Abastecimientos De La Primera Guerra Mundial
chochitoti26 de Marzo de 2015
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OBJETIVO
• El objetivo de este trabajo es saber más sobre la logística en la primera y segunda guerra mundial, que fue cuando se comenzó a darle importancia a todo lo que son los abastecimientos, transporte, evacuación, servicios, etc.
DESARROLLO
ABASTECIMIENTOS DE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Un ejército es una organización de cientos, miles, decenas de miles o cientos de miles de individuos, quienes tienen que estar adecuadamente aprovisionados con equipo, municiones y alimentos, sin todos estos suministros el ejército no podrá combatir y en muy poco tiempo será derrotado, no importando cuan aguerridos y fanáticos sean sus integrantes; y mientras más tecnológicamente sofisticado sea requerirá de toneladas de pertrechos (un ejército motorizado necesita de combustible, lubricantes, piezas de repuesto, municiones, etc., etc., etc., y mientras más grande sea más suministros necesitará), en ese contexto hablaremos en éste post sobre una realidad muy sencilla, todos los días los millares de individuos que conforman al ejército necesitan de un mínimo de agua y alimentos para estar en condiciones de luchar.
Esa es la simple realidad, solo en pocas ocasiones de la historia, cuando los ejércitos son extremadamente pequeños y su armamento poco sofisticado, esas organizaciones han sido capaces de vivir de la tierra (en otras palabras, puede sobrevivir con las provisiones que puede procurarse en la zona que están ocupando).
Tomemos como un ejemplo del trabajo de logística a las fuerzas armadas de Gran Bretaña que combatieron en Francia durante la Primera Guerra Mundial. En 1914 el ejército británico desplegado en el continente europeo contaba con 120,000 hombres, 53,000 caballos y algunos cientos de vehículos, los soldados requerían mensualmente de 3,600,000 libras de carne, 4,500,000 libras de pan, los caballos 5,900,000 libras de alimento y los vehículos 842,000 galones de combustible; para 1918 aquel ejército había crecido enormemente hasta contar con 3,000,000 de hombre, 500,000 caballos y varios miles de vehículos de todos los tipos (aviones, camiones, tanques, motocicletas, etc.) todos ellos consumían mensualmente 67,500,000 de libras de carne, 90,000,000 de libras de pan, 32,250,000 libras de alimento para caballo y 13,000,000 de galones de combustible. Los números hablan por sí solos, ante sí la tarea del “Real Cuerpo de Servicios” (el RASC por sus siglas en inglés = Royal Army Service Corps) era monumental, y en su punto álgido esa organización contó con 10,547 oficiales y 315,334 soldados, además se contrataron a decenas de miles de trabajadores civiles hindús, egipcios, chinos y de otras nacionalidades para efectuar el acarreo de toneladas de suministros. Aquella era una enorme organización sin la cual la guerra no podría haberse peleado.
El cuerpo de logística tenía ante sí la enorme responsabilidad de mantener a los soldados en el frente abastecidos con enormes cantidades de suministros. Toneladas de provisiones de todos los tipos eran recibidas en los puertos del norte de Francia procedentes de Gran Bretaña y desde allí tenían que ser llevados a las tropas. A groso modo su trabajo se realizaba así: 1. Los suministros llegaban en enormes bultos transportados en barcos procedentes de Gran Bretaña y eran guardados en enormes depósitos en los muelles; 2. Luego por ferrocarril los suministros eran llevados hasta el depósito de provisiones avanzado de un cuerpo de ejército o de una división donde los bultos eran desembalados y distribuidos para ser enviados a su siguiente destino; 3. desde los depósitos junto a las líneas del ferrocarril los suministros eran transportados por vehículos motorizados hasta el depósito de reabastecimiento de las divisiones; 4. luego por transporte a caballo los suministros eran llevados a la intendencia general de cada brigada. Hasta allí llegaba la responsabilidad de las tropas del servicio del RASC; 5. finalmente las provisiones eran llevadas por caballos o por medio de las tropas hasta los depósitos de los batallones. Desde allí los suministros eran distribuidos a las tropas en el frente por el mismo personal de las unidades.
