COMO SE VIVIÓ LA CONQUISTA EN JALISCO

PANORAMA GENERAL DEL OCCIDENTE DE MÉXICO ANTES DE LA CONQUISTA

Antes de la llegada de los españoles a territorio occidental, la zona era habilitada por diferentes grupos que se encontraban dispersos por los actuales estados de Jalisco, Colima y Nayarit: tecuexes, otomíes, nahuas, huachichiles, huicholes, coyutecos, tepehuanes, tecos, pinames, cocas y xilotlatzingas, a los cuales se les ha considerado como grupos bárbaros. Sin embargo, más que eso fueron grupos con un gran sentido de pertenencia al territorio que habitaban, de ahí la fiereza con la que se defendieron, incluso de los mismos purépechas.

Se dedicaban principalmente a la agricultura. Construyeron canales y zanjas para el riego de sus cultivos: maíz, frijol, calabaza, chile, algodón, tabaco, verdolagas, cacao, camotes, entre otros. Por lo accidentado del territorio, lo hacían en forma de terrazas, para aprovechar mejor la humedad; además utilizaron el sistema de roza y quema. La caza y la pesca complementaban la dieta alimenticia de estos pueblos.

Las viviendas se construyeron con material perecedero, por lo que no quedo vestigio alguno de ellas. Su vestimenta era de hilo de algodón, pelo de conejo o, a veces, fibra de maguey y palmera. Las prendas más vistosas se pintaban con grana y las más lujosas se bordaban con finas plumas de ave.

En cuanto a la organización política, la mayor parte de esos pueblos estaban sometidos y eran tributarios de grupos con una organización social y política más compleja, llamados señoríos o cacicazgos, entre los que destacaron Tonallan, Colima, Aztatlán, Xalisco y El Teúl.

El grupo más numeroso y mejor organizado en el Occidente de México lo constituía el imperio purépecha. La muerte del cazonci o rey del imperio purépecha en 1520, la caída de Tenochtitlán en 1521 y la merma tanto de la nobleza como de la población purépecha, a causa de las enfermedades traídas por los españoles, generaron gran confusión entre los habitantes de este imperio. Como consecuencia no tuvieron la posibilidad de elaborar un plan de resistencia organizado que detuviera el avance de los invasores hispanos.

Las circunstancias anteriores facilitaron a los españoles la conquista del imperio purépecha y sus incursiones a territorios de los actuales estados de Jalisco, Colima, Nayarit, Sinaloa y zacatecas, donde también las enfermedades causaron estragos en la población. Pese a ello, los habitantes de esta zona opusieron gran resistencia a los ejércitos ibéricos, quienes, en su búsqueda de riquezas y nuevas rutas que los condujeran al Océano Pacífico o a mar del Sur y de ahí al continente Asiático, encaminaron sus pasos hacia esta región.

CONQUISTA DEL OCCIDENTE DE MÉXICO

El proceso de conquista en el Occidente de México no fue fácil. Éste se desarrolló lentamente y encontró obstáculos en la resistencia de la población, lo escabroso del terreno y los múltiples intereses por parte de los propios conquistadores.

Expediciones hispánicas previas a la conquista del Occidente de México

Una de las primeras expediciones que partieron del centro de México, la encabezó Francisco Álvarez Chico, quien llegó a la costa del Pacífico en 1521, cerca de lo que actualmente se conoce como Puerto de Acapulco. En su ascenso por a ribera costeña llegó a Zacatula, punto clave para expediciones posteriores, Ahí establecieron un astillero, en 1523, para construir las embarcaciones que los llevarían a conquistar nuevas tierras.

En el segundo semestre de 1522, Cristóbal de Olid logró la sujeción del rey michoacano, el cazonci Tangoaxan II, quien lo favorecía en la conquista de la nueva región, pues Tzintzuntzan constituía el principal punto de partida hacia el resto del Occidente.

En ese mismo año, Cristóbal de Olid realizó otra expedición que Hernán Cortés no menciono en los reportes enviados a la Corona. Tal incursión partió de Tzintzuntzan hacia Jiquilpan, Zapotlán y Tamazula, con la intención de posesionarse de esa porción de territorio que dominaban los purépechas.

En 1523, los españoles instalados en esta zona al mando de Olid iniciaron una campaña hacia Zacatula con la finalidad de fortalecer la presencia española en ese lugar y recibir a los artesanos destinados a la construcción de embarcaciones.

A la mitad del camino, Juan Rodríguez Villafuerte se separó de a comitiva de Olid sin autorización. Después de eso, Villafuerte junto con un grupo de soldados decidió conquistar nuevos territorios para sí mismo y apropiarse de las riquezas encontradas, pues la avaricia era el móvil principal de las expediciones.

Enfiló hacia el rumbo de Colima y llegó hasta los confines de la actual Tecomán en Colima, donde fue atacado por los aborígenes del lugar, quienes infligieron una contundente derrota.

Entonces, Villafuerte se refugió en Zacatula. Ahí fue hecho prisionero y por órdenes de Hernán Cortés trasladado a la cuidad de México, donde se le castigó por su desobediencia.

La acción de Villafuerte irritó a Hernán Cortés y lo obligó a prestar mayor atención a las expediciones, encargándose personalmente de su organización. Así, ordenó a Gonzalo de Sandoval que se encontraba en Zacatula, dirigirse al lugar donde Villafuerte había sido atacado. Con esa orden Sandoval partió hacia Colima. En esta ocasión el enfrentamiento contra los aborígenes favoreció a los españoles, lo que les permitió llegar hasta Cihuatlán, “lugar de las mujeres solas”.

Tal victoria prácticamente consolido el dominio español en la región que abarcaba Colima y Cihuatlán. Sandoval remitió informes a Cortés sobre su situación. En respuesta, Cortés le ordeno fundar una villa española con el nombre de Colima. De este modo, en el actual Armería –llamada anteriormente Cajitlán- se funda la villa de Colima, el 25 de Julio de 1523, teniendo como primer alcalde al primo de Cortés, Francisco Cortés Buenaventura.

San Buenaventura inicio su expedición en 1524, y al atravesar Cihuatlán, se dice que ya había destruido cuando menos tres pueblos completos, victimando a sus pobladores. En Autlán sostuvo combates, con menos violencia, no así en Ayutla y Tenamaxtlán. Continuó con sus expediciones hacia el norte, pero desde su paso por Etzatlán (Jalisco), Ahuacatlán, El Ceboruco, Tepic y Xalisco (Nayarit), sus incursiones fueron menos violentas y los territorios cedidos en encomienda.

La falta de víveres provocó que San Buenaventura regresara a Colima. Hecho que al parecer realizó muy rápido, puesto que para Noviembre de 1525 ya se encontraba en la ciudad de México en calidad de alcalde mayor de Colima. Lo característico de las expediciones de San Buenaventura

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