Aspectos Políticos de la Reconstrucción Nacional y República Aristocrática de 1884-1919
Maricielo Campos GutiérrezInforme30 de Agosto de 2016
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“Aspectos Políticos de la Reconstrucción Nacional y República Aristocrática de 1884-1919”
ASPECTOS POLITICOS
Este es un período caracterizado por el predominio de los caudillos militares y civiles.
Tras la guerra con las tropas chilenas en 1884, el Perú se vio muy afectado, se vio un país destruido y sumida en una profunda crisis interna. Se pensó que tras la partida de las tropas chilenas de territorio peruano significaría la mejora, la solución de nuestros problemas; al contrario, la división entre las fuerzas sociales peruanas se hizo más profunda; problema que se fue dando durante la guerra. Este había sido uno de los obstáculos para ofrecer una defensa fuerte y efectiva hacia el enemigo: la desunión de las principales fuerzas políticas del país. Las fuerzas sociales más importantes estaban siendo divididas, por un lado estaban los civiles que prácticamente se habían quedado en una crisis económica, y los militares a quienes las circunstancias de la guerra habían puesto como principales figuras del escenario histórico, y que terminada esta se convertirían en la principal fuerza política del país; sin embargo, a pesar de su importante valor dentro de este grupo se venían dando disturbios, entre los que se negaban a aceptar una derrota y los que protegían sus intereses personales, estos trataban de pactar con el enemigo la paz. El resultado de este acto provocó el enfrentamiento entre Andrés Avelino Cáceres y el entonces presidente Miguel Iglesias, la pelea entre ambos mandos, caceristas e iglesistas marcaron el desenvolvimiento de la política configurando un aspecto característico llamado Segundo Militarismo.
1. EL SEGUNDO MILITARISMO (1883-1895):
Jorge Basadre afirma que una de las consecuencias de la guerra con chile fue el surgimiento de un segundo militarismo, surgió tras la debilidad de la clase dirigente civil que nacía de la derrota de la guerra con chile heredando un país sumido en la bancarrota en su totalidad
El segundo militarismo se desarrolló en los gobiernos de:
- (1883-1885) Miguel Iglesias.
- (1886-1890) Andrés Avelino Cáceres.
- (1990-1994) Remigio Morales Bermúdez.
- (1894-1895) Segundo gobierno de Andrés Avelino Cáceres.
Según Basadre este segundo militarismo se podría dividir en dos momentos:
- 1883-1885: Predominio de los militares azules liderados por miguel iglesias, que llevaría a cabo la firma de la paz con chile.
- 1886-1895: Predomino de los soldados de Kepi Rojo liderado por Andrés Avelino Cáceres que resistieron hasta el final al enemigo.
Estos dos momentos tratarían de enrumbar al país dentro de un proceso de reconstrucción; sin embargo, las peleas internas entren los, militares Iglesias y Cáceres creó una situación de inestabilidad política.
2. La Revolución de 1895: El fin del segundo militarismo:
El movimiento antimilitarista estuvo apoyado por los políticos civiles y el pueblo. Tuvo como conductor a Nicolás de Piérola quien en 1896 durante el gobierno de José Balta llevó adelante la firma del Contrato Dreyfus que daría lugar a la fase monopólica en la comercialización del guano, que al estar en contra de los intereses de los consignatarios peruanos le había atraído el odio de la naciente oligarquía. También dirigió la guerra contra Chile al producirse el viaje de Prado en 1879 y llevaría la responsabilidad de la derrota.
Lideró este movimiento en contra de las fuerzas militares de Cáceres en Lima en Marzo de 1895 dejando alrededor de 2.500 muertos, sin embargo gracias a los oficios de la Iglesia se acordó finalizar esta guerra civil y Cáceres aceptó dejar el poder y formar un gobierno provisional. Tras las elecciones presidenciales, Nicolás de Piérola, recuperó el poder para los civiles e inició la llamada República Aristocrática.
El segundo militarismo se había caracterizado por la creación de partidos políticos: Partido Civil fundado por Manuel Pardo en 1871, Partido Demócrata fundado por Piérola en 1884 y Partido Constitucional fundado por Cáceres en 1884. Más adelante durante la República Aristocrática surgieron otros partidos como son: Partido Radical de Manuel Gonzáles Prada en 1898 y en 1901 el Partido Liberal de Augusto Durand. Todos estos partidos llamados tradicionales o partidos de la oligarquía sirvieron para consolidar el Sistema Político de la República Aristocrática.
Refiriéndonos a la política, cierta parte de la clase dominante peruana capitalista trató de imponerse sobre el grupo tradicional y mercantilista para dejar atrás la época del guano.
