Análisis: Guerra Irán-Iraq (1980-1988)

Caso: Guerra Irán-Iraq (1980-1988)

A. Descripción general

El conflicto tiene sus raíces en una antigua disputa territorial sobre las márgenes del Shatt al-Arab, río formado por la confluencia del Tigris y el Éufrates, zona rica en petróleo, aunado a las sospechas de Saddam Hussein sobre las posibilidades de que el reciente régimen islámico en Teherán auspiciara una rebelión entre la importante población chiíta en Iraq. Hussein se apoyó en el aislamiento internacional del régimen del Ayatola Jomeini, entonces enfrentado a Estados Unidos (EE.UU) y a la Unión Soviética (UR.SS)

En septiembre de 1980, las tropas iraquíes lanzaron un ataque mediante el cual lograron avanzar aproximadamente entre 80-120 kilómetros, pero eso no fue suficiente para doblegar la resistencia de las milicias iraníes formadas por los Guardianes de la Revolución. Esto fue el inicio de una dura y larga guerra en la que se utilizó abundante armamento suministrado por países extranjeros. Por una parte Iraq recibió amplio apoyo de Arabia Saudí, Kuwait y otros estados árabes y fue tácitamente apoyado por los EE.UU. y la URSS. Mientras, Irán sólo contó con el apoyo de Siria y Libia, Estados árabes enfrentados a Saddam Hussein.

Las naciones del mundo vieron el conflicto en principio como un freno a la revolución islámica de Jomeini, pero con el tiempo el régimen de Saddam Hussein empezó a ser cuestionado internacionalmente por la utilización de armas químicas contra los iraníes y contra la propia población kurda del norte de Iraq.

En agosto de 1988 Irán aceptó un cese el fuego que había sido previamente elaborado por las Naciones Unidas. El conflicto acabó en un práctico empate pero las pérdidas humanas fueron enormes. Se habla de cifrar las muertes en medio millón de seres humanos, con Irán como el país que sufrió más duras pérdidas.

Cuadro Analítico Guerra Irán-Irak (1980-1988)

Fuente de Explicación/ Niveles de Análisis Capacidad de Interacción Estructura Procesos

Bipolar

Sistemas Alta ONU

Expansionismo

Medio Oriente

Sub Sistemas Alta Liga Árabe Control Regional

Irak

Estado

Alta Ejército

Consejo de Mando Revolucionario

Partido del Renacimiento Árabe Socialista

Hegemonía- Dominio Regional

Consejo de Mando Revolucionario

Burocracia Alta Consejo de Mando Revolucionario

Intereses Económicos

Saddam Hussein

Individuo

Alta

Liderazgo

B. Análisis desde la teoría realista.

La guerra entre Irak e Irán en 1980 es un conflicto bélico con amplias posibilidades de aproximar desde la teoría realista en la disciplina de las Relaciones Internacionales. Sus causas principales tienen un importante sustento en principios fundamentales del realismo político. Entre ellos el interés nacional, la prioridad en la agenda de la seguridad nacional, una interacción conflictiva “histórica” entre ambos Estados y una lucha constante por el poder alrededor del Golfo Pérsico caracterizaron a este conflicto armado.

Las márgenes del río del Shatt al-Arab han sido motivo de disputas antiguas entre iraníes e iraquíes en el pasado, ya que en el mismo desembocan los ríos más importantes de ambos países (Tigris, Éufrates) y este a su vez desemboca en el Golfo Pérsico; desde el punto de vista geopolítico y geoestratégico esta desembocadura es prioridad en el interés nacional de ambas naciones. Añadido a esto, se encuentra su importancia a nivel geoeconómico por los grandes yacimientos de petróleo que posee la zona, cuestión por demás conocida por ambas naciones al momento del conflicto bélico.

Tanto su posición geográfica y su riqueza en petróleo colocaban a esta zona como parte del interés nacional de ambos Estados. Para Irak las condiciones de hacerse con todo este territorio estaban dadas, ya que a lo interno de Irán se llevaba a cabo un proceso de cambios a nivel de su sistema político de una alta importancia, que a su vez debía dejar al país persa en franca debilidad sobre todo en su aparataje militar ante los iraquíes.

Pero la invasión de Irán por parte de Iraq no pasaba solamente por el interés nacional iraquí, también formaba parte de la agenda de seguridad nacional de Iraq, y no solo de Iraq sino de muchos países en el concierto internacional, ya que a lo interno de Irán se llevaba a cabo un proceso “peligroso” y de suma importancia para países de la región y potencias extra continentales. La llamada Revolución Islámica encabezada por el clero chiita bajo el liderazgo del ayatolá Alí Jomeini era una amenaza a la seguridad nacional iraquí (insistimos no solo para Iraq) por una razón fundamental, la elite política iraquí de origen sunita era una minoría dentro del propio Iraq, por lo cual el régimen de Saddam Hussein teniendo en cuenta la interacción conflictiva entre los Estados sospechaba que el régimen teocrático recientemente impuesto en Irán alentaría una rebelión entre la importante masa de chiitas iraquíes. Este temor aunado al aislamiento internacional del régimen de Jomeini, entonces enfrentado a EE.UU y a la URSS y temido por la mayoría de gobiernos monárquicos y pro sunitas de la región llevó al régimen iraquí precedido por Hussein a tomar la decisión de invadir no solo para ocupar el territorio motivo de su interés nacional sino también para debilitar un régimen teocrático que afecta su seguridad nacional.

El Consejo del Mando Revolucionario fue la estructura burocrática iraquí que junto a Saddam Hussein vieron la oportunidad de expandir sus fronteras aprovechando las dificultades internas que pasaba Irán, esto pone en evidencia la naturaleza conflictiva del hombre defendida por el realismo político, una naturaleza conflictiva que se basa en intereses antagónicos y ciertamente entre Irán e Iraq existían intereses antagónicos no solo a nivel territorial sino de forma de gobierno. Por otra parte este conflicto definía la hegemonía de la región, ya que la expansión de la revolución islámica a Iraq, de mayoría Chiita,

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