Democracia

Vivimos en un país lleno de riquezas naturales, con diversidad de climas y una gran agricultura, somos el país declarado mundialmente innovador, tenemos el mejor recurso humano con una gran inteligencia y talento que difundimos a nivel mundial; pero lamentablemente todo esto se nubla con una guerra que ha durado más de 50 años con una imagen de guerrilla y de narcotráfico que nos borra y nos opaca en el mundo. Nosotros como jóvenes tenemos nuestras esperanzas que llegue el momento esperado por todos los colombianos, de ser un país con posibilidades de progreso y que los recursos que destinamos a una guerra totalmente absurda sean destinados a mejoramiento en la educación, la salud y que demos un paso para ser un país globalizado y con mejores oportunidades en nuestra nación.

Actualmente escuchamos todos los días a nuestros actuales y futuros dirigentes en una guerra verbal, que lo único que ha generado es acabar de manchar nuestra imagen en el mundo, y nos ha hecho reflexionar que si nuestra democracia debe estar basada en mentiras, corrupción y que lo único por lo que intentan los candidatos a presidente es comprar sus votos a través de una población ingenua, que no tiene memoria de los actuares de cada uno de los personajes que han pasado a través de la historia de nuestro país y que lo único que persiguen es su ambición en el poder y así repartir puestos públicos entre amigos y familiares olvidando la esencia principal que es trabajar por construir un mejor país.

Lo que hace de la democracia colombiana, una democracia de mentiras es el voto.

No hay en Colombia voto independiente, dictado por la libre voluntad o por la convicción política. Solo hay una estrecha franja, que se distribuye tal vez por partes iguales entre derecha, centro e izquierda; y otro tanto más que se refunde en el anonimato de la abstención. El resto, tres cuartas partes del voto nacional efectivo, está constituido por voto comprando, voto amarrado, y voto forzado por el miedo

La democracia en nuestro país actual está viéndose afectada con una serie de declaraciones que dan vergüenza de país, el saber que vamos a tener a un dirigente, cualquiera que sea elegido que derrochó violencia verbal, que está dando un ejemplo de no de paz y desarrollo sino por el contrario el de un ser egoísta y que cada una de las promesas de campaña se quedarán a nivel personal para enriquecimiento propio.

Criticamos a nuestro país vecino Venezuela por las declaraciones y los hechos que la acompañan actualmente, pero nos hemos puesto a pensar nosotros internamente cómo estamos actuando? Estamos siendo mejores?

Con este panorama me pregunto, como joven adolescente, será que debemos y tendremos que seguir nuestras vidas en medio de una farsa, viendo como cada presidente elegido le va robando al pueblo y que a través de la historia no hacemos nada y seguimos como borregos para que sigan matando a nuestro país? O más bien desde nuestros roles como estudiantes, ciudadanos organizar grupos de trabajo y opinión, participación y no dejar que otros nos compren, piensen, opinen y deliberen por todos y que si hay que hacer una guerra sea una guerra de ideas, de aportes de trabajo como jóvenes que si no es para llegar a la perfección de un país si sirva para mejorar y no callarnos todo lo que vemos en la actualidad.

Debemos trabajar en conjunto para lograr hacer la diferencia, de poder cambiar toda ésta actualidad y que reflexionemos que nosotros seremos el mañana y por tal razón desde ya debemos por empezar a cambiar el pensamiento, el obrar y no seguir construyendo una historia de un país vendido a unos pocos.

Las siguientes frases es un claro ejemplo de lo que acabo de escribir en este ensayo:

“La libertad de amar no es menos sagrada que la libertad de pensar”

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