El triunfo de Piérola, el caudillo del Partido Demócrata, sobre los militares significó el inicio de un nuevo periodo en el proceso posguerra y así la reconstrucción nacional tomó mayor impulso.
3. La república Aristocrática (1895-1919): El poder político en manos de la oligarquía:
El régimen económico, político y social entre 1895 y 1919 merecía el nombre de República Aristocrática porque en ella la función del gobierno en nivel de los Poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial se limitaba a los círculos dirigentes. Los gamonales y jefes regionales de la sierra se limitaban a controlar sus regiones bajo la supervisión de la clase dominante afincada en la capital, por lo tanto no representaban un peligro para la supremacía de la oligarquía; quienes tampoco representaban peligro eran los militares puesto que desprestigiados tras la derrota se les había asignado la tarea de defensores de los intereses oligárquicos.
El gobierno dentro de la República Aristocrática se caracterizaba por su centralización, uniformidad y legalismo, era un “Estado de derecho” donde la clase dominante era respetuosa del derecho y la Constitución. El Estado de derecho sirvió para mantener inalterable el statu quo (estado actual).
3.1. El Régimen político de la República Aristocrática: El Estado Oligárquico:
La estabilidad política se expresó en la sucesión presidencial casi ininterrumpida:
- Gobierno de Nicolás de Piérola (1895-1899). Partido Demócrata.
- Gobierno de Eduardo López de Romaña (1899-1903). Independiente.
- Gobierno de Manuel Candamo (1904). Partido Civil.
- Primer Gobierno de José Pardo (1904-1908). Partido Civil.
- Primer Gobierno de Augusto B. Leguía (1908-1912). Partido Civil.
- Gobierno de Guillermo Billinghurst (1912-1914). Independiente derrocado por un golpe de estado cívico-militar.
- Gobierno provisional de Oscar R. Benavides (1914-1915). Militar.
- Segundo Gobierno de José Pardo (1915-1919). Partido Civil.
Salvo el golpe militar de Benavides (Febrero de 1914) no hubo mayor injerencia de los militares en la política nacional. El Partido con más tiempo en el gobierno fue el Partido Civil, y dos de sus principales personajes: José Pardo (Hijo de Manuel Pardo) y Augusto B. Leguía son las figuras más importantes del periodo.
Lamentablemente no se prestó atención al problema indígena y a las reivindicaciones sociales de los trabajadores, por lo que el estado y el pueblo marchaban por caminos distintos dándose una ruptura denominada el país legal y el país real.
La estabilidad política se traducía en la sucesión presidencial cada cuatro años. El estado se convirtió en exclusivo y excluyente, pues con la economía asegurada el ejercicio del poder político se dirigió hacia la captura del Estado respondiendo a sus intereses y volviéndose un Estado Oligárquico excluyendo a la mayoría de la población.
La debilidad institucional del Estado se traducía en una ausencia casi total de su autoridad en el interior del país, donde el gobierno controlaba la tranquilidad pública mediante la gendarmería y mantenía el control de las asociaciones de trabajadores y de la oposición política media una especie de policía secreta denominada “los soplones”. Si la gendarmería no era capaz de mantener el orden la represión era tarea del ejército.
Según Burga y Galindo, al carecer la oligarquía de una ideología, el funcionamiento del Estado Oligárquico se apoyó más en la violencia que en el consenso.
3.2. Los partidos políticos de la oligarquía:
Los sectores dominantes se hablaban organizados en agrupaciones políticas. Los partidos de la oligarquía no lo fueron en el sentido moderno de la palabra.
Dichos partidos se creaban casi únicamente con fines electorales. Estas agrupaciones languidecían cuando no había elecciones. Casi ninguno de ellos poseía una ideología definida ni un ideario o programa político específico.
Poco se sabía de las posiciones doctrinarias de los partidos. Sin embargo, manifestaban sus ideas sobre hechos específicos, las que se publicaban en la prensa bajo la forma de comunicados a la opinión pública. Por eso, fuera de saber a qué candidato apoyaban, los miembros de los partidos no conocían nada más de su organización.
El general Andrés A. Cáceres, líder del Partido Constitucional, por ejemplo, decía que no necesitaba programa pues su gobierno sería sólo de “hechos y no palabras”.
Seguían fielmente los mandatos de su líder, quien prácticamente era el “dueño” del partido. Así, las dirigencias partidarias salían del entorno del líder y se elegían sin mayor preámbulo. Las nominaciones eran hechas por el líder y se acataban sin discusión.
La política era un asunto de los sectores dominantes, de la elite y no de las masas. Por ello los partidos de la oligarquía eran muy reducidos. Recordemos lo que decía Paz Soldán: sus miembros podían caber en un vagón de tranvía.
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