Decreto Guerra A Muerte Y Manifiesto De Cartajena Y Otros
leyley2529 de Mayo de 2014
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DECRETO GERRA A MUERTE
El Decreto de Guerra a Muerte fue una declaración hecha por el general venezolano Simón Bolívar el 15 de junio de 1813 en la ciudad venezolana de Trujillo durante el desarrollo de la Campaña Admirable. La declaración viene precedida meses antes por el Convenio de Cartagena de Antonio Nicolás Briceño. Este decreto significaba que los españoles y canarios que no participasen activamente en favor de la independencia se les daría la muerte, y que todos los americanos serían perdonados, incluso si cooperaban con las autoridades españolas. Además, añadía el objetivo de comprometer de forma irreversible a los individuos con la revolución. Fue redactada bajo la justificación de supuestos crímenes practicados por Domingo Monteverde y su ejército contra los republicanos durante la caída de la Primera República. Sin embargo La Guerra a Muerte fue practicada por ambos bandos.
Texto del decreto
Simón Bolívar, Brigadier de la Unión, General en Jefe del Ejército del Norte, Libertador de Venezuela.
A sus conciudadanos Venezolanos:
Un ejército de hermanos, enviado por el Soberano Congreso de la Nueva Granada, ha venido a libertaros, y ya lo tenéis en medio de vosotros, después de haber expulsado a los opresores de las Provincias de Mérida y Trujillo.
Nosotros somos enviados a destruir a los españoles, a proteger a los americanos y establecer los gobiernos republicanos que formaban la Confederación de Venezuela. Los Estados que cubren nuestras armas están regidos nuevamente por sus antiguas constituciones y magistrados, gozando plenamente de su libertad e independencia; porque nuestra misión sólo se dirige a romper las cadenas de la servidumbre que agobian todavía a algunos de nuestros pueblos, sin pretender dar leyes ni ejercer actos de dominio, a que el derecho de la guerra podría autorizar
Tocados de vuestros infortunios, no hemos podido ver con indiferencia las aflicciones que os hacían experimentar los bárbaros españoles, que os han aniquilado con la rapiña y os han destruido con la muerte; que han violado los derechos sagrados de las gentes; que han infringido las capitulaciones y los tratados más solemnes; y en fin han cometido todos los crímenes, reduciendo la República de Venezuela a la más espantosa desolación. Así, pues, la justicia exige la vindicta, y la necesidad nos obliga a tomarla. Que desaparezcan para siempre del suelo colombiano los monstruos que lo infestan y han cubierto de sangre; que su escarmiento sea igual a la enormidad de su perfidia, para lavar de este modo la mancha de nuestra ignominia y mostrar a las naciones del universo que no se ofende impunemente a los hijos de América.
A pesar de nuestros justos resentimientos contra los inicuos españoles, nuestro magnánimo corazón se digna, aún, a abrirles por última vez una vía a la conciliación y a la amistad; todavía se les invita a vivir entre nosotros pacíficamente, si detestando sus crímenes y convirtiéndose de buena fe, cooperan con nosotros a la destrucción del gobierno intruso de la España y al restablecimiento de la República de Venezuela.
Todo español que no conspire contra la tiranía en favor de la justa causa por los medios más activos y eficaces, será tenido por enemigo y castigado como traidor a la patria, y por consecuencia será irremisiblemente pasado por las armas. Por el contrario, se concede un indulto general y absoluto a los que pasen a nuestro ejército con sus armas o sin ellas; a los que presten sus auxilios a los buenos ciudadanos que se están esforzando por sacudir el yugo de la tiranía. Se conservarán en sus empleos y destinos a los oficiales de guerra y magistrados civiles que proclamen el Gobierno de Venezuela y se unan a nosotros; en una palabra, los españoles que hagan señalados servicios al Estado serán reputados y tratados como americanos.
Y vosotros, americanos, que el error o la perfidia os ha extraviado de la senda de la justicia, sabed que vuestros hermanos os perdonan y lamentan sinceramente vuestros descarríos, en la íntima persuasión de que vosotros no podéis ser culpables y que sólo la ceguedad e ignorancia en que os han tenido hasta el presente los autores de vuestros crímenes, han podido induciros a ellos. No temáis la espada que viene a vengaros y a cortar los lazos ignominiosos con que os ligan a su suerte vuestros verdugos. Contad con una inmunidad absoluta en vuestro honor, vida y propiedades; el solo título de Americanos será vuestra garantía y salvaguardia. Nuestras armas han venido a protegeros, y no se emplearán jamás contra uno solo de vuestros hermanos.
