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DERECHO CONCEPTOS VARIOS.


Enviado por   •  27 de Marzo de 2016  •  Documentos de Investigación  •  4.775 Palabras (20 Páginas)  •  220 Visitas

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DEPARTAMENTO DE SALUD COMUNITARIA

LIC. TRABAJO SOCIAL

LEGISLACIÓN Y TRABAJO SOCIAL

Tema: Salud mental, ley 26657

Docentes: Guevara Edgardo

              Campelo Mabel

Estudiantes: Bellido Susana Patricia

                  González Gimena Soledad

                  Guray Melina

                  Sierra Vila Soledad

                  Villa Nueva Ezequiel

Fecha de entrega: 15 de octubre de 2014

Introducción

En el presente trabajo trataremos de abordar la temática de Salud Mental desde la perspectiva del Trabajo Social, analizando las modificaciones  que trajo aparejadas la nueva Ley de Salud Mental en relación a la intervención de la profesión en las problemáticas pertenecientes a esta área.

A continuación realizaremos una breve redacción sobre los acontecimientos históricos, nacionales e internacionales, que hacen a la constitución de este campo de intervención.

Luego analizaremos los cambios producidos en la forma de abordar a la salud mental, con la aprobación de la Ley 26.657.

Antecedentes históricos de la constitución del campo de la Salud Mental

En el siglo XVII y XVIII era evidente el poder que tenían las instituciones para aislar a las personas que padecían algún trastorno mental, considerando que apartarlos era la mejor manera de prevenir un riesgo a la sociedad

Las personas internadas debían cumplir con severas medidas disciplinarias, para que no afecten a la comunidad.

“Aunque los "enfermos mentales" ya no eran quemados en la hoguera, su suerte era aún lamentable durante la Ilustración. Si no eran internados en los hospitales, vagaban solitarios, siendo objeto de desprecios, burlas y maltratos. En 1656, un edicto en Francia estableció asilos para insanos, cuyos directores estaban autorizados para detener personas indefinidamente, y en los cuales se llegó a encerrar enfermos mentales junto con indigentes, huérfanos, prostitutas, homosexuales, ancianos y enfermos crónicos. En Londres, los enfermos mentales eran recluidos en el Hospital de Bethlehem, donde los que sobrevivían a las deplorables condiciones, la abominable comida, el aislamiento, la oscuridad y la brutalidad de los guardianes, debían soportar los tratamientos: eméticos (vómitos), purgantes, sangrías y torturas. Se convirtió además en lugar de espectáculo dominical para los londinenses, que pagaban su entrada para observar a los internos tras las rejas de hierro. Similar situación se daba en (…) París, Londres, Filadelfia, Moscú y Viena.” (PEREZ, G. “Enfermedades mentales y anti psiquiatría” material del curso de Salud Mental y lo Social de la Revista Margen, coordinado por A. Carballeda)

Pinel Philippie (1745-1826), médico francés, que buscaba el cambio en el tratamiento de los pacientes psiquiátricos, logró modificar la mirada social que se tenía de los pacientes con padecimientos mentales. Promulgó la humanización, la eliminación del método de “castigo” de los pacientes, implementando un tratamiento moral, liberándolos de las cadenas que los mantenían unidos a las paredes de las instituciones. Además, presentó la figura del “curador” quien tendría el rol de acompañar al paciente durante su tratamiento. Se preocupa por el medio social que los rodea, y reconoce la capacidad de sanación de los pacientes.

 “La terapéutica posterior al nacimiento de la psiquiatría, se planteará como moral, y será sustentada desde los valores de una burguesía en ascenso, que propondrá una idea de familia, de relaciones entre padres e hijos, de formas de vida dentro de la sociedad, de comportamiento, de aptitudes... logrando una cada vez más clara vinculación con lo normativo. De ahí, que uno de los pilares de la terapéutica de Pinel pase por el aprendizaje y un necesario "reconocimiento del error". Así, la figura del castigo, cambia de perspectiva, y se sale del cuerpo .El camino a lo sano, requiere de un guía para que el internado se acerque a la "curación"; el terapeuta; este, vigilará que se cumplan las prescripciones y también lentamente comenzará a preocuparse por el "medio social que rodeaba al paciente". (Carballeda, A. “Iluminismo, razón y locura” Material del curso de Salud Mental y lo Social de la Revista Margen, coordinado por A. Carballeda)

En relación al contexto nacional podríamos decir que también fueron sucediendo una serie de avances en el abordaje de esta problemática. En el año 1957 se crea el Instituto Nacional de Salud Mental (decreto 12.628) que reemplaza a la Dirección de Establecimientos Neuropsiquiatricos y durante el Estado Desarrollista, en un contexto internacional capitalista moderno, comienza la reestructuración del sistema público respecto de las políticas sociales.

“Se entendió que la recuperación de los derechos humanos elementales de las personas internadas requería recortar el poder de los psiquiatras, devolver su tutela a los jueces y emprender programas de reintegración de la vida social” (GALENDE, E. Compiladora GALAN y CALVO, 2007)

En los años 60 a través de Congresos Nacionales de Psiquiatría comienzan a plantearse reformas para la desinstitucionalización de los manicomios,

 “Desde la  “Federación Argentina de Psiquiatras  y la  Confederación de Psicólogos de la República Argentina -, y otras organizaciones, denunciábamos estos dispositivos como “servicio vidriera”, porque era lo que se pretendía mostrar al frente de la escandalosa situación de más de 30000 ciudadanos internados y cronificados por estas instituciones” (GALENDE, E. Compiladora GALAN y CALVO, 2007)

La lucha antimanicomial alcanzo su auge en los años 70 generando una conciencia de cambio de los actores involucrados; pero con la irrupción de la dictadura miliar se impiden los debates y movilizaciones al respecto. De esta manera los profesionales de los manicomios comienzan a posicionarse en un lugar de poder.

En los 80, con el inicio del proceso democrático, a la inversa de lo que se esperaba, los profesionales psiquiátricos continuaron teniendo gran protagonismo e irrumpe un nuevo actor: la industria farmacéutica. Galende señala grandes logros de la Dirección Nacional de Salud Mental en los 80 como por ejemplo: la atención que se puso en el eje de atención primaria; la concientización a los profesionales sobre la desinstitucionalización de los pacientes; la implementación de algunos programas de externalización y rehabilitación de los manicomios;  talleres en donde se integraban a las familias en el proceso de rehabilitación y se articulaba intersectorialmente e interinstitucionalmente, entre otros. También se creó la residencia nacional interdisciplinaria en salud mental que integraba médicos, psicólogos, trabajadores sociales y enfermeros.

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