COLONIZACIÓN Y DESCOLONIZACIÓN EN ÁFRICA Y ASIA

COLONIZACIÓN Y DESCOLONIZACIÓN EN ÁFRICA Y ASIA

Sinopsis

Este artículo presenta una investigación similar de los ciclos de colonización y descolonización registrados en Asia y África. Se observa que, si bien la investigación de Asia es más temprana que la de África, impulsó el expansionismo, apartado por la oposición entre las fuerzas radicales y su anhelo de gobernar. En consecuencia, el punto de este trabajo es descubrir algunos componentes vitales para las reflexiones básicas y cercanas sobre estos elementos de dominio de las dos áreas por parte de los colonizadores en los siglos XVI y XX, así como los ejercicios obtenidos de ellos para la solicitud política actual.

Presentación

El artículo parte de una realidad auténtica que es normal en África y Asia para introducir y desglosar tanto las particularidades como las similitudes obtenidas de los ciclos de colonización y descolonización en las dos tierras principales. Se trata de restituir estos auténticos minutos, hoy poco discutidos, pero cuya herencia en las dos regiones sigue siendo un componente decisivo en la dirección y el avance de sus estrategias mundiales; esto no prohíbe el escrutinio de la obligación de los propios africanos y asiáticos, al igual que de sus élites, en la configuración de la nueva demanda política, no extremadamente edificante para las bases sociales, que ha surgido de la descolonización. El contenido describe además los ciclos y las tensiones en la colonización y la descolonización en África y Asia, buscando establecer puntos de vista similares, recordando que la gran mayoría de la exploración accesible en relación con el asunto examinará en general los dos distritos como compartimentos estancos. En este sentido, el artículo trata de establecer una conexión entre ambas unidades regionales en función de factores comparativos de moldeado exterior, debido a su inclusión en el marco del planeta desde los inicios del avance. Asimismo, la investigación pretende exponer algunos componentes significativos que alimentan la reflexión sobre los elementos de dominio de los dos locales por parte de los colonizadores europeos en los siglos XVI y XX, al igual que los ejercicios de esta verdad social constatable para África y Asia. En este sentido, sin dejar de lado las conversaciones actuales sobre expansionismo y poscolonialismo que presentan la complejidad de los ciclos de dominio en cuanto al efecto del imperialismo en el desarrollo de los nuevos estados poscoloniales, este artículo se limita a atender las maravillas de la investigación y la colonización en África y Asia, por separado, con breves amalgamas similares que captan los pensamientos focales (I), antes de centrarse en los ciclos de descolonización y autonomía en las dos tierras principales (II).

I. África y Asia: investigación y colonización

Las increíbles investigaciones realizadas en las masas terrestres africanas y asiáticas por los europeos, decididos a encontrar las riquezas minerales y los bienes de los arroyos que poseen, establecen la introducción a los ciclos de intrusión y colonización de sus regiones y grupos humanos. Evidentemente, durante la época apartada por el colonialismo europeo en estas zonas "marginales", no hubo posibilidad de fortificar la riqueza de las variedades sociales de estos grupos de personas, que normalmente acabaron siendo detestadas como "salvajes" o de "vicios"; lo que propugnó la necesidad europea de socializar e instruir a estos "clanes" africanos y asiáticos. Sin embargo, lo que más marcó la diferencia fue cuidar el afán europeo por la investigación de los bienes regulares, y en esa línea prepararse para el doble juego y el dominio.

Investigación y colonización en África

Mientras proseguía el ciclo de opresión que consistía en llevar persuasivamente a los africanos a las Américas para que trabajaran en minas, haciendas, etc., entre los siglos XV y XIX, se inició un período de viajes africanos por parte de innumerables viajeros europeos desde finales del siglo XVIII hasta finales del siglo XIX (véase el mapa 1), para investigar, encontrar y reconocer la abundancia mineral de la masa terrestre y además descubrir nuevos rumbos oceánicos para el intercambio con las Indias. Entre ellos estaban (a) el francés René Caillié, que fue el principal europeo que llegó a Tombuctú y regresó a Europa tras cruzar el Sahara; (b) el alemán Victor Natchingal, enviado por Bismark, que investigó las costas de Togo y Camerún; (c) el escocés David Livingstone, que cruzó el sur de África y encontró el marco de Loualaba, los lagos Ngami y Nyassa, y las cataratas Victoria (en el Zambeze); (d) Henry Stanley, que salió de Bombay, llegó a Zanzíbar (en enero de 1871) y se encontró con Livingstone en Ujiji, en el Tanganica (en noviembre de 1871); (e) el portugués Bartolomeo Díaz, que llegó al Cabo de Buena Esperanza (1486) (f) Vasco da Gama o Vasco de Gama, guía y viajero portugués observado, que llegó a las orillas de Cabo Verde, al Cabo de Buena Esperanza (1497), a Mozambique y a Mombasa, antes de llegar a Calicut (India) curiosamente el 20 de mayo de 1498 (véase el mapa 2); (g) el escocés Mungo Park, que investigó el río Níger en 1800 y el británico Richard Lemon Lander se aventuró a todas las partes de la corriente similar en 1830, continuando los pasos del escocés Hugh Clapperton, que se adentró en África Occidental y Central, cruzando un río Níger similar y navegando por los dominios yoruba en 1825; (h) el francés Alfred Grandidier, que accedió a Madagascar (1865-1870); i) el británico John Speke, que llegó al lago Victoria (1858); j) el francés Pierre Savorgnan de Brazza, que estableció la ciudad Brazzaville en el Congo (1880), y así sucesivamente (véanse los mapas 1 y 2) Estos son una parte de los peregrinos europeos en África que se presentan como antecedentes de la colonización: de este modo, el tiempo de las increíbles investigaciones se cierra en el siglo XIX, armonizando con la reunión de Berlín en 1884/85.

Debido a diferentes problemas experimentados por los pioneros europeos en el campo, como divisiones y debates internos, las fuerzas eligieron reunirse en Berlín para descubrir algunos acuerdos y fomentar procedimientos normales para vencer sus competencias y animosidades en el dominio africano: de ahí se concibió la reunión de Berlín que comenzó en noviembre de 1884 y terminó en febrero de 1885. Esta reunión reunió a 14 naciones europeas: Alemania, Austria-Hungría, Bélgica, Dinamarca, España, Francia, Gran Bretaña, Italia, Países Bajos, Portugal, Rusia, Suecia-Noruega (cuya asociación real se prolongó desde 1814 hasta 1905), Turquía y Estados Unidos. De ellos, Alemania, Francia, Gran Bretaña y Portugal fueron miembros centrales durante toda la reunión. Sea como fuere, los grupos de pueblos africanos no fueron tratados en la reunión. Del mismo modo, las decisiones sobre el destino final de África se tomaron sin pensar en los intereses de los órdenes sociales africanos, ni en sus atributos sociales, financieros y políticos, y en esta situación mundial, con una famosa presencia occidental, se establecieron reglas de juego para la transmisión de la masa terrestre africana dependientes de la oportunidad de intercambio, Es importante que entre las decisiones tomadas destaque el reconocimiento del "Estado Libre del Congo" como propiedad privada del rey Leopoldo II de Bélgica, que posteriormente se convertiría en Estado belga en 1908. Todo lo anterior se fundamenta igualmente en la norma moral o buena de la "obligación de cultivar a los africanos"; en adelante, la fórmula de las 3Cs ("Colonizar, cristianizar y comercializar" que va unida a la cadera con la receta de las 3Ms ("Misioneros, comerciantes y militares").

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