Esta amnistía se extiende hasta los mismos traidores que más recientemente hayan cometido actos de felonía; y será tan religiosamente cumplida que ninguna razón, causa o pretexto será suficiente para obligarnos a quebrantar nuestra oferta, por grandes y extraordinarios que sean los motivos que nos deis para excitar nuestra animadversión.
Españoles y canarios, contad con la muerte, aun siendo indiferentes, si no obráis activamente en obsequio de la libertad de la América. Americanos, contad con la vida, aun cuando seáis culpables.
Cuartel General de Trujillo, 15 de junio de 1813. Simón Bolívar
Desarrollo de la Guerra a Muerte
Durante la Campaña Admirable por cada lugar "todos los europeos y canarios casi sin excepción fueron fusilados" por las armas patriotas a su paso. En febrero de 1814, al concluir la campaña, Juan Bautista Arismendi, por órdenes de Bolívar, mando a fusilar a 886 prisioneros españoles en Caracas. Para engrosar su número añadió inclusive los enfermos en el hospital de La Guaira (cerca de 500 a 1.000 entre los días 13 al 16 del mismo mes).[1] [2] Bolívar escribió los detalles al Congreso de Nueva Granada. En consecuencia, entre 1815 y 1817 fueron implicados y sentenciados a muerte varios ciudadanos distinguidos de Nueva Granada, cabecillas de la revolución, siendo ajusticiados a manos del ejército pacificador venido con el general Pablo Morillo.
La Declaración duró hasta el 26 de noviembre de 1820, cuando el general español Pablo Morillo se reunió con el general venezolano Simón Bolívar para concluir un Tratado de Armisticio y Regularización de la Guerra.
MANIFIESTO DE CARTAGENA
El Manifiesto de Cartagena es un documento escrito por Simón Bolívar en el marco de la Independencia de Colombia y de Venezuela, luego de la caída de la Primera República, explicando con gran detalle y precisión las causas de esta pérdida, el mal comportamiento de Monte Verde ante la situación y el diminuto interés del rey de España para ayudarlo . El principio fue escrito en Curazao y finalmente culminado en Cartagena de Indias (Colombia), el 15 de diciembre de 1812. Se dice que es el segundo gran documento de Bolívar entre muchos otros.
Entre las causas políticas, económicas, sociales y naturales mencionadas por Bolívar destacan:
• El uso del sistema federal, el cual Bolívar considera débil para la época
• Mala administración de las rentas públicas
• El terremoto de Caracas de 1812
• La imposibilidad de establecer un ejército permanente.
• La influencia contraria de la Iglesia Católica
• El despilfarro económico en nuevas fincas para el uso de Miranda.
• Mal comportamiento de Miranda al realizar la capitulación.
• El mal gaste de dinero por parte de Miranda, en el embellecimiento de Caracas.
En lo que es considerado como su primer gran documento político, Bolívar analiza los errores en los que incurrieron los hombres de la Primera República de Venezuela, tales como la adopción del sistema federal; la debilidad del gobierno; la impunidad de los delitos; la mala administración de las rentas públicas; la falta de conciencia ciudadana para el fiel cumplimiento de los deberes constitucionales y el ejercicio de los derechos; a la ambición de unos pocos y al espíritu de partido que todo lo desorganizó; a lo que además se sumó el terremoto del 26 de marzo de 1812, la influencia de eclesiásticos contrarios a la independencia y la imposibilidad de establecer fuerzas armadas permanentes y bien organizadas bajo un mando único. Concluye Bolívar en su manifiesto con las siguientes palabras: "... Corramos a romper las cadenas de aquellas víctimas que gimen en las mazmorras, siempre esperando su salvación de vosotros: no burléis su confianza: no seáis insensibles a los lamentos de vuestros hermanos. Id veloces a vengar al muerto, a dar vida al moribundo, soltura al oprimido y libertad a todos." La primera edición del Manifiesto de Cartagena (bajo el título original ya mencionado de "Memoria dirigida a los ciudadanos de la Nueva Granada por un caraqueño") se realizó en la imprenta de Diego Espinoza en aquella misma ciudad, en 1813, probablemente muy a comienzos de ese mismo año.
MANIFIESTO DE CARUPANO
Es un documento escrito por el libertador Simón bolívar el día 7 de septiembre de 1814 en el cual explica el nuevo fracaso de la segunda república.
Bolívar se quejaba de la injusticia de los hombres y abogaba por la justicia divina, los ciudadanos venezolanos no estaban preparados para la justicia, por eso no eran capaces de desarrollar sus propias leyes, es decir, que no entendían el significado de la libertad, Bolívar obliga prácticamente a los venezolanos a asumir la libertad, a pesar de su falta de aprecio ante la misma.
El libertador critica al pueblo venezolano por no seguir sus ideales, y por el contrario celebra
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