Cortés conquistó a los aztecas.

Cortés conquistó a los aztecas.

Los aztecas eran valerosos, invencibles y grandes estrategas gracias a lo cual conquistaron casi toda Mesoamérica. “Los aztecas fueron derrotados por un puñado de españoles más que perfectamente armados.” El ejercito de Cortés, a momento de desembarcar contaba con 518 infantes, 16 jinetes, 13 arcabuceros, 32 ballesteros y 110 marineros que llevaban 32 caballos (16 dedicados a los labores de carga), 10 cañones de bronce y 4 falconetes. Cortés contaba con 689 hombres mientras que la gran Tenochtitlán tenía aproximadamente 230 000 habitantes, siendo así más grande que Paris o Venecia.

Aunque claro, otros historiadores van más allá, Eduardo Noguera cálculo 300 000 habitantes y Jacques Soustelle estimó 700 000, al incluir Tlatelolco y las otras ciudades de Texcoco. ¿Cómo fue posible que 689 hombres derrotaran a casi 600 000 varones adultos en condiciones de defender su ciudad suponiendo que poco menos de 25% de sus habitantes participarían en los combates? Los españoles estaban mejor armados y adiestrados que los aztecas, pues la pólvora, el acero, los caballos, la escuela militar europea, y su natural talento para la estrategia, además de las supersticiones precolombinas que hablaban de la eminente llegada de un Dios blanco y barbado, bastaban para que uno solo de ellos venciera, sin grandes problemas, a poco más de 87 indígenas. 689 españoles derrotaron a 600 000 aztecas… Un hecho inversal pues los habitantes Tenochtitlán los vencieron en la llamada “Noche triste” y en la batalla de Otumba con tan solo una parte de sus fuerzas.

A los aztecas no los derrotaron los españoles.

La otra historia.

Un puñado de hombres venció a una multitud de indios que -no obstante sus elogiosas palabras sobre los aztecas- no tenían los tamaños suficientes para derrotar a los invasores. Pero lo más grave era que si los hombres de Cortés habían vencido a los aztecas gracias a su tecnología bélica, esto mismo podría aplicarse a la invasión estadounidense, a la intervención francesa, y cualquiera otro inobjetable: Los mexicanos estamos condenados a sufrir derrota tras derrota.

Pero esto es falso, las armas, el acero, y la estrategia, no derrotaron a los aztecas. Fueron vencidos por dos razones: Por la unión de varios pueblos indígenas con las tropas de Cortés y, sobre todo, por la guerra bacteriológica que los recién llegados emprendieron en contra de nuestros antepasados. En 1521 se desató una gran epidemia de viruela, mal que llego con los españoles gracias a uno de los esclavos.

Los españoles nos conquistaron.

Las mentiras, los encubrimientos, y las interpretaciones tediosas del pasado, a fuerza de ser constantemente repetidos en los libros, en las clases de muchos profesores y en los medios masivos que comunicación, nos han llevado a asumir que los hechos fueron tal y como los poderosos dicen, y no como realmente sucedieron. La conquiste del norte de Nueva España –al igual que la conquista de Mesoamérica- fue resultado de la incorporación de los indígenas a las labores comandadas por los españoles, los cuales, -sin duda alguna- fueron respaldados por la iglesia católica. ¡México fue conquistado por los mexicanos! Hoy casi todos afirman que los peninsulares nos conquistaron, y como prueba de ello nos hablan de la caída de Tenochtitlán a manos de las tropas de Cortés o del nombre que tuvo nuestro país durante tres siglos: Nueva España.

La primera conquista: Tenochtitlán.

Sostener que los aztecas fueron derrotados por los españoles es ridículo pues las tropas comandadas por Cortés resultaban tan poco numerosas que no eran capaces de vencer en combate a los habitantes de las comunidades del lago de Texcoco. Por lo tanto, podemos afirmar que la derrota de los antiguos mexicanos ocurrió por tres causas precisas: La epidemia de viruela que diezmó a la población de Tenochtitlán, las creencias religiosas que convirtieron en dioses a los recién llegados y la invaluable colaboración de muchos grupos indígenas que se sumaron a los peninsulares para liberarse del yugo que les habían impuesto los aztecas. Los tlaxcaltecas no fueron los únicos que se sumaron a las fuerzas españolas, comenzaron a reclutar aliados desde Zempoala hasta Tlaxcala. Así, además de considerar la caída de Tenochtitlán como resultado de la viruela, debemos asumir que la derrota del pueblo del sol fue obra de una “revuelta” de los vasallos de los aztecas en contra de sus operaciones. La caída de Tenochtitlán en 1521 se prolongó hasta el siglo XVII y permitieron que ampliaran sus dominios hacía el norte. Fue una torpeza pues ayudaron a quienes los explotarían hasta la muerte.

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