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Artes Egipcios


Enviado por   •  25 de Marzo de 2015  •  2.325 Palabras (10 Páginas)  •  189 Visitas

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Arte Egipto

El arte egipcio estará definido por los deseos de los faraones de construir obras eternas y pasar a la posteridad como sus inspiradores. Esta es la razón por la que utilizarán piedra para levantar los edificios más significativos: los templos, donde se honra a los dioses, y las tumbas, donde se perpetúa la memoria de los difuntos. Estos edificios están profusamente decorados bien con elementos vegetales, animales, jeroglíficos, escenas históricas, etc. La mayoría de estas decoraciones se realizan en relieve, siendo una de las principales fuentes para el conocimiento de la historia de Egipto. Los templos son construidos por los faraones para sus eternos padres.

A veces se considera que para comprender el arte en el antiguo Egipto es necesario despojarse de cualquier tipo de intencionalidad estética, ya que se trata de un arte predominantemente utilitario. A lo largo de toda su evolución histórica, se fue configurando un estilo inconfundible, que permaneció tal a pesar de la evolución que, sin duda, hubo de producirse en el transcurso de treinta siglos. Pinturas, esculturas y monumentos fueron considerados desde el perfil de la eficiencia, ya que tenían un fin evocativo.

Primeras manifestaciones

Las expresiones artísticas egipcias más antiguas se clasifican en las siguientes etapas: Periodo Neolítico (5300-4000 a. C.), periodo Badariense (4400-4000 a. C.), Nagada I - Amratiense (4000-3500 a. C.), Nagada II - Gerzeense (3500-3200 a. C.) y Nagada III (3200-3000 a. C.)

En estos periodos predomina la pintura decorativa (en cerámicas) o simbólica (en tumbas) y pequeños objetos de carácter utilitario y mágico. Destacan las vasijas de piedra, las "mazas" y "paletas" votivas, como la de Narmer.

Arquitectura

La arquitectura religiosa egipcia se caracteriza por su monumentalidad a partir del Imperio Antiguo, con el empleo de piedra, en grandes bloques, sistema constructivo adintelado y sólidas columnas. En la arquitectura civil se empleó profusamente el adobe en viviendas, palacios, fortalezas y murallas, perdurando escasos restos.

Surge en una sociedad con un poder político fuertemente centralizado y jerarquizado, con una concepción religiosa de inmortalidad, al principio sólo del faraón, que debía reflejar su magnificencia y durabilidad.

Se consigue gracias a los conocimientos matemáticos y técnicos, a veces desconcertantes para la época, la existencia de artistas y artesanos muy experimentados, bien organizados y la abundancia de piedra fácilmente tallable (caliza y arenisca).

Debido a la escasez de materiales, los dos materiales de construcción predominantemente usados en el antiguo Egipto eran el adobe (ladrillos de barro) y la piedra, fundamentalmente piedra caliza, también piedra arenisca y granito en cantidades enormes. Del imperio antiguo en adelante, la piedra fue reservada generalmente para tumbas y templos, mientras que los ladrillos fueron utilizados en viviendas, incluso en los palacios reales, fortalezas, muros de los recintos de los templos y de las ciudades, y para edificios subsidiarios en los complejos de los templos. Muchas antiguas ciudades egipcias han desaparecido porque estaban situadas cerca de las zonas cultivables del valle del Nilo, que eran inundadas periódicamente con el lodo del río y se elevaron lentamente durante milenios; o porque los ladrillos de adobe, con que se construyeron, fueron utilizados como fertilizante por los campesinos; otros edificios son inaccesibles, ya que las nuevas construcciones fueron erigidas sobre las antiguas.

Escultura

se practicaba desde el periodo Predinástico con admirable perfección en estatuaria y bajorrelieves, conservándose millares de objetos de una y otra clase elaborados en madera, marfil, en bronce (a veces dorado y con incrustaciones de oro y plata), en barro cocido y, sobre todo, en piedra que para las estatuas suele ser de gran dureza.

Los bajorrelieves egipcios se usan para inscripciones jeroglíficas, representaciones de dioses y faraones, de la vida doméstica, de faenas agrícolas o escenas de ultratumba y sobre todo para conmemorar las victorias de los faraones.

Ya en las obras prehistóricas comienzan a insinuarse las características propias del arte egipcio. Los bajorrelieves forman bandas paralelas y los personajes más importantes adquieren mayor tamaño. Durante la época menfita se desarrolla la estatuaria en relación con la arquitectura funeraria. Las estatuas dobles del difunto, que aseguraban su supervivencia, debían lograr un gran parecido. Para dar mayor veracidad las pintaban y esmaltaban los ojos. Sus características varían según el rango: el faraón, por ejemplo, adoptaba una actitud ritual hierática y solemne; muchos más libres y realista son las estatuas de particulares realizadas en madera o en piedra caliza pintada. La estatuaria del Imperio Nuevo creció con la arquitectura, que emprendió monumentales templos. Aparecen esfinges y estatuas colosales de carácter frontal (apreciables solo de frente) y simétrico, que se antepone a los pilones. Otra novedad son las estatuas- bloques, figuras en cuclillas envueltas en un manto y sosteniendo alguna divinidad u objeto oculto.

Las estatuas representan por lo general divinidades mitológicas, faraones, personajes importantes y a veces, personas sencillas ocupadas en quehaceres domésticos, en cámaras sepulcrales.

Pintura

La pintura del Antiguo Egipto fue eminentemente simbólica, funeraria y religiosa. La técnica pictórica de los egipcios fue un precedente de la pintura al fresco o témpera, ya que hacían de los pigmentos naturales, extraídos de tierras de diferentes colores, una pasta de color, que mezclaban con clara de huevo y disolvían con agua para poder aplicarlo sobre los muros, revestidos con una capa de tendido "seco" de yeso.

Sus procedimientos fueron el fresco, el temple, el encausto y a veces también el esmalte en joyas, amuletos, escarabeos, estatuillas de respondientes y azulejos de revestimiento en muros interiores. Sus colores fueron vivos y variados en cada escena y las más antiguas pinturas parietales decorativas que se conocen fueron polícromas, y de colorido uniforme. Los tintes base se obtenían: el negro, del carbón, el blanco, de la cal o de yeso, el amarillo y rojo-ladrillo, del ocre natural del desierto, el verde, de la malaquita y el azul, del lapislázuli.

Los egipcios pintaban los bajorrelieves los cuales, por su escasa profundidad, propician la identificación con la escultura y el

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