CONVERSIÓN PLUSVALIA

EL CAPITAL

Capitulo XXII

Conversión de la plusvalía en capital

“El Capital” lleva por título “Transformación de Plusvalía en Capital” obra de Carlos Marx.
1. Proceso capitalista de producción sobre una escala ampliado. Trueque de las leyes de propiedad de la producción de mercancías en leyes de apropiación capitalista.

La inversión de la plusvalía como capital o la reversión a capital de la plusvalía se llama acumulación de capital, ya que la plusvalía se presenta desde el primer momento en que determina un producto bruto, que al venderse el valor recobra su forma primitiva, pero a partir de esta la plusvalía y el capital son sumas de dinero. El mercado no hace mas que pasar el producto de mano en mano, pero sin hacer que aumente su volumen de producción, en otras palabras, la plusvalía solo puede transformase en capital cuando encierra los elementos materiales de un nuevo capital, lo único que no debemos de perder es que el capital primitivo al lado de un nuevo capital y lo mismo ocurre con el capital acumulado en relación al capital mismo.

No hay capital que no venga de un trabajo no retribuido, del tributo arrancado de algún obrero; el capitalista no hace mas que acudir al viejo procedimiento del conquistador que compra mercancías al vencido y las paga con su propio dinero, con el dinero que antes le ha robado.  En algunas ocasiones capitalista con el capital obtenido de los obreros compra una máquina que los sustituye, lanzando a los obreros al arroyo del desempleo. El obrero trabaja todo el año para dar entrada al otro año, es decir producir capital con capital.

El capitalista se siente con todo el derecho de apropiarse de lo que no es suyo, ya que el obrero no puede hacer suyo el producto de su trabajo y se convierte en un divorcio entre la propiedad y el trabajo; el obrero al cobrar su fuerza de trabajo se desprende totalmente de su valor de uso. La transformación del dinero en capital, por lo tanto, esta opción da como resultado:

• Que el producto pertenezca al capitalista, y no al obrero.
• Que el valor de este producto encierre, además del valor del capital desembolsado, una plusvalía, plusvalía que al obrero le ha costado trabajo y al capitalista no le ha costado nada y que, sin embargo, es legítima propiedad del segundo.
• Que el obrero alimente y mantenga en pie su fuerza de trabajo, pudiendo volver a venderla, si encuentra comprador.

2.Falsa concepción de la reproducción en escala ampliada, por parte de la economía política.

Cuando los capitalistas compran las mercancías y el trabajo como medios de disfrute, se ve que disipan la plusvalía en ves de hacerla como capital, es por eso para tener una gran acumulación se debe tener mucha prudencia y devorar toda la renta, o sino contratar unos buenos trabajadores que rindan bien sin recibir mucho de pago. La fuerza de trabajo es una forma de hacer existir el capital con el proceso de producción, ya que es consumida por el capitalista que la obtiene.

La falsa interpretación que se tiene respecto a la reproducción en escala creciente radica en que se han llegado a confundir la acumulación capitalista (proceso de producción) con el acrecentamiento de consumo, y con la formación de acopios, ya que en realidad en verdadero objetivo es la capitalización, mas no lo es el atesoramiento, sino poner dinero bajo llave es el mejor método para no capitalizarlo.

3.División de la plusvalía en capital y renta. La teoría de la abstinencia.

E objetivo mas importante del capitalista es el valor de cambio y acrecentamiento, haciéndolo mas ciego y egoísta por obtener más riqueza y valor.

Es por eso que el capitalista es el que obliga y obliga a la humanidad a producir y crear las condiciones materiales de producción, las cuales son la base para una sociedad superior, cuyo objetivo principal es el desarrollo en sí; en la historia de los capitalistas de producción, se podría afirman que pasan por esta etapa de la ambición de enriquecerse, pero esto a la ves nos solo trae consigo un mundo de goces y también traen miles de posibilidades de enriquecerse de rápido. De este modo, en el noble pecho del capitalista individual se va amasando un conflicto demoniaco entre el instinto de acumulación y el instinto de goce, es por eso que Malthus predicaba lo siguiente: “mantener separadas la pasión de gastar y la pasión de acumular”.

Está claro que lo importante es producir y cada ves con una escala mas alta que la anterior, pero digamos que no es del todo justo puesto que una cierta parte de la sociedad se mantendrían con una ociosidad, que si les obligaría a trabajar se desempeñarían muy bien. Por otro lado, los obreros revelan su tendencia de solo quedarse con una parte menor a sus productos y dejando la mayor parte para sus patrones, aun así, les disminuye el consumo a los pobres obreros.

Cuanto mas progresa la sociedad requiere más de las abstinencias capitalistas que se dedican a apropiarse de la industria y productos de otros, incluso de aquellos obreros que trabajan y son dueños de sus instrumentos de trabajo; es este el caballero de la triste capitalista Abstinencia.

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