Pero mantener un flujo de provisiones hasta el frente de batalla no eran las únicas tareas encomendadas a los miembros del RASC, veamos lo que tuvieron que hacer en los preparativos para la Batalla del Somme (1916). Éste sería “el gran empuje” que haría retroceder a los enemigos del Imperio, y para poder efectuar su ofensiva contra los alemanes tras sus líneas de trincheras la actividad había sido enorme, grandes depósitos de municiones, comida y afrecho para sus caballos fueron erigidos y enormes cantidades de provisiones fueron depositadas tan cerca del frente como les fue posible hacerlo. El agua también era indispensable y tras las líneas fueron construidos numerosos pozos y kilómetros de cañerías fueron enterradas para llevar el preciado líquido hasta el frente de batalla. Inicialmente un gran problema para los esfuerzos del personal de logística había sido la falta de vías de comunicación, la región tras las líneas inicialmente solo contaba con una línea férrea, una carretera principal y algunos caminos vecinales, entonces el personal del ASC se lanzó a la tarea y de la noche a la mañana numerosos caminos fueron habilitados hasta los depósitos cercanos al frente donde toneladas de suministros fueron acumuladas.
Y eso no es todo, todos los resultado de la ofensiva desde el punto de vista de logística fueron anticipados, tras el sector de cada cuerpo de ejército fueron construidos enormes campamentos cercados que servirían como puntos de reunión para los millares de prisioneros que esperaban capturar, los servicios médicos de todas las unidades fueron reforzadas y las instalaciones donde tratarían a los heridos fueron incrementadas en tamaño, y como es de esperarse se cavaron enormes fosas comunes, un simple recordatorio de las bajas que se esperaban sufrir.
Decenas de ambulancias fueron reunidas para transportar a los heridos varios kilómetros atrás del frente donde se les trataría, y luego de ser estabilizados los pacientes serían trasladados por medio de grandes trenes hospitales a instalaciones más apropiadas donde aquellos hombres se recuperarían.
Esas eran las tareas del RASC. Ahora aprovechemos a hablar sobre otra realidad de la Primera Guerra Mundial, la alimentación de los soldados. En total 3,240,948 toneladas de alimentos fueron enviadas a los soldados británicos que pelearon en el norte de Francia y en Bélgica. Al principio de la guerra se esperaba que cada uno de ellos recibiera diariamente 10onzas de carne y 8 onzas de vegetales, pero para 1916, a medida que el tamaño del ejército se incrementó y el bloqueo submarino alemán se hizo más efectivo (los submarinos del kaiser estaban hundiendo una cantidad alarmante de barcos de transporte en el Océano Atlántico) las raciones tuvieron que ser reducidas a 6 onzas de carne diariamente. Pero la situación fue empeorando y se tuvieron que realizar más recortes en la raciones, así es como las tropas que no estaban en el frente de batalla solo recibían carne nueve veces cada treinta días y para 1917 la ración diaria de pan también tuvo que ser recortada, los británicos encontraban cada vez más dificultades en proveer a sus soldados con las 3,574 calorías diarias que los expertos de la época calculaban que eran necesarios.
El gobierno de esa nación estaba ante una tarea cada vez más difícil para proveerles de alimentos a sus hombres, la intendencia siempre se encontraba en problemas al intentar proveer con alimentos frescos a sus soldados, entonces quienes estaban lejos del frente complementaban sus raciones comprando comida en las tiendas locales, e incluso quienes podían hacerlo sembraban pequeñas hortalizas de vegetales en las trincheras de reserva o salían a pescar o de cacería cuando podían hacerlo, incluso para complementar sus raciones los soldados podían recibir paquetes de comida que les enviaban sus familiares y amigos desde casa, paquetes que algunas veces incluían artículos que eran considerados de lujo, como el chocolate. Pero aún así la situación de los alimentos en el frente siempre era preocupante. Como lo explique antes la ración de carne tuvo que ser recortada y para el invierno de 1916 la harina era tan escasa que ésta tuvo que ser mezclada con nabos secos molidos. El personal de cocina tuvo que depender cada vez más en la compra de vegetales locales, e incluso en el uso de hierbas de distintos tipos para hacer sus sopas y estofados.
Pero la preparación y la distribución de los mismos también era un dolor de cabeza. Para preparar sus alimentos el personal de la cocina del batallón tenía dos enormes calderos donde todos los alimentos eran preparados. Pero parece que estos no eran adecuadamente limpiados luego de su uso y por lo tanto la mayor parte de las veces todos los alimentos allí preparados terminaban teniendo un sabor muy diferente al que deberían de haber tenido originalmente, por ejemplo muchas veces los soldados se quejaban que su té tenía un sabor a vegetales (recordemos que el té era muy importante para el soldado británico). Y eso no es todo, cuando los soldados se encontraban en un frente tranquilo la comida llegaba hasta sus posiciones con facilidad, pero incluso en los frentes tranquilos la distribución era un problema, se estima que tomaba cerca de ocho días antes de que el pan hecho en las cocinas del batallón alcanzaran a las tropas en la línea del frente, tras ese largo período de tiempo era inevitable que el pan llegara viejo hasta los soldados. Lo mismo sucedía con los biscochos, por lo tanto muchos
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