Cinco memorias sobre la instrucción pública

“CINCO MEMORIAS SOBRE LA INSTRUCCIÓN PÚBLICA”.

Condorcet*

Después del estallido de la Revolución Francesa, con las ideas de los ilustradores se abrieron muchas posibilidades para emprender nuevos caminos y cambios para la educación, en este contexto emergió la obra de Condorcet, quien propuso un proyecto educativo para ilustrar a la sociedad.

Fundamenta su propuesta de instrucción pública sobre los principios de igualdad, laicidad y libertad. Tiene como tarea ayudar a los ciudadanos, instruirlos para que sean autónomos y autores de su propia educación, pretende que no solo sean buenos ciudadanos sino que estén en armonía con la humanidad.

Condorcet menciona que es necesario relacionar lo epistemológico ¿Qué conocimientos enseñar?, lo didáctico ¿Cómo presentar los conocimientos? y lo jurídico-político ¿Cómo poner estos conocimientos al servicio del bien público?

Presenta tres aprendizajes que deberían trabajarse en la enseñanza pública:

1) El aprendizaje de los conocimientos elementales.

2) El aprendizaje de la ciudadanía ilustrada y los derechos humanos (instrucción cívica indispensable).

3) El aprendizaje del sentimiento de humanidad.

Estos tres son uno mismo ya que conforman el saber elemental. Hace énfasis en que debemos instruirnos y cultivarnos de conocimientos, lo cual ayudará a la autoestima y al amor de la humanidad.

No estaba a favor de la obligación escolar; se basaba en que nadie se quedara sin la educación pública.

La instrucción es una libertad pública, necesaria para la soberanía, el conocimiento aparece como parte constitutiva de esta libertad, es imprescindible instruirse. Sostiene que es importante proteger la instrucción de los grupos que presionan y de los que quisieran formar un gobierno republicano, sin ella un pueblo soberano está expuesto a convertirse en su propio tirano.

El relacionar la educación con la libertad es elegir la sabiduría, modelo que razona y es abierto a dos exigencias, la epistemológica y real, donde se rige una teoría de progreso; y la exigencia jurídica, donde es preciso enseñar a juzgar.

Ninguna persona está exenta de cometer errores, y nadie puede venir e imponernos una decisión errónea; aunque obedezcamos a una autoridad, podemos pedir a ésta que nos demuestre que tiene razón.

Para lo anterior se realizan 3 exigencias: nadie puede ser excluido del cuerpo político ya que todos somos seres racionales; evitar cualquier conducta que pueda sustituir lo social de lo político; y que las decisiones deben prevenir el error.

Es necesaria la existencia de leyes que rijan el proceder de las personas, es imposible que todos hagan cuanto deseen, por lo que la educación ha de estar sometida a leyes que reglamenten su función, derechos y obligaciones, por consiguiente surge la “Declaración de los derechos” de ahí a de partir hacia una legislación que regule su funcionamiento.

Para contrarrestar el nivel bajo general es necesaria una competencia externa que se hará por parte de la institución; donde la instrucción no podrá ser monopolizada. Al ser necesaria la competencia son indispensables tanto instituciones públicas como las privadas; ya que estas últimas estimularán a la instrucción pública.

Así como las autoridades hacen mal uso de su poder, los maestros también pueden abusar de su posición, por lo que tenemos que proteger a los alumnos de las malas posturas de los maestros; les queda prohibido recurrir a cualquier método que no fuera la razón y experimentación. El maestro no se puede basar en entusiasmo, humillación o terror que significa desconocer al sujeto que se va a educar. En la enseñanza es formar para que solo se escuche la razón, antes del entusiasmo.

A pesar de que pensemos que las ideas de Condorcet eran muy avanzadas

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