos mercenarios del ejercito persa fueron aniquilados en la batalla, y sus supervivientes (las fuentes dicen que 2000) fueron esclavizados y enviados a Macedonia, para trabajar en las minas.

DESPLIEGUE INICIAL

El ejército persa había colocado 6 grupos de caballería 18.000 jinetes en un frente de 2 km (de norte a sur asiáticos: los medos mandados por Reomites, los bactrianos mandados por Arsites, los hircanianos mandados por Espiditrates, y a continuación los de Asia menor: paflagonios y persas pesados mandados  por Mitridates, los capadocios y cilicios por Memnon y los griegos por Arsemes hijo de Memnon apoyados en la orilla del rio y detrás la infantería situados sobre una elevación del terreno (10.000 griegos, y 10.000 arqueros persas mandados por Omares). La estrategia de los persas era localizar y matar a Alejandro con su caballería.

...