De la Nación Católica a la Nación Multicultural: rupturas y desafíos

Texto número 1: Dra. María Emma Wills Obregón “De la nación católica a la nación multicultural: rupturas y desafíos”

¿Inclusión, representación, participación, resistencia o emancipación?

Para empezar, es importante recordar que hasta hace poco tiempo la mujer en Colombia y en otros lugares del mundo era concebida en términos Aristotélicos como un ser inferior “el macho es por naturaleza superior y la hembra inferior; uno gobierna y la otra es gobernada”. Esta concepción es muy similar a la de la iglesia, en donde se ratifica esta inferioridad.

Vale la pena señalar que Colombia fue una nación eminentemente católica enmarcada en la constitución conservadora y radical de 1886, durante este periodo se acentuó la cultura patriarcal y un sin número de prejuicios que marcaron para siempre la idea de ser mujer.

De este modo, su rol estaba destinado a labores más operativas; la cocina, la maternidad y el cuidado del hogar; ella debía ser obediente, sumisa, temerosa, abnegada, virtuosa y con un gran sentimiento de culpa. Este sin duda alguna, fue el escenario perfecto para legitimar los abusos, el maltrato y la desigualdad.

Fueron casi cien años de subordinación. No obstante, la historia reciente de Colombia permite identificar el protagonismo de la mujer en diferentes ámbitos que ha logrado visibilizar y abrir campo en roles que antes estaban reservados solo para los hombres.

Si bien, se ha logrado su inclusión en diversos campos, en ocasiones no se siente la representación femenina que debería redundar en una lucha constante por la reivindicación de Derechos. Hoy en día las mujeres ocupan diversos cargos que ratifican dicha inclusión, pero no se percibe una participación que promulgue el bien común. Mas bien se vuelve algo mediático, algo que ayuda a ostentar el poder, pero no representan las ausencias vividas por décadas.

Lamentablemente, la historia del país ha sido de frenética violencia y en ella la mujer fue mancillada centenares de veces de las maneras mas macabras. Es por esta razón que se hace necesario conocer las luchas que han vivido no las mujeres visibles, reconocidas. Sino todas aquellas que han padecido los embates del conflicto armado de diversas maneras; perdiendo a sus seres queridos, desplazándose y desarraigándose de sus territorios y siendo utilizadas como botines de guerra.

Sin duda alguna, esas mujeres representan la resistencia y emancipación que a mi parecer son conceptos muy importantes que potenciarían la inclusión encaminándola a la participación y a la representación en palabras de Wills “que avale sustantivamente en diferentes instancias el interés de sus representados de manera sensible”, con nuevas narrativas que permitan acabar con el letargo que no nos permite reconocer lo que ha ocurrido con las mujeres y las minorías en el país.

Texto número 2: Dr. Rodrigo Uprimny, “la Constitución de la diversidad”

Condenados y resignados

La constitución de 1991 en el marco de Derechos hizo pensar en la tan anhelada igualdad, libertad y fraternidad promulgadas en la Revolución francesa; esta carta magna fraguo un imaginario que forjaba la esperanza de cambiar las agudas estructuras de desigualdad y exclusión que sistemáticamente se han vivido en el país.

No obstante, como en la revolución de 1789 vencer al antiguo régimen no es fácil. Me refiero en nuestro contexto a antiguo régimen a los partidos políticos tradicionales y la iglesia. ¿Cómo acabar con ese poder que por muchos años adoctrinó a los ciudadanos?

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