Buscando a alaska

BUSCANDO A ALASKA

ANTES

Miles Halter, un adolecente de 16 años, cansado de su vida aburrida, decide dejar Florida y mudarse a un colegio internado de Alabama llamado Culver Creek, el cual su padre y sus tíos estudiaron allí, le encantaba leer bibliografías de escritores, así que  días antes había leído una bibliografía de las últimas palabras de Francois Rabelais en el cual decía “en busca de un gran quizá”. Se identificó mucho con esa frase, así que decide buscar el “gran quizá” en el internado de Alabama.

Sus padres deciden hacerle su fiesta de despedida en el cual invitaron a unos pocos amigos de Miles, pero dolo dos de ellos asistieron.

Al día siguiente, Miles y sus padres viajaron a Alabama y llegaron al internado. Se despidió de sus padres y ellos muy conmovidos se fueron. Observó su colegio, su dormitorio pero no era lo que había imaginado. Él se imaginaba un cuarto enorme con una buena decoración, pero tan solo tenía apariencia de un cuarto de un hospital, el internado era seis edificios de una planta con 16 habitaciones con apariencia de un viejo motel.

Cansado de desempacar sus cosas y de pegar su mapa del mundo, caluroso decide tomar un baño. Después de refrescarse, sale y conoce a su compañero de cuarto, un chico de estatura baja, pelo castaño y vos de locutor llamado Chip Martin, el cual apodaban como el “El Coronel” y al primer encuentro Chip lo apoda como “el gordo” por lo delgado que era, y le explicó de que los hijos de los ricos se les llamaba ‘’Los Guerreros Semaneros”, le cuenta de donde viene y toda su vida personal, a él le gustaba memorizarse todos los países del mundo. Después de desempacar sus cosas Chip invita a Miles a salir, lo lleva a conocer todo su colegio, Chip era muy conocido, y lo llevó por unos cigarros al dormitorio de su amiga Alaska Young, Chip los presento y Miles se quedó impresionado por lo sexy que se veía, y a la primera impresión Alaska le bajó las pantalonetas, estas le quedaban muy flojas porque era demasiado delgado, pero Miles mostro una sonrisa muy avergonzada.

Alaska era una joven muy astuta, rebelde, coqueta y Miles se enamoró de ella a primera vista.

Chip llevó a Miles a fumar en las orillas del lago, a escondidas del decano que lo apodaban como  “El Águila”, el Coronel le dijo que no se acerca al cisne que estaba al otro lado del lago ya que el Aguila lo había puesto ahí para que no hiciera daño a nadie. Entre conversas, y fumadas, Miles no sabía fumar, es más nunca en su vida lo había hecho así que decide fumar y comenzó a toser porque era su primera vez, Chip se va y minutos después llegó Alaska y comenzaron a charlar, Alaska le cuenta que es amante de una obra de García Marques sobre Simón Bolívar, la obra decía “El general en su laberinto” ella se siente muy identificada con esa obra ya que se trataba de cómo salir de ese laberinto, si vivir o morir. Él no entendía su significado pero estaba tan gustoso en charlar con ella, no dejaba de mirarla, observaba con tal calidez esas curveadas caderas y cintura, su nariz, sus tetas, sus pantorrillas, etc.

Entre charlas ella le cuenta que se parece mucho al coronel cuando recién llegó, Alaska y Chip eran muy inteligentes y humildes los dos entraron al internado por beca, y entre ese trayecto de estudio los dos han hecho muchas travesuras en su colegio, eran muy conocidos por todos, pero ellos nunca se juntaron con los “Guerreros Semaneros”, ya que ellos eran ricos y niños de papis que se apoderaban de todo.

También le dice que se ve bien, pero menos mal que no está el novio porque le gusta mucho. Miles le dice que no tiene novia, y ella le propone  un trato, que averigue que es “el laberinto y ella le conseguía un acostón, y él acepta.

Entre el anochecer deciden irse a sus dormitorios.

Al día siguiente Miler en su cuarto con el coronel deciden ir a desayunar  a la cafetería del internado, la cocinera, la cual era obesa les sirvió bufrito, un burrito frito el cual tenía un buen sabor, sentados en una mesa redonda, saboreando su bufrito entre charlas el Coronel le presenta a sus amigos, pero el único nombre que Miler logro recordar era al de Takumi un Japones que era del grupito de Alaska y el Coronel.

En la noche durmiendo en bóxer, Miles escucha voces en el cuarto que le decían que se levante y lo llevaron hacia el lago, eran tres tipos, lo amarraron y lo zambullaron en el agua, ellos le dijeron que lo hacían por llevarse con el Coronel, esos tipos eran los “Guerreros Semaneros” unos chicos ricos, que vivian una rivalidad por ser ricos, el grupito del coronel por ser pobres.

Miles logró salir del agua nadando como sirena. Fue a acudir a Alaska pero ella solamente de burló de él.

Al día siguiente el coronel decide vengarse por lo que le hicieron a su amigo, en la clase de Francés Miles observa y recuerda cuales fueron, era Kevin “el guerrero semanero”. En la clase de religiones del mundo entra su profesor, un anciano con dificultades para respirar porque solo tenía un pulmón, en esa clase habla de que hay que tener una religión aunque uno no sea religioso. Miles en su clase observaba a Alaska y se preguntaba por qué había actuado así el día anterior, entonces se dio cuenta que tenía cambios de humor.

Al día siguiente, el Coronel se pelea con su novia y decide tomar vodka con leche, porque la leche escondía el olor por el Águila, pero Miles no tomaba. Sonó uno de los pocos teléfono que habían en los dormitorios y era Sara la novia de Chip, y pelean otra vez porque piensa que él fue quien delato a Paul y Marya los cuales habían cometido una trifecta, los habían encontrado teniendo sexo fumando y bebiendo alcohol. Piensan que Chip fue el delatador porque Paul era un “Guerrero Semanero” y por eso le habían tirado a Miles al lago, pero en realidad él no fue el delatador.

Dormido Miles se levanta por la voz de Alaska, él estaba resentido con ella por su acto de días anterior, y es ahí cuando se dio cuenta de su bipolaridad.

En la clase del señor Hyde “religiones del mundo”, Miles no se concentra por observar tan nítidamente a Alaska, el señor Hyde lo saca de clases, Alaska lo defiende y los hecha a los dos.

Después de clases deciden ir al bosque a fumar unos cigarros, y comienzan a rapear, Alaska fumaba muy rápido, miles al observarla le pregunta ¿Por qué fumas tan condenadamente rápido? Ella sonrió de oreja a oreja y le dice, todos ustedes fuman para gozarlo, yo fumo para morir.

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