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Caudillismo


Enviado por   •  22 de Febrero de 2015  •  2.553 Palabras (11 Páginas)  •  310 Visitas

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CAUDILLISMO

Los presidentes Benito Juárez y Porfirio días, en México, ejemplifican ese transito porque el segundo, en carácter de caudillo, fue una pieza de sostén importante para la construcción del ordenamiento administrativo del primero. Díaz represento, en cierta forma, al caudillo decimonónico que contribuye a crear las bases institucionales de un régimen.

Para finales del siglo XIX, los caudillos se desplazan a sus territorios de influencia naturales, dado vida a caudillismo regional que en realidad venían conformándose desde la crisis del orden colonial, su presencia es fundamental para entender la Revolución Mexicana en 1910. Hasta cierto punto, el movimiento revolucionario, consecuencia de la crisis del régimen porfirista, permitió el resurgimiento de los caudillos nacionales, amén de los que solamente alcanzaron un arraigo e influencia regional.

El periodo de la revolución se caracterizó por a presencia de caudillos que dieron sentido a las demandas revolucionarias cuando menos en dos planos las de los grupos que pretendían un relevo en la élite política y las de los sectores populares que luchaban por la restitución de sus tierras (pueblos despojados desde la reforma liberal) por la dotación agraria.

Entre los primeros pueden destacarse a Álvaro Obregón, y entre los segundos, los más paradigmáticos son Emiliano Zapata y Francisco Villa. El primero cumplió características de un caudillo: logró ejercer un verdadero liderazgo, fue un maestro en cuanto a la construcción de lealtades personales y su liderazgo fue ampliamente aceptado en parte debido a sus cualidades carismáticas. Ejerció el poder a través del consenso con sus allegados y con autoritarios cuando se trató de los enemigos.

Obregón logró articular a numerosos caudillos regionales, entre los que destacaron Tomás Garrido Canabal en Tabasco, Saturnio Cedillo en San Luis Potosí, Emilio Portes Gil en Tamaulipas, para citar apenas algunos. Mientras se restablecía el régimen constitucional interrumpido con el estallido revolucionario cuando Francisco I. Madero logró convencer a los rancheros norteños de su empresa, Obregón avanzada alineando tras de si a las fuerzas políticas que se articularían en el nuevo Estado.

En 1920, de la alianza entre grupos representativos con fuerte influencia sobre el ejército particularmente la unión Plutarco Alfas Calles y Adolfo de la Huerta nace de Agua Prieta, que figurara como el parte aguas entre el viejo ordenamiento gubernamental y el nuevo más radical, con fundamento en el liberalismo

Obregón logró articular a las fuerzas políticas y su caudillismo fue ampliamente aceptado; los que no estuvieron de acuerdo con el simplemente fueron desplazados. Un hecho importante en ese sentido fue la rebelión de una fracción descontenta del ejercito encabezada por De la Huerta. La rebelión de la huertista fue la que logró reunir el mayor número de componentes del ejército de línea contra el nuevo régimen que apenas se estructuraba. Fuertes contingentes de obreros y campesinos, de donde precedían las bases sociales de la Revolución, le siguieron. No obstante, el caudillismo de Obregón se impuso, y un numeroso grupo de caudillos y caciques regionales de fue fiel, derrotando a la rebelión.

La realización plena de Obregón como caudillo se dio después de ese movimiento que le permitió reafirmar su posición de autoridad y reconocimiento nacional. La tarea de crear un esto Fundamentado en canales legítimos avanzo a grandes pasos, de tal forma que para 1924, al término de cuatro años de gobierno constitucional, garantizo su sucesión en uno de sus más conspicuos seguidores y amigos Calles.

La presidencia de Calles será fundamental para decidir la suerte del caudillismo; durante su gobierno, el nuevo estado logra una instancia reguladora de la económica con la creación de Banco de México, formaliza las relaciones diplomáticas con el gobierno de los estados unidos e institucionaliza la política al establecer las bases de un partido único, el Partido Nacional Revolucionario, coincide con el asesinato de Obregón. Es entonces cuando oficialmente se declara terminada la época de los caudillos.

El caudillismo y sus constelaciones

Es difícil en México referirse al caudillismo sin hacer referencia al caciquismo, su complemento. En la práctica, el sistema caudillista ejerció una influencia solar, al complementarse como sistema con una orbita de caciques (a veces designados como caudillos locales). Se has discutido sobra que tendría un carácter nacional en el caso de los caudillos y el de los caciques reducidos a alguna región o incluso de los caudillos y el de los caciques reducidos a alguna región o incluso espacio más pequeños. En realidad los alcances territoriales solo definen parcialmente a los hombres fuertes porque hubo quienes actuaran como caudillos sostenidos por la clientela local, como el general Saturnio Cedillo en San Lui Potosí. Fue caudillo por su carisma entre los campesinos de esa región, pero actúo también como cacique por los lazos familiares y de compadrazgo que le permitieron tener control político, social y económico.

En todo caso, lo importante del sistema caudillista fue establecer un mínimo concierto entre el centro político del país y las regiones a veces muy alejadas o aisladas por las condiciones orográficas que dificultaban las comunicaciones. Tabasco desarrollo un sistema cacique casi perfecto que ilustra ese sistema solar encabezado por el caudillo; Obregón decidió apoyar y apoyarse en las influencias de Tomás Garrido Canabal en un cacicazgo efectivo ejercido por más de 15 años. Ese estado fue comunicado por carretera hasta finales de los años cincuenta.

Previamente, los jefes políticos, establecido por la constitución de Cádiz de 1812, habían servido como enlace entre el centro y las regiones; sin embargo, estos se fueron desvirtuando durante el siglo XIX hasta que los cancelo la Constitución de 1917. En esas figuras habían encontrado Porfirio Díaz apoyos significativos aun en las regiones más apartadas. Como informantes desplegaron un conocimiento profundo del acontecer político y de los grupos a lo largo y ancho del territorio nacional.

La relación de los jefes políticos con Díaz les permitió apoyarse en un sistema de influencias y desarrollar fuertes cacicazgos regionales. Contribuyeron a la articulación de régimen a través de una compleja red de espionaje político, permaneció a Díaz mantener un poder férreo sobre los gobernadores, conociendo a sus amigos y enemigos durante los años de la dictadura, incluso varios jefes políticos fueron recompensados con concesiones en las compañías deslindadoras y en la construcción de las vías férreas, así como con exenciones fiscales en la industria y el comercio.

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