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Augusto Cesar

xomaracaflo4 de Diciembre de 2014

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Octavio Augusto César

Augusto es, con toda seguridad, la segunda figura más importante de la historia de Roma. Augusto es el heredero y sucesor de Cayo Julio Cesar, y políticamente no cabe duda de que su figura fue mucho más fundamental para el futuro del Imperio Romano. Pero la historia y los historiadores solo han podido rendirse deslumbrados ante el brillo de su padre adoptivo. Sin duda con sobrados motivos, pero como en algún momento había que seguir con el curso de la historia, tenemos aquí esta biografía para hacerlo debidamente.

Gobernante enérgico y eficaz, Augusto fue el verdadero fundador del Imperio romano, aunque nunca adoptó el título real, sino que mantuvo la ficción republicana. Durante su mandato, el ámbito mediterráneo vivió una etapa de tranquilidad y prosperidad, la denominada Pax romana, auténtica edad dorada de esta civilización.

Octavio fue un gobernante con gran capacidad tenia ventajas estratégicas para alcanzar el poder este no menciono su objetivo lo sugería ante mentes visionarias y espíritus receptivos. Octavio restauro la república y fundo el principado en donde se dedicó a organizar un nuevo régimen su prudencia y experiencia en las guerras civiles le hicieron mantener la apariencia de un régimen republicano.

Éste fue el encargado de dirigir las impresionantes obras públicas y monumentales de Roma, que contribuyeron a su gloria tanto como los elogios de los grandes escritores de la época, Horacio, Tito Livio y Virgilio, ganados para su causa por su amigo Mecenas, conocido protector de artistas.

En mi concepto Octavio devolvió al pueblo de Roma tranquilidad por su gran gobierno, excelente conocimiento y orden que le daba a cada misión, además utilizo el mito con el fin de impulsar propósitos, valores, ideas, saberes, y poder.

Por qué Roma Renació en esta época gracias a los valores inculcados por su gobernante Octavio reafirma su poder, recupero la posibilidad de ser; retomo la elección perdida para poder ser, siempre se haya esperanzas para que un pueblo obtenga un futuro mejor con un buen líder que sabe llevar una crisis y los temores. Octavio Augusto además de ser un líder fue nombrado padre de la patria merecedor de obediencia, dignidad respeto.

Hablando un poco más sobre esta figura del imperio romano se sabe que tras la adopción, Octavio asumió el nombre de su tío abuelo, Cayo Julio César. Aunque los romanos que eran adoptados en una nueva familia usualmente retenían sus nombres originales.

Cuando Octavio llegó a Roma, encontró que el capital heredado de su tío-abuelo había sido usurpado por Marco Antonio; era éste un ambicioso General del círculo de Julio César que había pactado una amnistía con sus asesinos, los salvadores de la República: Marco Junio Bruto y Cayo Casio Longino, y contaba con el apoyo de parte del Senado más conservador para hacerse con el poder y continuar con la Dictadura.

Octavio no se lo iba a poner fácil, derrochó gran parte de la herencia de su padre en donaciones populares y de esta forma ganarse el favor de la gente. También contó con el apoyo del rico y altruista Cayo Cilnio Mecenas, hombre que, pagaría gran parte de los gastos del ejército que Octavio necesitaba.

Mientras la popularidad de Marco decaía, la del joven Octavio prosperaba. Marco Antonio se desplazó a la Galia Cisalpina para arrebatarle el gobierno de dicha provincia al asesino de su tío-abuelo César, quien fue Bruto; el Senado consideró esto un insulto y Marco fue declarado enemigo público.

Para su aniquilación enviaron a Octavio teniendo 19 años al mando de su propio ejército con el apoyo del Senado de Roma. Marco Antonio fue derrotado en la batalla de Módena y obligado a reagruparse en la Galia Narbonense, buscando el respaldo del tercero en discordia, Marco Emilio Lépido.

Tras derrotar a Marco Antonio

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