Cómo afecta la deserción escolar?

¿Cómo afecta la deserción escolar?

El grado de integración del estudiante en el sistema académico y en las relaciones

Sociales que establece, son factores que explican el abandono escolar o la permanencia, sin olvidar en estos causales los antecedentes académicos y familiares.

Así es necesario evaluar el historial de los estudiantes a fin de encontrar señales predicativas, a partir de la presentación de rasgos que lo hacen candidato al abandono de sus estudios. En este sentido la experiencia nos dice que por lo menos hay dos líneas que podemos rastrear, mismas que nos dan indicios al respecto: una es el rendimiento académico del nivel previo, además del lugar que ocupa la educación en la escala valorativa del joven, lo que es útil para reconocer si para el joven son superables obstáculos como la discriminación y las distracciones y puede seguir adelante en su trayectoria escolar.

Otro elemento a tomar en cuenta son las condiciones familiares en las que el educando se ha desarrollado a lo largo de su vida y que incluyen: escolaridad de los padres, valoración de la educación en la familia nivel de conflicto en la misma situación socio económica, en lo que respecta a la familia, se menciona con frecuencia con alguna razón el planteamiento que los hijos son reflejo de los padres.

El interés de los padres porque su hijo goce mayor preparación y la motivación del estudiante por alcanzar metas similares a la de sus progenitores, es un elemento que nos permite predecir su permanencia en la escuela hay que considerar además que los conflictos intrafamiliares han de ser manejables, de tal modo que no conduzcan a una crisis que afecte a la terminación de los estudios del joven.

Una situación económica desahogada en la familia abandona en sentido favorable para minimizar el riesgo del abandono escolar. Tanto los antecedentes familiares como los logros alcanzados previamente en la escuela, tiene efectos sobre la permanencia o abandono de la institución educativa. En el ámbito de nuestra competencia institucional podríamos ir más allá al intentar subsanar problemáticas individuales o de entornos ajenos.

Hay que dar al estudiante mayores facilidades para su integración escolar, mostrarnos flexibles al acompañarlo en sus búsquedas y problemáticas. Si lo hacemos cuidadosamente esto le apoyara a que concluyan sus estudios. En lo particular quisiera llamar la atención sobre el alto grado de absorción que la educación tiene encontraste en apariencia los deficientes resultados del sistema escolar, en lo que respecta a la retención de estudiantes y la terminación del ciclo completo del nivel básico en la secundarias.

La tasa de abandono de los estudiantes es aproximadamente el doble que en el nivel medio superior, y se triplica si comparamos estas cifras con las que responden al número de los que no concluyen el nivel básico.

Esto nos indica en una primera instancia la escasa capacidad de retención de estudiantes por parte de las instituciones educativas y el correspondiente impacto que esto trae consigo. La SEP informa que a partir de los años noventa no concluyen su sistema de bachillerato cerca de 400 mil jóvenes para el 2003 ya eran 525 mil y hace un año, en 2006 quedaron fuera desde este sistema educativo 560 mil alumnos a diferencia de otros niveles educativos, el medio superior el menos estudiado en México, muy probablemente lo sea también otras partes del mundo al hablar de la deserción, tenemos que distinguir primero entre los abandonos definitivos, los temporales y las transferencias.

La deserción a nivel nacional contabiliza de manera global a quienes abandonan el sistema educativo, en tanto que en las instituciones por separado, una transferencia se considera como abandono definitivo, lo que ubica que esta problemática en un grado de alerta diferente consideremos de entrada al abandono de un proceso longitudinal de interacciones entre el individuo y el sistema académico y social de la escuela, donde el sujeto modifica continuamente sus metas y compromisos personales, lo que lleva a abandonar o no, la escuela.

La deserción escolar es motivada por una gran diversidad de circunstancias que provocan reacciones muy diferentes en los estudiantes. Por ejemplo gente que abandona sus estudios por bajo rendimiento académico como consecuencia de sus actos en contra de la normatividad, lo que tiene como efecto su expulsión de la institución educativa, pero también se presentan casos de quienes deciden no continuar al no sentirse integrados a su escuela en particular, o debido a problemas de carácter personal.

Quien abandonó sus estudios no necesariamente a desaprovechado los beneficios de la educación recibida, por lo menos en el camino a descubierto que le gusto o le desagrado, quizás una decisión momentánea de esta naturaleza le sirva como reorientación a que realmente quiere hacer su vida.

Es panorama de todos los días flojera de todas las horas “yo no entro porqué el maestro es bien barco tendría que esperarlo hora a ver si llega, y que aburrida clase mejor ya no vengo” habría que abrir una serie de cuestionamientos escondidos entre las comisuras de la escuela que pretende educar y transformar la vida y la mente de sus alumnos, porqué la escuela tiene como premisa principal enaltecer al ser humano como tal y desarrollar en el todas sus capacidades, se vuelve a su visita un lugar desagradable, aburrido lucubre, un pretexto muchas dudas.

Creo que es el tipo de temor que se experimenta una vez llegada la necesidad de enfrentarnos a una escuela distinta a la que fue la secundaria y asumir responsabilidades propias de un adulto cuando no lo somos. Sin embargo la inseguridad invadirá de manera menos extenuante si la escuela en el bachillerato cambiara de manera sustancial, no en las formas ni en los discursos, sino en el fondo.

El salón de clases convencional se parece mucho a una sociedad elitista, que acogerá a los mejores y excluye poco a poco a los retrasados: En donde el profesor no tiene el tiempo para reconocer a todos sus alumnos, para preocuparse por cada uno, para saber quien asiste y quien no, para sacar del pronto a los que puedan salir.

Al chavo que va retrasado al muchacho que siempre se

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