CIENCIA POLÍTICA EN GRECIA
0902963 de Diciembre de 2014
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V LA CIENCIA POLÍTICA EN ROMA.
Instituciones políticas.
La historia de Roma se divide en tres periodos que se corresponden con distintas formas de gobierno:
La monarquía (753-509 a. C.): el poder religioso, jurídico y político lo encarna el rey, asesorado por el Senado, que estaba constituido por un consejo de Ancianos, representante de las más antiguas y ricas familias.
La república (509-27 a. C.): el gobierno está formado por los ciudadanos, representados por el Senado, a cuyo frente había dos cónsules, y por la Asamblea de Ciudadanos (comitio).
El imperio (27 a. C.-476 d. C.): las instituciones que representan a los ciudadanos van disminuyendo su importancia y poder en favor de una nueva figura, el princeps (personal principal en los asuntos civiles) o imperator (el más alto poder militar). Octavio muere en el año 14 y hereda el Imperio Tiberio. Se abre, así, el periodo más largo de la historia de Roma, en la que el emperador es la figura central del régimen. Tendrá los títulos de césar, imperator, princes, augusto y otros.
Tenía poder absoluto, y asumía alguna magistratura. Poseía amplios recursos económicos, procedentes de las provincias imperiales y su patrimonio personal. Y tenía derecho a nombrar a su sucesor, aunque debían estar apoyados por el ejército, que en épocas de anarquía quitaba y ponía emperadores. Los sucesores tendieron a divinizarse, incluso en vida, según el culto a los muertos.
El Senado romano continúa funcionando como en la república, pero su poder va decreciendo alarmantemente. Da al régimen una imagen de legalidad aunque no tiene ninguna autoridad.
Las continuas purgas de senadores hacen de él una institución sin oposición al emperador. Sus miembros pertenecen a una oligarquía que tiene el favor del emperador, ya que es él quien controlaba el acceso al Senado.
Las asambleas del pueblo perdieron toda relevancia. Teóricamente mantuvieron su función electoral pero no elaboraba las listas de candidatos.
Las magistraturas republicanas se mantuvieron, pero perdieron sus funciones y su importancia política, al estar sometidas al emperador, que era quien las nombraba.
Los funcionarios imperiales fueron los que administraron el régimen. Tuvieron a su cargo el gobierno. Eran nombrados por el emperador y sus facultades dependían de lo que este quisiera ordenarles, y por un tiempo indefinido; por esto cesan con la muerte del emperador. Reciben un salario.
Los más importantes tienen el nombre de prefectos. El prefecto pretoriano es el jefe de la guardia personal, el prefecto urbi fue el representante del emperador en la ciudad y el jefe de la policía, el prefecto vigílium se ocupaba del orden público, y el prefecto annonae se encargó del aprovisionamiento.
De rango inferior fueron los procuradores, encargados de las más variadas funciones.
El Consilium Príncipis, o Consejo Imperial, es uno de los órganos de gobierno más importantes. Estuvo integrado por personas de confianza del emperador. Actuaba en toda clase de asuntos como la administración de justicia, cuestiones militares, política exterior e interior, finanzas, etc.
La Cancillería Imperial se ocupó de todos los asuntos privados que debía resolver el emperador. Atendió la correspondencia, el archivo, los sellos, la secretaría privada, la administración, etc. La cercanía al emperador les dio mucha influencia política.
Durante los primeros siglos de su historia, Roma creó las instituciones políticas que perdurarán durante casi mil años. La monarquía era una especia de república aristocrática. UnSenado de 100 miembros, que el rey elegía entre los miembros de las familias patricias, tenía como funciones guardar las tradiciones y prestar consejo al rey. Junto al Senado existía laAsamblea Curiada, formada por el pueblo patricio, dividida en secciones o curias. Esta asamblea aceptaba el nombramiento de los reyes, votaba las leyes y desempeñaba funciones judiciales y religiosas.
Durante la república, tres fueron las instituciones de gobierno: el Senado, los magistrados y los comicios. La lucha de los ciudadanos plebeyos por tener un mayor protagonismo político fue constante, y lo consiguieron parcialmente desde el siglo II a. C.
Los magistrados sustituían el poder de los reyes, ejerciendo el ejecutivo, político y religioso. Las magistraturas eran las siguientes:
El consulado, constituido por dos cónsules que ostentaban el máximo poder militar y civil durante un año. Si existía algún peligro, se nombraba a un dictador, que temporalmente (6 meses) ostentaba el máximo poder y sustituía a los cónsules. Al cesar el peligro, devolvía el poder.
Los pretores (urbano, peregrino y provincial) se ocupaban de los asuntos judiciales.
