Bosch: Presidente En La Frontera Imperial

Título:

Bosch: Presidente en la Frontera Imperial

Dirigido por:

René Fortunado

Época:

Desde elecciones el 20 de diciembre de 1862 hasta el golpe de Estado que lo derrocaría del poder 7 meses más tarde.

Luego del ajusticiamiento del tirano Rafael Trujillo, Joaquín Balaguer toma el poder como su heredero inmediato. El Dr. Balaguer, frente a presiones nacionales e internacionales, renuncia y se conforma un Primer Consejo de Estado, formándose un segundo no más de 18 días después. Este Segundo Consejo de Estado cumple su función de celebrar las elecciones el 20 de diciembre de 1862, siendo los principales candidatos Viriato Fiallo, representante de la UCN y Juan Bosch, representando el PRD. A pesar de recién haber llegado de un exilio de 23 años, el Prof. Juan Bosch se vio victorioso con un 58.7% de los votos, convirtiéndose así en el primer presidente electo democráticamente en más de 30 años. Su éxito se debió a su forma directa y sencilla de hablar a través sus discursos radiales que le permitieron llegar a la población tanto rural como urbana.

Tres días después de anunciado su triunfo electoral, Juan Bosch partió a una gira por los Estados Unidos y Europa en búsqueda del apoyo de las diferentes naciones.

Las reformas planteadas por Juan Bosch que buscaban encaminar el país desde la oscuridad de una tiranía hacia la claridad de la democracia, romper la tradición constitucional de nuestro país e impedir cualquier tipo de corrupción administrativa, pues Bosch pronunció en uno de sus discursos: “Yo puedo ser derrocado como cualquier gobernante puede ser derrocado como cualquier gobernante en América Latina, pero no seré derrocado cuando salga del poder, tendrán que reconocer mi honestidad. Este gobierno en ningún caso ordenara ni protegerá ni encubrirá una inmoralidad, una maldad o un crimen

Sus ideas fueron reflejadas en la Constitución promulgada en 1963, considerada como la más liberal hasta el momento. Entre las medidas tomadas podemos citar: prohibición de los latifundios privados, calificación el minifundio como antieconómico y antisocial, prohibición de la propiedad de los extranjeros en nuestro territorio, la prometida Reforma Agraria y derecho a los trabajadores a gozar de los beneficios de la empresa, prohibición de los monopolios entre particulares y establecimiento de la libertad de creencia así como la libertad de asociación política.

Las medidas liberales no fueron de total agrado para los sectores importantes del país: al terminar con los latifundios, provocó la ira de los terratenientes. La Iglesia creyó que Bosch estaba tratando de profanar el país. A los industriales no le gustaba los beneficios que la nueva Constitución le otorgaba la clase obrera. Los militares, que antes disfrutaban de la libertad de hacer lo que quisieran, sintieron que Bosch los sometía. Además, el gobierno de Estados Unidos se mostraba temeroso ante el menor indicio de comunismo en el Caribe después de que Fidel Castro se declarara abiertamente comunista.

La Iglesia fue un importante opositor al gobierno a causa de que la nueva Constitución no hacía mención del concordato firmado durante la dictadura de Trujillo, y además, la libertad de culto establecida en la Constitución chocaba con sus principios. Marcial Silva y Láutico García fueron unos de los principales personajes en pronunciarse contra Juan Bosch excusando su posición acusando el gobierno de ser comunista. La Iglesia organizó una Conferencia de Episcopado y formó el Comité de Reafirmación Cristiana, en ambos se criticaba fuertemente al gobierno.

Otro factor de vital importancia que influyó en el golpe de Estado

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