Los ediles se encargaban del control de calles y mercados, del abastecimiento de víveres y de la organización de juegos y espectáculos durante los días festivos.
Diez tribunos eran encargados de velar por los plebeyos y evitar los abusos de patricios y cónsules.
Los cuestores administraban el erario público y llevaban el archivo del estado. Después se ocuparon también de la administración de las provincias romanas.
Los censores eran dos, elegidos cada cinco años para elaborar el censo.
Una serie de asambleas o comicios, que reflejaban la división social, reunía a los ciudadanos. Tres eran las principales
Los comicios curiados, formados por los más antiguos patricios, tenía funciones religiosas y recordaban los tiempos de la monarquía.
Los comicios centuriados, organizados según el censo de los ciudadanos, se distribuía en centurias según la riqueza de las familias; elegía los magistrados y votaban ciertas leyes.
Los comicios tribunos, máximo órgano de la soberanía popular desde el siglo II a. C., votaba la mayoría de las leyes.
El Senado, máxima autoridad de la República, representaba el poder político permanente frente al poder temporal de los magistrados, ya que el cargo de senador era vitalicio. De los 100 que eran durante la monarquía, pasaron a 300 en la República, llegando a 900 en el consulado de Julio César. El Senado era un órgano consultivo que inspeccionaba las finanzas públicas y controlaba la política exterior.
Octavio Augusto reunió en su persona todos los poderes de las instituciones republicanas. Asumió estos cargos y poderes de forma vitalicia, para él y sus sucesores, iniciando así el gobierno imperial, altamente centralizado. Las instituciones republicanas sólo tenían ya un valor simbólico. El emperador contaba con un consejo privado, elegido por él entre sus altos funcionarios, que sustituía al Senado. Una estructura semejante de poder centralizado se repetía en el gobierno de las provincias.
Pero esta estructura política comenzó a quebrarse en el siglo III. Las diferencias entre Oriente y Occidente se fueron agrandando, sufriendo éste una crisis que le llevaría a la desaparición en el siglo V, quedando el imperio de oriente con capital en Bizancio
Zenón.
Fue un filósofo griego de la escuela eleática, nacido en Elea (Italia meridional). Fue discípulo de Parménides (uno de los filósofos griegos más importantes de la época y de los más señalados en la escuela eleática) y, según varios escritores, enseñó en Atenas durante algún tiempo.
Zenón trató de mostrar que la realidad es una e invariable y que todo movimiento es ilusorio.
Era costumbre suya mostrar lo absurdo de algunas creencias y frecuentemente se valía de paradojas (expresión o situación que parece absurda y sin embargo es razonable), en las que viene a decir que todo movimiento es un engaño.
Contrastadas con la realidad, las pruebas de Zenón contra el movimiento, se revelan al punto como paradojas y como auténticos paralogismos (argumento o contradicción falsa). Es como ponerse a discutir el azul del cielo.
A. El Estoicismo.
El estoicismo es una corriente filosófica fundada en Atenas por Zenón de Citio (335-264 a.C.). El nombre de la escuela procede del término griego stoa, que significa "pórtico". Al parecer, Zenón impartía sus enseñanzas bajo el "pórtico pintado" (stoa poikile) del ágora ateniense. Suelen distinguirse varios periodos en la historia de esta escuela: el primer estoicismo (Zenón, Cleantes de Assos y Crisipo de Soli), la estoa media (Panecio de Rodas y Posidonia de Apamea) y el estoicismo tardío y romano (Séneca, Epicteto de Hierápolis y Marco Aurelio).
De acuerdo con esta escuela o corriente filosófica, la Naturaleza entera se halla gobernada por una "razón" providente y divina (Lógos) que dirige sabiamente el "destino" de las cosas y de los hombres. Es insensato e inútil intentar cambiar el plan de esa providencia divina. Ocurre siempre lo que tiene que ocurrir, del modo exacto en que tiene que hacerlo. Por eso, nuestro deber como seres dotados de razón es aprender a "vivir de acuerdo con la naturaleza"; o, lo que es lo mismo, de acuerdo con el Lógoseterno que lo gobierna providencialmente todo. En esta conformidad de la acción con el Lógos consiste la areté o virtud moral.
Según los estoicos, es "sabio" (phrónimos) el hombre que acepta y consiente con entereza y serenidad el "destino" que el "orden" y las "leyes" de la Naturaleza le deparan. Esta aceptación tranquila del propio destino se alcanza mediante el control y el dominio de las pasiones, los impulsos y los afectos por parte de la razón individual, que está en comunicación con la razón eterna y universal que gobierna el mundo y que "participa"
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